ONU ha llegado a la convicción de que es necesario hacer mucho más con respecto a su propia participación en el brote inicial.
ONU.- Seis años después de que fuerzas de paz; de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llevaran el cólera a Haití; el foro mundial reconoció su responsabilidad en la epidemia que causó la muerte a decenas de miles de personas; y enfermó a cientos de miles en el país más pobre del continente americano.
“La ONU ha llegado a la convicción de que es necesario hacer mucho más con respecto a su propia participación en el brote inicial; y el sufrimiento de las personas afectadas por el cólera”; declaró Farhan Haq; el portavoz adjunto del secretario general de la organización, Ban Ki-moon, en un comunicado compartido con IPS.
La ONU está trabajando para tomar “un nuevo conjunto significativo de acciones”, cuyos detalles se darán a conocer en los próximos dos meses; dijo Haq.
“Este es un primer paso innovador hacia la justicia”; afirmó Beatrice Lindstrom, abogada de las víctimas del cólera y colaboradora del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití (IJDH), pero aclaró que; “la verdadera prueba está en lo que vendrá después”.
“La ONU debe seguir este anuncio con medidas; incluida una disculpa pública, un plan para compensar a las víctimas que han perdido tanto; y la garantía de que el cólera se eliminará en Haití a través de una fuerte inversión en la infraestructura de agua y saneamiento. Vamos a seguir luchando hasta que lo haga”, aseguró.
“Las promesas no impedirán que el cólera; mate ni compensarán por el daño a las familias pobres en Haití”; subrayó la abogada.
Durante años, la ONU negó su responsabilidad y sostuvo que tenía inmunidad en el asunto; pero la admisión actual se produjo tras las pruebas que surgieron de una investigación realizada por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna del foro mundial.
Los expertos creen que el cólera; fue introducido en Haití en 2010 por las fuerzas de paz de Nepal; cuando se vertieron aguas servidas infectadas al río Arbonite.
La misión de estabilización formaba parte de los esfuerzos de asistencia; después del devastador terremoto de 2010; que mató a 220.000 haitianos.