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julio 14, 2016

Ochoa contra la nomenklatura

Ochoa contra la nomenklatura

Ochoa

Estrictamente Personal. Por: Raymundo Riva Palacio

1er. TIEMPO: El viejo PRI, lleno de ratas. Era un momento de gran felicidad. El equipo de campaña de Enrique Peña Nieto celebraba con la élite del PRI la victoria sobre Andrés Manuel López Obrador. Ya entrada la noche, pasado de copas, a uno de los más cercanos colaboradores del candidato ganador se soltó la lengua. “Con todas estas ratas”, le dijo a un priista mientras señalaba con los ojos a los gobernadores, “antes nos alcanzó para ganar”. En el equipo compacto de Peña Nieto nunca había habido respeto hacia ellos. Todo lo que oliera a priista, decían, era un lastre que tenía que ser arrojado por la borda. Eran funcionales en coyunturas, como para los financiamientos opacos de la campaña presidencial, entregando recursos que levantaran quejas en las ventanillas de la Secretaría de Organización del PRI y de la coordinación de la campaña. A Peña Nieto, que tenía un código priista, lo iban a cercar y paulatinamente lo alejarían de sus raíces. En Los Pinos, en los primeros meses de su gobierno, Peña Nieto recibió al Comité Ejecutivo Nacional en el Salón “Adolfo López Mateos” y les dijo que con él, habría una “cercana distancia”, parafraseando en positivo la frase que acuñó Liébano Sáenz para su jefe, el Presidente Ernesto Zedillo, con respecto al PRI. La “sana distancia” zedillista no regresaría, confirmó Peña Nieto a los priistas, que salieron reconfortados y alegres con su Presidente. No tardó mucho en venir la decepción. Era tan negativa su imagen ante el electorado y tan grande su pérdida de consenso –el encapsulamiento ya estaba materializado-, que en las elecciones federales de 2015 lo borraron de las campañas. Siguió su caída en las elecciones de gobernadores en junio, pero ya no bastó que lo eliminaran de la propaganda: sus negativos y su política económica, fueron plomo en el mar electoral. No lo ven así en su entorno. Es la corrupción de los priistas, a quienes habría que eliminar para sobrevivir, comenzando por los gobernadores tricolores. La primera bala fue disparada la semana pasada. Se llama Enrique Ochoa, quien buscará ser el sepultador de la nomenklatura.

2º. TIEMPO: El fruto de un charolazo con Stiglitz. En la década de los 90’s el ITAM se convirtió en la fábrica de la nueva clase gobernante. De ahí salieron dos jóvenes que coincidieron en la Universidad de Columbia y compartieron departamento en Nueva York. Eran Alejandro Murat, de una de las familias políticas del PRI, y Enrique Ochoa, un priista sin padrinos. Habilidosos y con la idea fija de hacer carrera política, aprovecharon sus viejas relaciones en el ITAM y a través de ese networking –léase Luis Videgaray, que era secretario de Finanzas en el gobierno estatal- llevaron a su profesor, Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001, a un seminario internacional en el spa El Santuario, en Valle de Bravo. Lo habían organizado para el entonces gobernador Arturo Montiel, que quería ser Presidente, pero quien se quedó impresionado por ellos fue un joven de carrera ascendente, Enrique Peña Nieto. Cuando comenzó su gobierno en el estado de México, Peña Nieto no dudó en contratar a esos jóvenes. Murat, sería director del Instituto de la Función Registral, y Ochoa asesor. Videgaray era el gozne que vinculaba a el hambre -de Peña Nieto, intelectualmente limitado- y las ganas de comer -jóvenes con los conocimientos y capacidades técnicas de las que carecía-. La relación con Ochoa se fue fortaleciendo sin que nadie lo viera. En marzo, cuando ya trabajaba en el Instituto Federal Electoral, estuvo en una cena que ofreció en su casa María del Carmen Alanís, la entonces presidenta del Tribunal Electoral al gobernador Peña Nieto y a su secretario de Finanzas, Videgaray, para discutir la preparación de la resolución que lo exoneraría de penas por la difusión de propaganda de su quinto informe de gobierno en estados donde habría elecciones locales. Ochoa, abogado y economista, era una pieza de la estrategia. Tiene una mente entrenada y sofisticada, moldeada por su asesor de tesis de doctorado en Ciencia Política, Alfred Stepan, reconocido internacionalmente por su trabajo sobre los peligros que viven las democracias en transición y consolidación. Uno de los problemas que Stepan ha buscado resolver es cómo pueden ser erosionados los regímenes antidemocráticos para construir una verdadera democracia. La síntesis de sus variables es acabar con los viejos regímenes, modelo teórico que hoy, Ochoa podrá probar en campo.

3er. TIEMPO: La paradoja de Enrique Ochoa. No deja de ser un capricho del surrealismo político mexicano que para acuerpar a Enrique Ochoa en su llegada al PRI, los mismos grupos de interés que tendrían que ser sacrificados para alcanzar sus objetivos de transformar el partido para que responda las demandas de los ciudadanos, hayan sido los que le dieron el primer impulso, la CTM, la CNC y el Sector Popular. También es una paradoja que quien lo ungió como líder del PRI, el presidente Enrique Peña Nieto, tendría que morir –metafóricamente hablando- para que su objetivo de cambiar el partido y mantener la Presidencia en 2018 pueda cumplirse. Pero esto es lo que pasa cuando se hace caso a recomendaciones sin comprender el alcance de lo que puedan tener esas decisiones. Si Ochoa cumple lo que dice es su propósito, tendría que apuntalar la consolidación de la democracia mexicana, para lo cual, de acuerdo con lo que se le metió en la cabeza de sus tiempos de estudios en la Universidad de Columbia, tendría que luchar porque el Estado sea funcional, que opere plenamente el Estado de Derecho, que la sociedad en su totalidad participe de la economía y no sólo los que más tienen, que la sociedad política sea autónoma y la civil viva y activa. Es decir, mucho de lo que ha fortalecido Peña Nieto y su gobierno, tendría que ser desmontado. Es un contrasentido, por supuesto. Carlos Salinas, como Presidente, no pudo con la nomenklatura del partido pese a que quiso aniquilarla. Peña Nieto no permitirá el fin de la nomenklatura porque él es parte de ella misma. ¿Qué pretende entonces con Ochoa? Conservar la Presidencia para los suyos bajo las líneas de Guiseppe Tomasi di Lampedusa en Gatopardo: cambiar para no cambiar. De esta forma, el nuevo dirigente del PRI le será a Peña Nieto y su equipo, meramente funcional. Es decir, la nueva nomenklatura al remplazo de la vieja nomenklatura.

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julio 13, 2016

Ochoa, ¿lo dejará Peña?

Ochoa, ¿lo dejará Peña?

Ochoa

Estrictamente Personal. Por: Raymundo Riva Palacio

Enrique Ochoa llegó a la dirigencia del PRI como producto de dos variables: la introspección, y la improvisación del presidente Enrique Peña Nieto. La primera, como resultado de un proceso íntimo donde rechazó las influencias externas sobre nombres que podrían encabezar el partido, y de las reticencias del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a un cambio en la dirección de la Comisión Federal de Electricidad. La segunda, la improvisación, porque fue hasta el martes por la tarde cuando lo citó en Los Pinos para notificarle su decisión unipersonal, sin que fuera acompañada de estrategia alguna.

El presidente Peña Nieto dejó al delfín a merced de los leones. Su dedazo enfrentó resistencias públicas y beligerantes como no se habían visto en años. No se preparó un proceso inverso, como placearlo ante la militancia en el país antes de hacerlo líder del PRI, para generar consensos, ni hubo una estrategia de arropamiento mediático. Cuando los leones saltaron y la República de las Opiniones lo crucificó, no hubo voces –salvo la del coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa-, que salieran en su apoyo. Los dos pilares en el Olimpo peñista, los secretarios Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong de Gobernación, no desplegaron sus oficios para respaldar la decisión presidencial. Tampoco hizo nada la oficina de prensa de Los Pinos.
 Dejaron que Ochoa resolviera las cosas como pudiera, y descubrió las mezquindades de sus camaradas. Al cuestionar su militancia –detonada por un video donde niega ser militante y puesto en YouTube por el gobernador panista Francisco Domínguez-, le regatearon apoyos. La indiferencia y la oposición que encontró en los días previos a asumir el liderazgo del partido no fue contrarrestada por la señal inequívoca que era un hombre del Presidente. Los priistas, expertos en semiótica, deben haber visto que los alfiles de Peña Nieto no movieron un músculo ni lanzaron una mirada que confirmara el deseo de Los Pinos. Actuaron, por tanto, en consecuencia.


Ochoa tendrá que traducirle al PRI y a la sociedad que vota, qué es lo que piensa Peña Nieto del país, de su gobierno, sus políticas, y el porqué optó de manera unipersonal por él. El nuevo líder del partido tiene características que pueden servirle, como sus conocimiento profundo de las reformas peñistas y su habilidad como polemista, que juntas son buena combinación para el debate; su capacidad de organización en momentos de crisis, como lo demostró durante el huracán “Odile” que devastó Baja California Sur en septiembre de 2014; y la forma como, aunque en el bajo perfil durante las reuniones de gabinete, hablaba sin temores cuando requerían de su palabra. Pero nadie le ha regateado capacidades técnicas y articulación. El cuestionamiento es que dirigirá un partido que no conoce.


El nuevo líder del PRI ha adelantado que hará una presidencia donde debatirá en la arena pública y mostrará los contrastes. Ha definido los términos de la batalla. Tan corruptos son algunos gobernadores priistas, como panistas y perredistas. Tan opacos y maniqueos son algunos de quienes visten la casaca tricolor, como quienes usan las morenas de Andrés Manuel López Obrador. Mediocres han sido los rendimientos en la economía, como pobre fue la gestión del ex presidente Felipe Calderón. Deficientes los gobiernos panistas y perredistas, como los priistas, y con oscuras relaciones unos como otros con el narcotráfico. Es decir, Ochoa llega a un lodazal donde no hay buenos, sino menos malos que otros.

No es una arena pública novedosa. Si no la agitó el presidente Peña Nieto es porque sus asesores le aconsejaron no gobernar con el retrovisor ni cobrar las facturas para los panistas que se llenaron los bolsillos de dinero mal habido. El mejor ejemplo lo dio la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, que denunció a la PGR por congelar la averiguación contra su antecesor, el panista Guillermo Padrés, puesta en el limbo por instrucciones de Los Pinos. También dejó tranquilo al ex gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre, pese a meter en la cárcel a varios de sus colaboradores más cercanos –y a su hermano también-, por actos de corrupción en su gobierno. El Presidente cuidó también a sus aliados perredistas en el Pacto por México para que sirvieran de contrapeso a López Obrador. Vistos los resultados, esa política de avestruz hacia la oposición aliada le dio pocos frutos a Peña Nieto, pero no hay señales de cambio real.


La tolerancia con la corrupción ha sido una huella que cada vez se impregna más en el legado peñista. El lunes se sacudió un poco el lastre, pero como lo había anticipado Monroy, elrecargónfue contra priistas: Javier Duarte, gobernador de Veracruz; Roberto Borge de Quintana Roo, y César Duarte de Chihuahua. Una vez más, Peña Nieto contra los suyos. Pero ya es un avance, porque hasta el lunes, la impunidad era generalizada. La pregunta es si Ochoa quiere combatir en  todos los frentes, ¿lo dejará Peña Nieto? El líder del PRI está en una encrucijada, porque al aceptar dirigirlo apostó su futuro. Si fracasa, mucho por lo que trabajó durante su vida profesional, será tirado a la basura. Entendiendo todo lo que tiene que perder, habrá que darle, al nuevo líder del PRI, el beneficio de la duda, aunque él como todos saben que el camino al éxito no dependerá sólo de él, sino de quien lo puso en ese lugar.


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febrero 10, 2016

Reaparece Ochoa en triunfo amistoso de Málaga

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Reaparece Ochoa en triunfo amistoso de Málaga
Málaga, España, 10 de febrero de 2016.- Reaparece Ochoa en triunfo amistoso de Málaga tras casi dos meses de inactividad, el guardameta mexicano retornó bajo el arco del Málaga para participar en los boquerones ganaron 2-0 frente al Dínamo Kiev.

Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/reaparece-ochoa-en-triunfo-amistoso-de-malaga/

diciembre 16, 2015

Eliminados Málaga y Ochoa de la #Copa; es el peor año del mexicano

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Eliminados Málaga y Ochoa de la Copa; es el peor año del mexicano
Eliminados, que le ganó en los dos encuentros, este miércoles por 0-1¡

MÁLAGA, 16/Dic/2015.- Un decepcionante Málaga cayó eliminados por el Mirandés, que le ganó en los dos encuentros, este miércoles por 0-1, y que mereció la cla
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/eliminados-malaga-y-ochoa-de-la-copa-es-el-peor-ano-del-mexicano/

noviembre 07, 2015

Jesús Corona, no le incomoda preferencia por Ochoa

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Jesús Corona, no le incomoda preferencia por Ochoa
México, DF, 7 de noviembre de 2015.- Jesús Corona, no le incomoda preferencia por Ochoa, por parte del técnico nacional, Juan Carlos Osorio para custodiar el arco tricolor a pesar de que no ha tenido actividad con su club, el Málaga.

Expreso, J
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/jesus-corona-no-le-incomoda/