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julio 02, 2014

La Ibero estrena Rector "grillo”; ¿#YoSoy132?

Monje Loco. Por: José Cárdenas


Inicia una etapa prometedora para la Universidad Iberoamericana (UIA). El relevo en la rectoría –termina el periodo de José Morales y comienza el de David Fernández Dávalos–, sugiere la reorientación de los esfuerzos educativos y sociales de una institución que durante largo tiempo ha sido calificada de “elitista”.


Recuerdo que entre broma y veras solía decirse que La Ibero era una cafetería con salones de clase… social.


¿Los tiempos cambian?.


Llega al plantel un rector crítico, orientado por la justicia con compromiso ético. Al menos eso revelan algunas frases de su discurso inaugural:


“(…) La universidad no puede constituirse sin más en custodia de lo viejo (…) Al entregar la universidad a las generaciones futuras del mundo tal cual pensamos que es, les hemos de entregar también sus múltiples posibilidades: abarcar, aunque sea por contraste su reverso y sus alternativas…


“(…) Pretendemos no ser una universidad profesionalizante que se mueve en el feroz mercado de los títulos y de las certificaciones. No queremos dedicarnos a la reproducción de lo existente…


“(…) Para nosotros no tiene sentido producir profesionales exitosos en sociedades fracasadas…


David Fernández Dávalos se hace llamar el “Rector grillo”. Claridoso, duro, protagónico para sus detractores… no es un tipo anodino.


El teólogo jesuita, filósofo y maestro de 57 años, asume con elevadas expectativas y la certeza de que su gestión no pasará desapercibida.


Su vocación es tan clara como su activismo. En 1994 fundó el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores de la Calle, en Jalapa, Veracruz; de 1994 a 1998 dirigió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juarez; en 1996, Human Rights Watch reconoció su trayectoria como defensor de los derechos humanos.


En la vida académica, Fernández Dávalos fue Rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) –en Guadalajara– y después, Rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, posición desde la cual no dudó en lanzar duras críticas al “gober precioso”, Mario Marín… y mantener en la mira a toda la clase política local.


La visión de Fernández Dávalos es dura y hasta pesimista. Según él, las universidades han dejado de tener sentido; los centros de estudio han sucumbido a la dinámica social y económica centrada en la ganancia y el lucro.


“(…) Las universidades se han desentendido de su responsabilidad social o sólo buscan formar profesionistas y no ciudadanos (…) Han traicionado su sentido social, han dejado de honrar su nombre, no son ni han sido abiertas a todas las corrientes de pensamiento; lo universal queda excluido (…) El sistema ha convertido a las instituciones superiores en centros de discriminación. Han ensanchado la brecha entre ricos y pobres, entre ilustrados e ignorantes, entre hombres y mujeres…


“Actualmente, las casas de estudio están concentradas en tener más y más acreditaciones para hacer más y más ‘negocio’ (…) El libre mercado descompone lo que toca”, dijo Fernández Davalos al diario La Jornada, el pasado 11 de mayo.


La personalidad del nuevo rector de La Ibero provoca. Parece ideal para explotar el ímpetu y la fuerza de los jóvenes justo en la cuna del movimiento #YoSoy132 –manifestación contra el entonces candidato Enrique Peña Nieto– con el cual dice simpatizar.


El arribo de Fernández Dávalos a La Ibero promete una agenda ambiciosa para dar nuevos bríos a una institución con 71 años de historia.


El “Rector grillo” a muchos va a incomodar… a pocos va a fascinar.


CALIENTE… CALIENTE: La federación está dejando solo a Miguel Ángel Mancera. Detrás del encono suscitado por el “Hoy No Circula”, “Sí Circulan” intereses políticos empeñados en dañar al Jefe del GDF. Sospechoso es el acarreo de “protestantes” en Periférico y el Zócalo, pero aun más el silencio cómplice de las otras cinco entidades involucradas en el programa metropolitano.


@JoseCardenas1 | josecardenas@mac.com | josecardenas.com.mx


 


 UIA, una nueva etapa

El Cristalazo. Por: Rafael Cardona


La semana comenzó para la Universidad Iberoamericana de manera muy notable y prometedora. El relevo en la rectoría (termina el periodo de José Morales y comienza el de David Fernández Dávalos), sugiere una plena reorientación de los esfuerzos educativos y sociales de la institución, orientada especialmente hacia un valor: el compromiso por la justicia.


El discurso inaugural del jesuita Fernández Dávalos es una pieza en la cual alguien hallará el imprescindible germen de la rebeldía crítica, mientras otro podrá encontrar residuos de teologías liberadoras.


Revisemos estas líneas a la luz del compromiso ético y político:


“…la universidad no puede constituirse sin más en custodia de lo viejo y endosar aquello novedoso que puede descubrir a los mecanismos automáticos del sistema. Al entregaren la universidad a las generaciones futuras del mundo tal cual pensamos que es, les hemos de entregar también sus múltiples posibilidades: abarcar, aunque sea por contraste su reverso y sus alternativas…”


El fomento a la Insatisfacción creadora, parece ser un valor asociado con esta otra expresión de la oferta (¿compromiso?) de la nueva rectoría de la Ibero:


“Esta universidad quiere contribuir, en un ambiente de participación, apertura, libertad, respeto y crítica propositiva, al desarrollo y difusión del conocimiento, y a la formación de profesionales e investigadores con calidad humana y académica, que se comprometan al servicio de los demás para el logro de una sociedad más justa y humanamente solidaria…


Para nosotros no tiene sentido producir” profesionales exitosos en sociedades fracasadas”… pretendemos no ser únicamente una universidad profesionalizante que se mueve en el feroz mercado de los títulos y de las certificaciones. No queremos dedicarnos a la reproducción de lo existente…”•


Y más¨


“De esta manera, el punto de partida para la investigación y la docencia con el que los jesuitas hemos querido soñar no es otro que el de la realidad misma, nuestra concreta realidad periférica y subdesarrollada. Más profundamente la perspectiva en la cual la realidad se manifiesta con mayor hondura, con mayor radicalidad, honestidad y transparencia: el punto de vista de loe excluidos. Ellos y ellas, los pobres y los excluidos, son las victimas de la realidad real. La verdad de la realidad se encuentra en ellos. Desvelarla, aprehenderla, transformarla es el reto mayor que quiero proponer para nuestra universidad… la universidad aspira a ser objetiva, pero no imparcial, porque para ser objetiva tiene que tomar partido. La cuestión educativa no trata de cómo permanecer neutrales frente a los distintos partidos o caminos sino acerca de qué partido hemos de tomar para alcanzar esa verdad que nos libera…”


Estas frases le podrán parecer extrañas a quien se haya quedado en la vieja idea de la condición elitista de la Universidad iberoamericana tan fácil para el gracejo o la broma (una cafetería con servicio escolar, decían en cierto tiempo).


Las expresiones de compromiso con los pobres y los excluidos, no son ciertamente nuevas, pero escucharlas así, en los tiempos del alborozo neoliberal contemporáneo, resulta altamente llamativo y hasta promisorio.