Este 26 de septiembre se cumplen dos años de los 43 normalistas
43 normalistas
Epístolas Surianas. De Julio Ayala Carlos(Carta a Don Héctor) [caption id="attachment_70251" align="alignleft" width="240"]
Julio Ayala Carlos[/caption]
POR ALGUNOS DÍAS LAS CARTAS no aparecieron. La razón: tuvimos vacaciones. Digo, las merecíamos. Y es que hay tiempo y debemos darnos tiempo para todo: para trabajar, para descansar y estar con la familia; para reir y estar felices, y hasta para estar tristes. En fin, que estuvimos de vacaciones, y cómo no si aparte de todo, fueron pagadas. Jejé. Pero, ya estamos de vuelta. Saludos!
EN FIN. ESTE 26 DE SEPTIEMBRE se cumplen dos años de los trágicos y lamentables hechos de Iguala, en donde fueron desaparecidos 43 normalistas y tres más resultaron muertos, así como un adolescente, jugador de futbol, una ama de casa y un taxista que se encontraban en el lugar equivocado.
Los hechos, como ya todo mundo sabe, son atribuidos a los Guerreros Unidos, con el apoyo, dicen las autoridades, del gobierno municipal de Iguala, y en consecuencia, de su policía preventiva. De acuerdo a las mismas autoridades, los estudiantes normalistas fueron confundidos con integrantes de otro grupo delictivo, Los Rojo, que pretendían apoderarse de la plaza.
En consecuencia, además de ser atacados los normalistas, los que hasta ahora nadie se explica qué diablos fueron hacer allá, como tampoco se sabe de quién fue la idea, 43 de ellos fueron desaparecidos por el grupo criminal, con el apoyo de la policía municipal. De su paradero, las autoridades competentes han dicho que fueron incinerados en el basurero de Cocula, lo cual ha sido refutado por los padres de los estudiantes y el grupo de organizaciones sociales que los acompañan y dirigen.
En efecto. Mientras para las autoridades federales la investigación del caso prácticamente está cerrada, en base a la detención de prácticamente todos los señalados en la participación de los lamentables hechos, desde los policías municipales, hasta los dirigentes del grupo criminal Guerreros Unidos, e incluso el presidente municipal de ese entonces, junto con su esposa, los padres de los 43 normalistas desaparecidos, junto con las organizaciones que los acompañan y dirigen, han rebatido la llamada "verdad histórica", y en consecuencia, a dos años de lo ocurrido, exigen la presentación con vida de sus hijos.
Hay que decirlo. Es prácticamente imposible que los 43 estén vivos. Si como se afirma, los normalistas fueron entregados por la Policía municipal de Iguala a los Guerreros Unidos, señalados o confundidos de ser miembros del grupo de Los Rojo, resulta por demás ilógico que los mantengan con vida. ¿Para qué iban a mantenerlos vivos si los consideraban enemigos?
Es cierto. Los padres de los normalistas desaparecidos esperan, y cómo no, que sus hijos estén con vida. Ningún padre, en sus cinco sentidos, desearía que sus hijos estén muertos. Por eso es su búsqueda, por eso es su exigencia de justicia; por eso es que marchan a diario y van a donde los llevan las organizaciones sociales que prácticamente los manejan. Por eso es que, en su exigencia de justicia, y de que presenten con vida a sus hijos, han permitido, y avalado, toda clase de hechos violentos cometidos por gente de dudosa procedencia.
En efecto, en nombre de los 43 normalistas desaparecidos, y utilizando el dolor de los padres de éstos, normalistas y maestros cetegistas y sus "infiltrados", así como miembros de diversas organizaciones sociales no solo han vandalizado, sino también incendiado el Palacio de Gobierno, así como la sede de partidos políticos, además de vehículos particulares. En nombre de su exigencia de justicia, han saqueado y robado en tiendas departamentales, además de cometer toda clase de tropelías con el fin de desestabilizar al Estado como tal.
En fin. El lunes próximo, 26 de septiembre, se cumplen dos años de lo ocurrido en Iguala. Al principio, los propios padres de familia, normalistas y maestros cetegistas, además de algunas organizaciones sociales, buscaron personalmente a los estudiantes desaparecidos. Hoy, ya no. Hoy bloquean calles e incendian edificios públicos, como ocurrió este día en Iguala, para que el Gobierno, que también buscó a los desaparecidos, lo haga nuevamente. Hoy lo que importa, parece, es mantener la exigencia de justicia hasta el 2018, con el fin de aprovechar el coraje y el malestar por esos hechos, en las elecciones de ese año.
Sí. Por supuesto que nos gustaría que los normalistas estuvieran vivos. Pero, los hechos demuestran lo contrario. Por supuesto que hay que pedir justicia, pero también esperamos que esos hechos no vuelvan a ocurrir. Ojalá, también, que quienes manejan a los normalistas de Ayotzinapa, ya no vuelvan a enviar a los estudiantes al matadero. Ojalá que también se les aplique la ley.
Comentarios: julio651220@hotmail.com
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