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octubre 08, 2015

Salvador Cienfuegos; uno de los 43 era militar activo

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Salvador Cienfuegos; uno de los 43 era militar activo
Chilpancingo Guerrero, 8 de octubre de 2015.- El Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario General de la Defensa Nacional, sostuvo que uno de los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/salvador-cienfuegos/

julio 10, 2015

Desasosiego en el Ejército

Café político. Por: José Fonseca.


Desasosiego en el Ejército


Así como aquel coronel no tenía quien le escribiera, hay un general que no tiene quien le escuche. Se trata del Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos.


Sus recientes declaraciones dejan traslucir el desasosiego en las fuerzas armadas porque los mandos civiles los hacen actuar, pero sin cobertura legal sólida.


Desasosiego, significa falta de tranquilidad. ¡Cuidado! De seguir la implacable campaña contra los militares y la indiferencia legislativa, el desasosiego puede transformarse en franco descontento. Es inmoral aprovecharse de la disciplina de los militares mexicanos.


Línea 12: ¿sólo cosas técnicas?


Quizá, como dicen los panegiristas de Ebrard no hubo megafraude en la línea 12 del Metro. Quizá, como dice el senador Mario Delgado, ex secretario de finanzas de DF, son sólo “cosas técnicas”.


Como sea, ya asignado el proyecto de construcción, por las razones que haya sido, alguien decidió que se adquirían los trenes que luego resultaron no encajan con las vías originalmente proyectadas.


El fraude existe, porque la incompatibilidad de vías con los trenes es la causa original del desastre. O sea, es la causa fundamental del desastre de la mal llamada “Línea Dorada”.


Los nuevos reclutas de la CIA


Las agencias de inteligencia norteamericanas, entre ellas, la CIA, pusieron en marcha un agresivo programa de reclutamiento de personal bilingüe – que hable fluido español y fluido inglés-. Contratos iniciales por dos años.


Curioso reclutamiento cuando sufre México los embates del establishment de Washington por presuntas violaciones a los derechos humanos. ¿Cuántos de esos nuevos agentes trabajarán en México?


Tal parece que las agencias de inteligencia norteamericanas se previenen para un México más turbulento. Alguien debería recordarles que tienen una frontera de casi 3 mil kilómetros con su vecino del sur. ¿O será por eso?


NOTAS EN REMOLINO


Visita de Estado y visita de negocios será la del Presidente Enrique Peña Nieto a Francia. Invitación especial que coincide con la celebración de la fecha fundacional francesa: el 14 de julio…


El presidente de la Suprema Corte de Justicia Luis María Aguilar advirtió a los abogados que las nuevas circunstancias significan un reto para los abogados… Por defraudación fiscal ha sido aprehendido el ex gobernador de Aguascalientes Luis Armando Reynoso Femat…


Las sanciones impuestas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a Morena y algunos de sus candidatos por actos adelantados de campaña harán estallar la furia lopezobradorista…


El PRD con la mayoría que aún tiene en la Asamblea Legislativa del DF, mayoría que desaparecerá con la nueva legislatura, lucha por evitar el madruguete de legalizar abusos al uso de suelo, como pretenden los poderosos intereses de los desarrolladores…


Pues no, resulta que pese al linchamiento, la Procuraduría del DF no encontró pruebas de aquella acusación contra Cuauhtémoc Gutiérrez. Cosas de quienes repiten y repitan mentiras, como Goebbels…



Desasosiego en el Ejército

Respinga el Ejército

Ventana. Por: José Cárdenas.


Respinga el Ejército


La presencia de 50 mil soldados en calles y carreteras para garantizar la paz social fue una solución temporal transformada en permanente por la indolencia e incapacidad de los gobiernos estatales para asumir sus responsabilidades en materia de seguridad pública.


– ¿Para qué preocuparse si los militares hacen la chamba que corresponde a los civiles, con los costos y riesgos que ello implica?585369_militares-mexico-permiso-viaje-guatemala


En entrevista con Jorge Fernández –publicada en Excélsior– el secretario de la Defensa Nacional lo deja muy claro.


No es el papel de las Fuerzas Armadas suplantar las obligaciones de los gobiernos estatales frente a la inseguridad. El Ejército debería regresar a los cuarteles, sin embargo eso es imposible hasta en tanto sean reconstruidas las fuerzas policiales locales, penetradas, coludidas y corrompidas por el crimen organizado.171


Grave problema –reconoce el secretario Salvador Cienfuegos– es que las Fuerzas Armadas –desde hace casi diez años– desempeñan misiones sin el debido marco legal, ante lo cual el Congreso no ha movido un dedo hasta la fecha.


Entonces, “¿Quién tomaría la decisión de que las Fuerzas Armadas regresen a los cuarteles?”, pregunta el General Secretario de la Defensa Nacional.


Hay tensión evidente.06


Con razón respingan las Fuerzas Armadas que han sufrido más de 940 agresiones… con muertos y heridos en sangrientos combates.


No podemos seguir viviendo como si México estuviera en guerra. Ya vimos en Tlatlaya lo que significa cumplir la orden de “abatir” al enemigo, y como la sociedad civil ha condenado la conducta militar, lo cual ha deteriorado gravemente la imagen de una de las últimas instituciones confiables del Estado mexicano. Tlatlaya


El dudoso papel del Ejército en la tragedia de los 43 normalistas de Ayotzinapa es otra historia.


Todo esto podría explicar porqué el Presidente de la República exigió a los mandatarios estatales a cumplir con su obligación constitucional de garantizar la paz ciudadana. “Las Fuerzas Armadas están para respaldar a las autoridades locales, pero no para suplirlas”, precisó este miércoles en el contexto de la Conferencia Nacional de Gobernadores, en Tlaxcala.


EL MONJE LOCO: ¿Qué va a pasar si es evidente que las policías no han logrado renovarse, profesionalizarse y –sobretodo– moralizarse? ¿Qué va a pasar si las Fuerzas Armadas continúan actuando prácticamente maniatadas? ¿Qué va a pasar cuando está latente el riesgo de más excesos cometidos por la tropa?



Respinga el Ejército

julio 09, 2015

La guerra impuesta

Día con día. Por: Héctor Aguilar Camín.


La guerra impuesta


En una entrevista reciente, el general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, sugiere que la presión contra el Ejército por violación de derechos humanos viene de Estados Unidos. (El Universal, 29/6/15).


De Estados Unidos viene también la exigencia de que México combata el narcotráfico. Ese es el origen de la guerra no declarada que se libra en México: la persecución del narco en territorio mexicano para que las drogas no pasen la frontera americana.


La guerra ha sido más sangrienta y más cara que nunca para México en los últimos años, sin que haya cambiado gran cosa el paso de drogas al norte. Una guerra inútil.


El gobierno de Felipe Calderón estableció la premisa de que la guerra de su gobierno no era contra el narcotráfico, sino contra el crimen organizado, pues este se había vuelto una amenaza en sí mismo.


Hubo y hay una verdad en este argumento ya que, al expandirse, los grupos criminales nacidos del narco ocupan territorios donde ejercen delitos distintos del tráfico de drogas, como la extorsión, el secuestro y el tráfico de personas.


Pero la lógica dura de la expansión de esas redes criminales, y de su capacidad de resistir la violencia legal del Estado, tiene su origen en las rentas del narco.


Lo prueba la violencia criminal reciente en Guerrero, asociada al auge del mercado de la heroína en Estados Unidos. Y la aparición del nuevo enemigo público de la guerra, el cártel de Jalisco Nueva Generación, que corresponde a un auge de las metanfetaminas.


Es el tráfico de drogas lo que produce al temible crimen organizado que padecemos, no al revés.


Las drogas han sido prohibidas en el mundo por influencia de Estados Unidos. Se persiguen en México bajo la supervisión de la DEA y de la embajada americana. Tanto, que en algún momento esta última recriminó al Ejército mexicano por su “aversión al riesgo” a la hora de combatir al narcotráfico.


Al mismo tiempo, cada vez que se ofrece el Congreso americano y el Departamento de Estado emiten críticas por los excesos militares y la violación de derechos humanos.


Vieja historia diplomática de esta guerra: en un brazo de la tenaza, las fuerzas armadas no quieren combatir al narcotráfico, parecen sus cómplices; en el otro, combaten de más y violan derechos humanos.


Corralito político perfecto.


hector.aguilarcamin@milenio.com



La guerra impuesta

julio 08, 2015

Tlatlaya

Día con día. Por: Héctor Aguilar Camín.


Tlatlaya


La dureza de los protocolos militares ha dejado su huella en la guerra no declarada que vive México.


El informe del Centro Pro de Derechos Humanos sobre las ejecuciones extrajudiciales de Tlatlaya ofrece un ejemplo escrito de estos protocolos.


Es la Orden de Relevo de Mando de la base de operaciones San Antonio del Rosario, responsable de las ejecuciones de Tlatlaya. El protocolo dice: “Las tropas deberán operar de noche en forma masiva y en el día reducir la actividad, a fin de abatir delincuentes en horas de oscuridad”.


Así fueron ubicados y abatidos los 22 presuntos delincuentes muertos en Tlatlaya, un caso de ejecuciones extrajudiciales y violación de derechos humanos que empieza a dar la vuelta al mundo.


El general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, ha hecho una buena defensa estadística de la conducta del Ejército.


Durante lo que va de este gobierno, explica el general, se han presentado mil 500 quejas por violaciones de derechos humanos, de las cuales solo cuatro se han vuelto recomendaciones.


Es decir, solo .22 por ciento de las quejas ha tenido sustento. Una de ellas es la de Tlatlaya. (El Universal, 29/6/15).


Los promedios del Ejército son buenos, pero la ley no juzga promedios, sino casos, y basta uno del tamaño de Tlatlaya para echar sobre las fuerzas armadas la tormenta de derechos humanos que se cierne sobre ellas.


Tlatlaya revela con claridad la improcedencia de los protocolos militares, diseñados para la guerra, en la contención de delincuentes del fuero común en tiempos de paz o de guerra no declarada.


Es la persistencia de estos protocolos, inherentes al accionar de las fuerzas armadas, lo que hace sonar las alarmas en la comunidad defensora de los derechos humanos.


El Ejército y la Marina padecen las consecuencias de haber librado con métodos militares una guerra no declarada contra criminales civiles. Pueden acabar siendo los únicos que rindan cuentas ante tribunales de derechos humanos.


Son los únicos, por lo pronto, que están en ese camino, a consecuencia de una guerra muy cara, librada por presión externa, en la improvisación institucional y el vacío legal.


hector.aguilarcamin@milenio.com



Tlatlaya

julio 07, 2015

El vació legal de las fuerzas armadas.

Día con día. Por: Héctor Aguilar Camín.


El vació legal de las fuerzas armadas.


Cuando la guerra contra el narco del sexenio pasado mostró su carácter difuso y resistente a la vez, cuando la violencia disuasiva de las fuerzas armadas no solo no aplacó la violencia criminal, sino la extendió a nuevos frentes, los militares empezaron a entender que la intervención excepcional que les ordenaban iba a volverse rutinaria, lo mismo que sus choques con las bandas, los enfrentamientos, las bajas y los excesos de la guerra.


Empezaron entonces a plantear lo mismo que hoy plantea el secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos: un marco legal que los protegiera de riesgos institucionales y legales en su actuación extraordinaria frente a situaciones extraordinarias.


El general Cienfuegos lo ha dicho así: “El artículo 89, fracción sexta, de la Constitución habla del derecho y la obligación que tiene el Presidente de la República para garantizar la seguridad interior empleando a las fuerzas armadas.


Lo que creo es que hay un vacío importante, pues del artículo de la Constitución hacia abajo no encontramos ninguna ley reglamentaria. No hay nada que diga cómo deben actuar las fuerzas armadas, hasta dónde, en qué lugar, en qué tiempo. Creo que hace falta llenar ese vacío. Me parece que tendría que pensarse en una ley de seguridad interior y una ley de defensa nacional, que son los dos conceptos que maneja el artículo 89” (El Universal, 29/6/ 2015).


En el año 2009 el presidente Felipe Calderón envió al Congreso un  proyecto de Ley de Seguridad Nacional. Su núcleo era precisamente el concepto de “seguridad interior”.


Establecía procedimientos para que el Presidente pudiera declarar en cualquier parte de la República un “estado de afectación de la seguridad interior”, autorizando las “acciones necesarias” para contenerlo.


En los medios y en la oposición se registró este proyecto como la posibilidad de declarar un estado de sitio. Nunca se aprobó.


Las fuerzas armadas han seguido actuando en el vacío legal, pero ahora expuestas a los criterios de la justicia civil, pues el año pasado se redujo el fuero militar.


Los delitos cometidos por militares en servicio contra civiles han dejado de ser exclusivos de los tribunales castrenses y se juzgan hoy también, como el caso Tlatlaya, en tribunales civiles.


Doble pinza judicial.


hector.aguilarcamin@milenio.com



El vació legal de las fuerzas armadas.

julio 01, 2015

Morena: uníos, descontentos

Café político. Por: José Fonseca.


Morena: uníos, descontentos


La estrategia de Morena, según reveló Alejandro Encinas, será congruente con el discurso de Andrés Manuel López Obrador con su mensaje de no negociar con ninguna fuerza política que no se pliegue.


Igual intentará atraer a grupos como la CNTE que al viejo SME o a cualquier grupo, a cualquier organización, por pequeña que sea, que tenga queja o reclamo contra los gobiernos, sean municipales, estatales o locales.


Con todos ellos formarán el amplio frente de izquierda que sea su plataforma para la elección de 2018. Está dispuesto el tabasqueño a correr el riesgo de que los más radicales o violentos lo rebasen. Como sea, él confía en controlarlos.


Discurso militar, variopintas lecturas                                                                                   


Cada quien tiene su propia lectura sobre lo declarado recientemente por el Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos en una entrevista periodística.


Unos dicen que fue queja, otros que fue reproche, los paranoicos que fue amago. Lo cual demuestra porque los militares sienten que muchos agravios no son atendidos y que los civiles los tratamos a partir de nuestros prejuicios ideológicos o políticos.


La mejor prueba es que, a pesar de la disciplina con que han acatado las órdenes del poder civil, las fuerzas políticas insisten en negarle protección jurídica y legal a las acciones que deben realizar.


Avanza en Nuevo León el ensayo


La mejor prueba de que tuvo razón el monarca español Felipe VI al decir que México es una democracia madura son los acontecimientos políticos en Nuevo León.


En pleno ejercicio de sus derechos y, capitalizando los espacios abiertos por la reforma electoral, grupos empresariales respaldaron exitosamente a un candidato a gobernador de la norteña entidad.


 


A muchos podrá no gustarles el ensayo general con vestuario que, si tiene éxito puede abrir el camino para que respalden una candidatura independiente en 2018, pero nadie dice que legalmente les esté vedado el camino a la Presidencia de México.


NOTAS EN REMOLINO


Para que no lo enreden en especulaciones, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado Emilio Gamboa Patrón explicó que no busca ni buscará dirigencia nacional del PRI.


Mató intrigas… Ratificó el Presidente Enrique Peña Nieto que su gobierno no vacila en asumir el costo político de las reformas.


Por si alguien lo dudaba… Por cierto, la libertad en las redes sociales permite que se difundan imbecilidades, como las difundidas sobre la salud presidencial, pero también es una imbecilidad redifundirlas en los medios tradicionales…


Algo le paso al respetado Germán Martínez Cázares como para salir con que Manuel J. Clouthier sería buen candidato a la Presidencia.


¿Perdón?… Ya reconoció la ex candidata a la gubernatura de Michoacán Luisa María Calderón que pronto se reunirá con el gobernador electo de la entidad, el perredista Silvano Aureoles.


Quizá, solo quizá, si se pueda reconciliar a la sociedad michoacana… El gobernador electo de Campeche, el priísta Alejandro Moreno Cárdenas fue recibido en Los Pinos en audiencia privada con el Presidente de la República…


¿Cuál es la cofradía o grupo político que quiere hacerse del control del canal 22? Averígüelo Vargas…



Morena: uníos, descontentos

Jugando con el ejército

Estrictamente personal. Por: Raymundo Riva Palacio.


Jugando con el ejército


El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto está jugando con fuego con el Ejército.


No parece que haya escuchado el reclamo y las amenazas del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa, cuando este lunes recriminó al Ejecutivo que tengan abandonado al Ejército y que no busque las herramientas jurídicas con las cuales enfrentar el flagelo de organizaciones, medios y sociedad que los acusa de asesinos.


De otra forma, ¿cómo se explica la insistencia en la Secretaría de Gobernación de confrontar a los militares y tomar el lado de quienes acusan al Ejército de complicidad con criminales y violadores de derechos humanos?


Este lunes, cuando el general Cienfuegos exteriorizó en la prensa la molestia del Ejército por usarlo indebidamente ante las deficiencias de los órganos de seguridad civiles y dejarlo sin defensa por razones política.


El subsecretario de Gobernación, Roberto Campa, anunció que evalúan la posibilidad de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que coadyuva en la investigación de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, pueda visitar el 27º Batallón de Infantería asentado en Iguala, donde sucedió el crimen.


Ese mismo ofrecimiento lo hizo el año pasado el ex procurador general, Jesús Murillo Karam, a los familiares de los normalistas y a las organizaciones sociales que los respaldan, lo que provocó una fuerte reacción del Ejército, que se opuso a abrir los cuarteles.


Permitir ese ingreso era dejar que su enemigo histórico –la guerrilla-, que está cerca de organizaciones que apoyan a los padres de los normalistas, entrara a las instalaciones estratégicas de la zona.


La petición de ingreso parte de las acusaciones al 27º Batallón de haber colaborado con la banda criminal la noche en que desaparecieron los jóvenes. Hay testimonios en la prensa de Guerrero que refieren cómo los soldados sí salieron a las calles de Iguala y sí sabían lo que estaba sucediendo, pero no hicieron nada por evitarlo.


La declaración de Campa es una renovación de aquél ofrecimiento, que llega en uno de los momentos más álgidos de la relación entre civiles y militares en el gobierno peñista. Desde el 13 de febrero, en el 100 aniversario de la Marcha de la Lealtad, el secretario Cienfuegos comenzó a exteriorizar la molestia militar con el poder civil.


“La lealtad es de todos y para todos”, dijo el general con las acusaciones de asesinato en Tlatlaya y Ayotzinapa en el imaginario. “Civiles y militares debemos capitalizar y potenciar sus enormes frutos”.


El 5 de mayo, en el aniversario de la Batalla de Puebla, habló de romper con la desunión y la ilegalidad, con un tono más enérgico al que anteriormente había utilizado. Este lunes, en la entrevista con El Universal, ya fue directo en el reclamo al gobierno.


Las palabras de Campa este lunes no deben haber sentado nada bien al secretario de la Defensa, porque tiene agravios recientes con él.


Desde que asumió la Subsecretaría de Gobernación para Derechos Humanos en la tercera semana de abril, Campa buscó cambiar la dinámica en el tema.


Lo primero que hizo fue solicitar una reunión urgente con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que es un organismo descentralizado de la administración pública federal, y con el cual se habían dado fricciones.


Varios fueron los temas vistos en ese encuentro, incluidos los casos paradigmáticos en materia de derechos humanos, Tlatlaya y Ayotzinapa, tras lo cual hubo críticas públicas sobre el abuso del uso de la fuerza.


Campa fue el artífice dentro del Gobierno Federal de reactivar el caso de Tlatlaya, donde reconoce implícitamente que ocho militares participaron en una ejecución extrajudicial, con dos propósitos, de acuerdo con funcionarios federales.


El primero fue ofrecer una compensación de 18 millones de pesos a los familiares de las 22 víctimas –entre ellos un grupo importante de secuestradores-; el segundo, trasladar el costo político a los militares y blindar al Ejecutivo.


El general Cienfuegos protestó, y expresó su molestia al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.


No pasó nada. Campa continuó con su tarea, pero en el plano internacional, donde el gobierno mexicano se encuentra en el banquillo de los acusados, no ha funcionado la estrategia.


De acuerdo con un documento confidencial del gobierno de Estados Unidos, se suspendió toda la ayuda militar al 102º Batallón de Infantería, pendiente a que se den a conocer los resultados de la investigación de Tlatlaya.


Otro documento desclasificado del Comando Norte estadounidense, menciona la sospecha que los militares tienen nexos con los cárteles de la droga en Guerrero.


Las acusaciones contra el Ejército no dejan de crecer, como se aprecia en el último informe del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos, uno de los más críticos de los últimos años.


Las molestias del general Cienfuegos contra Campa buscaron ser apaciguadas en Los Pinos. El jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, pidió una reunión entre los mandos militares y funcionarios de la Secretaría de Gobernación para reducir las tensiones.


Por las declaraciones del secretario de la Defensa a la prensa, aquella fue efímera. Lo que el general Cienfuegos quizás ya sabe, es que Campa no está mal dentro de la lógica de Los Pinos, donde el control de daños para el presidente Peña Nieto pasa por el sacrificio del Ejército.


rrivapalacio@ejecentral.com.mx


twitter: @rivapa



Jugando con el ejército

junio 30, 2015

Los 22 muertos no fueron mal negocio para los criminales

La historia en breve. Por: Ciro Gómez Leyva.


Los 22 muertos no fueron mal negocio para los criminales


Será difícil contradecir la información que aportó y razonó ayer en El Universal el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, sobre los hechos de Tlatlaya, que hoy cumplen un año.


Podría sintetizarse en tres puntos: el capítulo ha sido muy costoso para el Ejército mexicano, urge que comience el juicio a los presuntos soldados agresores y, quizá el más significativo, “Tlatlaya fue el enfrentamiento número 800 en lo que llevamos de la administración; 800 veces hemos sido agredidos, y lo manejamos como los otros 799, por decir un número”.


No es común que un Secretario de Defensa hable con los medios, y menos sobre los temas vivos y virulentos, como lo hizo ayer el general Cienfuegos en la espléndida entrevista con Carlos Benavides.


Pero se acercaba el 30 de junio y, por lo visto, sintió el deber de salir a defender la honorabilidad del Ejército.


El General sabe que no se ha probado que un solo soldado sea culpable de masacrar a 22 sometidos, o de fusilar a 11 de ellos, como supuestamente concluyen peritajes de la PGR y la Procuraduría de Justicia del Estado de México.


“Lo único que está comprobado es que hubo una agresión de estas personas que fallecieron ahí, lamentablemente, en contra de los soldados”, subraya.


“Que la diferencia de fuerzas eran 22 personas armadas, con armas que son de uso exclusivo del Ejército, y de parte del personal militar eran un oficial y siete de tropa, entonces se habla ahí de que hubo un sometimiento.


Yo no puedo entender cómo hubo un sometimiento si eran ocho soldados y no sabían cuánta gente había en el interior del cobertizo donde sucedieron los hechos”.


El saldo a un año: la Procuraduría Militar entregó a la justicia civil a un oficial y siete soldados. Un juez federal les dictó auto de formal prisión en noviembre. El juicio por distintos delitos (homicidio calificado, abuso de autoridad, encubrimiento…) no ha comenzado.


Si los ocho militares resultan culpables, “serán castigados de acuerdo con la ley”, afirma Cienfuegos. Si son absueltos, enfrentarán a la justicia militar por presuntas faltas a la disciplina y los protocolos castrenses. Hay tres testimonios de cargo, al parecer contradictorios. Se ha creado una percepción de que el Ejército reprime civiles. Y la zona de Tlatlaya, en los límites del Estado de México y Guerrero, sigue asolada por las bandas criminales. Los 22 muertos no parecen haber sido mal negocio para los criminales.


“No nos sentimos a gusto haciendo funciones policiales”, puntualiza Cienfuegos. “Pero no veo esfuerzos decididos en la gran mayoría de los estados.


Estamos conscientes de que de no hacerlo nosotros en este momento, no hay quien lo pueda atender. Necesitamos cuerpos policiacos más capacitados, mejor preparados, mejor armados”.


Difícil contradecir al General.


MENOS DE 140 Christopher Domínguez Michael, el crítico literario más influyente de México, debuta el domingo en El Universal. Gran noticia.



Los 22 muertos no fueron mal negocio para los criminales

Las amenazas del general

Estrictamente personal. Por: Raymundo Riva Palacio.


Las amenazas del general


Perdida en la parte final de una larga entrevista con el secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, aparece una advertencia al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a la clase política y a la sociedad:


“¿A quién le conviene un Ejército que no obedezca? ¿A quién le conviene un Ejército que no tenga disciplina? ¿A quién le conviene un Ejército que no esté entregado a su país?”.


Las palabras del general reflejan por primera vez la molestia del alto mando y de generales retirados, que en diciembre le reclamaron que el Ejército estaba sometido a una campaña de desprestigio, y que los había abandonado el Ejecutivo al permitir que fueran juzgados en tribunales civiles. Todo, increparon, con su aceptación.


La entrevista publicada en El Universal, es una rara introspección a la mente de un secretario de la Defensa, que refleja asimismo su molestia con el gobierno y con la clase política.


Criticó al gobierno que quiere que los soldados hagan tareas que le corresponden a la policía –“no es el papel real que deba de cumplir un Ejército respecto de la seguridad interior”-, sin dar el apoyo presupuestal para crecer al Ejército.


Sobre la clase política, la inacción para legislar en materia de seguridad interna y defensa nacional. “Si Vamos a utilizar las Fuerzas Armadas”, agregó de manera pragmática, “(usémoslas) para poner orden, no para ver si pondremos orden”.


Fue cáustico el secretario, aunque usó las palabras con cuidado. A lo que se refiere es a la dicotomía de los políticos.


“Pondremos el orden”, como lo fraseó, dirige el pensamiento hacia los eternos temores de que si los soldados salen a la calle a poner orden y lo hacen con eficacia, entonces ¿por qué no de una vez por todas toman el poder?


El miedo al golpe de Estado ha girado en la cabeza de los políticos desde que se crearon las instituciones en el segundo cuarto del siglo pasado para que los conflictos se resolvieran por la vía pacífica, no por la vía armada, como sucedió en la Revolución.


El gobierno, más que los políticos, ha sugerido generales retirados, no está del lado del Ejército e, incluso, los ha traicionado.


El quiebre de su respeto hacia el Ejecutivo se dio con la forma como se procesó el Caso Tlatlaya en junio del año pasado, donde se acusó a ocho soldados de haber matado a 22 personas, vinculados algunos con bandas de secuestradores, que los atacaron con armas de uso exclusivo del Ejército.


El entonces procurador Jesús Murillo Karam, dijo que los soldados habían “ejecutado” a los 22, que motivó una protesta en Los Pinos del general, con lo cual se borró ese verbo del lenguaje oficial. Debido a que el Congreso retiró amplias restricciones al fuero militar, fueron consignados a la autoridad civil. El testimonio por el cual los inculparon fue de la madre de la novia de uno de los abatidos, que después se desdijo. Un año después del incidente, ni siquiera ha empezado el juicio.


Pero Tlatlaya se convirtió en la piedra angular de las críticas al Ejército, que ha llevado al general secretario a afirmar que hay una campaña de desprestigio contra las Fuerzas Armadas. ¿De dónde vienen esos ataques?, le preguntó el reportero de El Universal.


“Me encantaría saber de dónde vienen”, respondió. “Pero el efecto está ahí, lo vemos en algunos medios, algunas organizaciones que consideran que el Ejército no está haciendo su tarea adecuadamente, o que ha afectado a la ciudadanía.


Mi percepción es que efectivamente hay quienes están interesados en desprestigiar a las Fuerzas Armadas y lo hacen a través de los medios”.


¿Qué es lo que ha hecho el gobierno para compensarlos? Dinero y discursos laudatorios. Nada más. El Ejército está solo. El gobierno, reclamaron los generales en diciembre al secretario de la Defensa, no los defiende.


El general Cienfuegos contuvo en aquel momento las críticas hacia su persona, y las imputaciones al Ejecutivo.


Las tensiones eran fuertes pero neutralizó en aquel momento quizás con la expectativa que las cosas cambiarían. No fue así.


En la entrevista se queja de la falta de leyes, de la anulación del fuero militar, de la PGR que no ha hecho nada ante las denuncias sobre quienes presumen responsables de la campaña de desprestigio, del abandono en el que, en términos reales, tienen a los militares.


Eliminar el fuero militar, dijo, fue un error, “porque están poniendo al Ejército en situaciones muy sensibles, vulnerables, delicadas, en las que nuestro personal ahora piensa que si lo procesan por desobediencia, por no obedecer al secretario, o lo procesan por violar derechos humanos.


Creo que al soldado le conviene que lo procesen por desobediencia, pero al país no le va a convenir”.


Ese es el fondo del argumento del general secretario. Si lo que sucede ante la falta de leyes y abandono del gobierno lleva al dilema y el soldado decide por bajar los brazos, ¿quién resultará afectado?


El Ejército tiene presente 1968, cuando errores políticos hicieron que se ensangrentaran las manos, que es una mancha que no se han podido quitar.


Lo que dijo el general secretario es que ya llegaron al punto, desde la tropa, los mandos, los generales y él, que esto ya no es posible. Externalizar el enojo interno es el primer paso. El segundo, no respondido, es cuánto más tolerarán la situación en la que se encuentran.


rrivapalacio@ejecentral.com.mx


twitter: @rivapa



Las amenazas del general