El cacahuate y el huevo podrían evitar las alergias a temprana edad.
De acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP); entre un 4% y un 8% de los niños padecen algún tipo de alergia alimentaria, por lo general al pescado; al marisco o a los frutos secos.
Un tipo de alergia que, lejos de constituir un mero problema culinario o nutricional; –reduce notablemente la variabilidad de la dieta del menor–, se asocia con problemas muy graves para la salud e, incluso, puede resultar fatal.
Además, el número de ingresos hospitalarios por alergias alimentarias en la población infantil; de nuestro país se ha multiplicado por siete en solo una década.
Pero, ¿no hay nada que podamos hacer? Pues según un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido); habría que introducir estos alimentos en las dietas de los bebés a edades aún más tempranas; para reducir su riesgo de desarrollo de alergias alimentarias.
O así sucede, cuando menos, en el caso de los cacahuetes y del huevo; –producto que, junto a la leche de vaca y las nueces, provoca el mayor número de alergias alimentarias entre los niños europeos.
Los resultados mostraron que los bebés en cuya dieta se introduce el huevo a la edad de 4 a 6 meses; tienen un riesgo hasta un 40% menor de desarrollar alergia al huevo que aquellos en los que este alimento se ‘introduce’ de forma más tardía.
Un beneficio que resulta, si cabe, más acusado en el caso del cacahuete; su introducción en la dieta entre los 4 y los 11 meses de edad se asocia, frente a una introducción más tardía; con una reducción del 70% en el riesgo de desarrollar alergia al cacahuete.