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¿Tasas de interés negativas en EU?
Sin fronteras. Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza
Como parte de los programas de estímulos monetarios no convencionales, los bancos centrales de Europa (BCE), Japón (BoJ) y de otros países, como Dinamarca, Suecia y Suiza, se han embarcado en un experimento poc
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marzo 03, 2016
¿Tasas de interés negativas en EU?
febrero 16, 2016
Draghi apunta a mayores estímulos
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Draghi apunta a mayores estímulos
Sin fronteras. Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza.
Ayer, la atención del mercado estuvo centrada en la comparecencia de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo en B
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diciembre 31, 2015
Ibex 35 pierde un 7 por ciento en 2015; BCE
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Ibex 35 pierde un 7 por ciento en 2015; BCE
Madrid, 31 de diciembre de 2015.- Ibex 35 pierde un 7 por ciento en 2015; BCE, pensaron que sería la niña bonita pero se ha convertido en el peor ejercicio del selectivo madrileño desde 2011.
Aunque la mayoría de los mercados confiaban en que las pol
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noviembre 24, 2015
A imprimir más dinero en Europa
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A imprimir más dinero en Europa
Sin fronteras. Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza.
El Banco Central Europeo utilizará todas las herramientas de su arsenal para estimular la actividad económica y evitar así un escenario deflacionario.
La semana pasada se publicaron las minutas de la últ
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julio 07, 2015
Grecia, con un pie fuera del Euro
La gran depresión. Por: Enrique Campos.
Grecia, con un pie fuera del Euro
Los ciudadanos decidieron qué hacer, no se pueden sorprender de lo que viene; los pronósticos no son buenos.
Temo que a los griegos los engañaron porque el hecho de haber rechazado el plan de rescate de Europa no significa que ese país haya cancelado su deuda. Al contrario, el oji (como se dice no en griego) cierra la puerta al financiamiento de los socios y abre la puerta a la excomunión.
La mejor parte del ejercicio democrático del domingo en Grecia es que sus propios ciudadanos decidieron qué hacer y no se pueden decir sorprendidos de lo que viene para ese país, porque los pronósticos no son buenos.
Lo malo es que se dejó en manos de la percepción ciudadana algo que correspondía a los expertos financieros del equipo gobernante. Vamos, fue una forma de lavarse las manos por parte del gobierno de Syriza.
Si los griegos hubieran dicho que sí, todo el mundo conocía el plan de rescate, sus tiempos y consecuencias. Era la garantía de una permanencia cara de los griegos en la zona de la moneda única, aunque tampoco nadie podría asegurar que su aceptación hubiera implicado su cumplimiento.
Pero la negativa al plan de rescate es partir de cero en materia de buscar una salida. Con los bancos cerrados, con la suspensión de pagos, con la economía griega degradándose cada día, el escenario más viable es la marginación de este país mediterráneo de la moneda única europea.
Hoy los griegos presentarán una propuesta a sus socios europeos que lo más probable es que no pase de la primera lectura por parte de los acreedores.
El punto de partida que los europeos -sobre todo los alemanes- habrán de dejar muy claro es que para Atenas no habrá ninguna concesión especial que se salga un milímetro de las reglas que dan vida a la zona de la moneda única europea. No abrirán esa caja de Pandora.
Si el gobierno de Alexis Tsipras propone hoy una quita de deuda y una renegociación del monto restante, el Banco Central Europeo (BCE) deberá decirle en automático que no.
En las reglas del banco central de la región está muy claro que una quita de deuda es equivalente a un financiamiento directo a uno de los socios, lo que está expresamente prohibido en las reglas de ese organismo central.
Al mismo tiempo existe la obligación del BCE de ayudar a las instituciones bancarias que operan con su moneda, de ahí las líneas emergentes liberadas, que simplemente prolongan la agonía.
Porque no hay duda de que, en el momento en que abran los bancos, todos correrán a sacar hasta el último euro que tengan ahorrado. Por lo pronto los bancos seguirán cerrados de manera indefinida.
La salida del ministro de Finanzas griego, el extremista Yanis Varoufakis, es una buena noticia si lo que se busca es diálogo con los acreedores. Su lugar será ocupado por Euclides Tsakalotos, ministro de Relaciones Económicas Internacionales, quien se educó en Inglaterra y es mucho más moderado que el marxista Varoufakis.
Grecia tiene un pie fuera de la zona euro y lo hace por mayoría ciudadana, que quizá creyó que con un voto en un referéndum amañado podrían salvarse de lo inevitable.
Grecia, con un pie fuera del Euro
julio 02, 2015
Grecia, al borde del abismo
Sin frontera. Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza
Grecia, al borde del abismo
Durante el fin de semana, el gobierno griego rechazó la última propuesta de rescate ofrecida por el Eurogrupo en conjunto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).
El rechazo en sí no implica aun un escenario de salida de la eurozona para Grecia, ya que el gobierno heleno está convocando a un referéndum general el 5 de julio para consultarle al electorado si Grecia debe o no aceptar el paquete de rescate propuesto por el Eurogrupo.
No obstante, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha dicho que su gobierno cabildeará abiertamente para que la población vote en contra de la propuesta del Eurogrupo, con el objetivo de fortalecer su postura negociadora ante acreedores de Grecia.
Esta situación ha provocado una aceleración masiva en el ritmo de salida de recursos de los bancos griegos, obligando al gobierno a cerrar el sistema bancario por lo menos hasta la fecha del referéndum, permitiendo únicamente retiros limitados de 60 euros diarios a los cuentahabientes.
A pesar del rompimiento en las negociaciones y el anuncio del referendo, el primer ministro griego envío una nueva propuesta al Eurogrupo aceptando algunas de las condiciones, pero manteniendo sus demandas en puntos muy controversiales.
Hasta el cierre de esta edición, el Eurogrupo no había aceptado la propuesta e inclusive había condicionado cualquier negociación a la cancelación del referéndum del domingo.
Ante la falta de acuerdos, Grecia incumplió el martes el pago del vencimiento de 1,600 millones de euros al FMI, entrando oficialmente en moratoria. La imposición de controles de capital y el incumplimiento ante el FMI son sin duda eventos que aumentan la probabilidad de salida de Grecia de la eurozona.
Sin embargo, una ruta de salida irreversible todavía es posible, ya que el BCE aún no ha retirado sus líneas de crédito y estatus de prestamista de última instancia para el sistema bancario griego.
A pesar del rompimiento en las discusiones entre Grecia y sus acreedores, los mercados aún no han descontado un proceso de salida inminente, pero esta situación podría cambiar drásticamente entre hoy y el referéndum del domingo si el resultado llegara a ser negativo.
Algunas encuestas iniciales apuntaban a que cerca de 70% de la población estaba dispuesta a aceptar el paquete de rescate, a pesar de las medidas de austeridad contenidas, a sabiendas de que su rechazo estaría de facto avalando el inicio del proceso de salida.
Sin embargo, los esfuerzos del gobierno de Alexis Tsipras para convencer al pueblo griego que el rechazo le daría mayor legitimidad ante sus acreedores podría cambiar esta situación.
Aunque el resultado del referéndum será crucial, la fecha límite para llegar a un acuerdo es el 20 de julio, cuando Grecia debe hacer un pago de 3,500 millones de euros al BCE.
El incumplimiento de este pago seguramente implicaría el retiro de las líneas de crédito del BCE a los bancos griegos, lo que traería la quiebra de éstos y detonaría un proceso irreversible de salida para Grecia.
Como hemos mencionado en este espacio, esta salida provocaría turbulencia en el sistema financiero europeo a través de posibles corridas bancarias en otros países con economías vulnerables, como pudiera ser Italia.
Sin embargo, lo más probable es que el BCE incremente su programa de estímulos cuantitativos no tradicionales y refrende su compromiso de mantener al resto de la eurozona intacta.
Aunque estas decisiones podrían amortiguar la reacción negativa en los mercados, la salida de Grecia mandaría una pésima señal desde el punto de vista político para los mercados financieros, ya que sería vista como un fuerte golpe a la Unión Europea y un triunfo del populismo que podría impulsar a otros partidos extremistas, como Podemos en España o el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, que apoyan el abandono del euro como moneda única.
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Grecia, al borde del abismo
junio 16, 2015
Se acerca el desenlace de la crisis Griega
Sin fronteras. Por: Joaquín López-Dóriga-Ostolaza.
Se acerca el desenlace de la crisis Griega
La eurozona y Grecia se encuentran desde hace más de tres años en una complicada negociación que debe llegar a su desenlace en los próximos días. Dicho desenlace puede tener dos finales posibles, uno donde Grecia permanece dentro de la eurozona y otro donde se establecen las reglas para una salida ordenada.
Aunque las negociaciones se han complicado y parecen haber llegado a un impasse, la mayoría de los especialistas y los mercados sigue apostando por una solución que mantenga a Grecia dentro de la eurozona.
Lo sucedido en Grecia durante los últimos años ha comprobado que el plan para revivir a la economía griega dentro del marco de una moneda única y las condiciones impuestas por la eurozona era una ilusión.
La apuesta era que Grecia podría mejorar su relación de deuda a PIB, tanto por un incremento en la actividad económica -producto de cambios estructurales enfocados a mejorar la productividad de la economía- como por una reducción en la deuda producto de algunas privatizaciones.
Sin embargo, un ajuste fiscal de semejante magnitud sin un tipo de cambio flexible como válvula de ajuste simplemente ha condenado a Grecia a una depresión.
Aunque en teoría Grecia podría estar mejor abandonando la eurozona y adoptando una moneda propia que le permita realizar el ajuste fiscal en un marco de tipo de cambio flexible, utilizando la depreciación de su moneda como válvula de ajuste, alentando la competitividad de sus exportaciones de bienes y servicios (incluyendo al turismo) y fomentando el crecimiento económico, esta solución claramente traería efectos secundarios al estilo Lehman Brothers.
La decisión de no ceder a las demandas griegas y permitir la salida de Grecia de la eurozona calificaría como una de estas decisiones, que al principio podrían parecer buenas, pero que tendrían consecuencias no deseadas que podrían ser devastadoras no sólo para Grecia, sino para la Unión Europea y la economía global.
La adopción del euro como moneda común es, por diseño, irreversible y no existe ningún mecanismo establecido que permita el abandono. Sin embargo, el abandono del euro seguido de la reintroducción del dracma como moneda local en Grecia detonaría una ola de especulación sobre un evento similar en Italia, Portugal o incluso España.
Aunque ninguno de estos países abandone el euro, la sola posibilidad de que dicho abandono fuera factible crearía la percepción de que un euro depositado en los bancos de estos países tendría un valor inferior al de un euro depositado en los bancos de los países más fuertes como Alemania.
Dicha situación probablemente provocaría una corrida en contra de los depósitos en los bancos ubicados en las economías más débiles, provocando un caos absoluto.
Lo peor del caso es que las autoridades financieras, incluyendo al BCE, podrían hacer poco para estabilizar el sector financiero en este escenario ya que el BCE perdería su facultad de prestamista de última instancia en los países que abandonen el euro.
Para los expertos, la única manera en que Grecia podría abandonar el euro sin consecuencias devastadoras sería mediante la federalización total del resto de la Unión Europea y la garantía total de que el euro es irreversible en el resto de los países miembros.
Ante este escenario, los líderes de la eurozona parece que no tienen otra opción más que seguir apoyando a Grecia, cueste lo que cueste, antes que permitir su salida del euro o su quiebra.
Los líderes griegos saben esto y es por eso que están estirando la liga al máximo para obtener el mayor número de concesiones posibles en esta negociación.
Sin embargo, al final del día y por el bien de todos, el pragmatismo debe ganar y los líderes de la eurozona y Grecia deben llegar a un acuerdo para mantener al país helénico dentro de la eurozona, de lo contrario las consecuencias serían de pronóstico reservado.
www.lopezdoriga.com
Se acerca el desenlace de la crisis Griega