Hong Kong finaliza referéndum sobre democracia en desafío a Pekín
Por Emily Chung y Adam Rose
HONG KONG (Reuters) – Más de 780.000 votos fueron recogidos el domingo en las urnas en el último día del referéndum no oficial sobre reformas democráticas en Hong Kong, parte de una campaña civil que ha sido calificada como ilegal por las autoridades chinas locales y centrales.
Hong Kong, una capital independiente y capitalista de más de siete millones de personas, volvió a estar bajo el Gobierno chino en 1997 contando con una amplia autonomía bajo la fórmula “un país, dos sistemas”, junto con una promesa sin fecha de sufragio universal.
Mientras Pekín dice que Hong Kong puede llevar a cabo una votación en 2017 para elegir al máximo dirigente de la ciudad, la pequeña Constitución de Hong Kong, conocida como la Ley Básica, especifica que solo un comité nominador puede seleccionar a los candidatos para el puesto.
Los activistas democráticos quieren que el proceso de nominación sea abierto para todo el mundo, en línea con los estándares internacionales, y han amenazado con cerrar el área Central de Hong Kong, en la que están algunos de los bancos y compañías más grandes de Asia, si la ciudad no consigue adoptar un método más democrático para la elección del próximo líder.
“Creo que ya se ha mandado una señal a Pekín de que la gente de Hong Kong está preparada para expresar sus puntos de vista sobre el sufragio universal”, dijo Benny Tai, profesor asociado de Derecho en la Universidad de Hong Kong y uno de los organizadores de la votación.
El referendo no oficial, organizado por activistas pro democracia, fue llevado a cabo principalmente en Internet. Los votantes tenían que entregar su número de identificación para prevenir el fraude.
En una centro de votación en la Universidad China de Hong Kong el domingo, un pequeño grupo de manifestantes a favor de Pekín sujetaban pancartas denunciando la consulta, mientras que cuatro personas saltaron en el puerto Victoria de la ciudad para protestar contra el referéndum y fueron rápidamente rescatados.
La votación, que ha durado 10 días y ha estado organizada por el movimiento Occupy Central, llega en un momento en el que muchos residentes de Hong Kong temen que las libertades civiles se estén erosionando en medio de una creciente preocupación sobre la administración del centro financiero asiático.
El referéndum no oficial es visto como una prueba importante para los activistas pro democracia que creen que la población está insatisfecha con el camino que ha tomado la reforma política prometida por Pekín.
(Reporte adicional de Grace Li, Adam Rose, Nikki Sun y James Zhang. Escrito por Anne Marie Roantree. Traducido por Redacción de Madrid. Editado en español por Marion Giraldo)
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