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Químicos en Alimentos buscan combatir la obesidad
México, 16 de enero de 2016.- Químicos en Alimentos buscan combatir la obesidad con productos nutritivos a base de ingredientes naturales como el frijol, la zanahoria, el coco, la soya y la quínoa.
Informaron un grupo de estudiantes de la Uni
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enero 16, 2016
Químicos en Alimentos buscan combatir la obesidad
junio 04, 2014
Los peores químicos en los alimentos
Los peores químicos en los alimentos
Imujer .La alimentación se ha convertido en algo muy extraño: cada vez es más común que comamos alimentos que antes eran considerados como un “gusto” –bebidas cola, papas fritas–, así como también alimentos procesados, congelados y enlatados. Si eres de esas personas, puede que no sepas todo lo que estás metiendo en tu cuerpo. Además de las grandes cantidades de grasas, azúcar y sodio, muchos alimentos de este tipo contienen aditivos químicos dañinos para la salud. Hoy queremos mostrarte algunos de ellos, para que puedas permanecer alejada de los mismos.
#6 Nitratos
Los nitratos se utilizan para preservar el sabor y el color en las carnes y pescados curados –salchichas, panceta, jamón–, y están directamente relacionados con un riesgo mayor de enfermedades cardíacas y diabetes del tipo 2. Además, los estudios muestran que, en animales, aumenta también el riesgo de la arteriosclerosis y pueden ser causantes del cáncer en muchos casos.
Por esta razón, lo ideal es elegir mayoritariamente carnes no procesadas, y buscar las orgánicas en cuanto sea posible. Por otra parte, mantener la ingesta de este tipo de carnes procesadas a una porción por semana para disminuir el riesgo notablemente
#5 Mercurio
El pescado es bueno para la salud y contiene un montón de ácidos grasos omega 3 que nos benefician ampliamente. Sin embargo, el contenido en mercurio que puede tener esta carne ha hecho que muchas personas se planteen dejar de comerlo.
Lo cierto es que los grupos de riesgo –mujeres embarazadas o amamantando y niños– deben evitar el pescado para no intoxicarse con mercurio. Los pescados que mayores cantidades contienen son la caballa, el pez espada, el blanquillo y la caballa rey.
El envenenamiento por mercurio causa alteraciones en las sensaciones, falta de coordinación, deterioro de la visión y el habla, problemas para caminar, debilidad muscular y desarrollo neurológico deteriorado en niños. El grado de exposición al mercurio se deriva de la cantidad y del tipo de pescado que se consuma.
#4 BPA
El bisfenol A se encuentra en los alimentos en lata o en recipientes plásticos, así como también en el agua y el aire. Sin embargo, las personas se ven expuestas a este químico principalmente por la alimentación. La sustancia se libera más cuando un recipiente de estas características es calentado.
El BPA es un disruptor endocrino que juega un papel fundamental en los tipos de cáncer hormonales –de mama o de próstata, principalmente–, disminuye el recuento de esperma, aumenta la obesidad, condiciona problemas de conducta, aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 y problemas en el sistema inmune. Para evitar todo esto, no debemos excedernos en nuestro consumo de alimentos enlatados, y no consumir alimentos calentados en su envase plástico.
#3 Arsénico
El arsénico se encuentra naturalmente en las aguas subterráneas, y puede llegar a afectarnos si está en el agua que bebemos o en algunos alimentos como el arroz. La exposición a largo plazo al arsénico puede causar cáncer, lesiones en la piel, problemas cardiovasculares, diabetes, neurotoxicidad.
En la mayoría de los países las regulaciones sobre el agua son estrictas, por lo que deberían tener especial cuidado aquellas poblaciones que consumen grandes cantidades de arroz –niños alimentados con cereales de arroz, vegetarianos y veganos e intolerantes al gluten–. Lo mejor que se puede hacer es enjuagar el arroz a fondo antes de cocinarlo, y hacerlo con una proporción de 6 tazas de agua por una de arroz.
#2 Endulzantes artificiales
Los edulcorantes artificiales –aspartamo, sucralosa, sacarina y acesulfame de potasio– tienen efectos secundarios no deseados. Aunque podemos pensar que la idea de consumir alimentos edulcorados artificialmente es bajar de peso, el efecto puede ser el contrario. Esto se debe a que no activan la vía de recompensa en el cerebro, que se traduce como menor saciedad luego del consumo y, por ende, aumento del apetito.
Además, como son mucho más dulces que la propia azúcar, pueden causar más antojo de cosas dulces y una dependencia. Por otra parte, y más allá del aumento de peso, pueden conllevar otros problemas de salud, como la diabetes.
#1 Organofosforados
Los organofosforados son los pesticidas más comunes utilizados en la agricultura. Pueden hacer daño principalmente a los niños, ya que hay una posible relación entre las altas concentraciones de este químico en la orina y el déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, esto no está comprobado y afirmado.
Si bien no podemos evitar la exposición al 100%, podemos reducirla al buscar frutas y verduras orgánicas siempre que podamos y al lavar lo mejor posible los alimentos antes de consumirlos.
Estos son los peores químicos en los alimentos. Lo ideal es que aprendamos de todo esto para tener una mejor salud: a veces, consideramos que un alimento es saludable cuando tiene un montón de procesos detrás. Por eso, elige sabiamente antes de llevarte algo a la boca.
mayo 28, 2014
Los químicos Corma Davis y Stucky Premio Príncipe de Investigación 2014
EFE. 28 de mayo de 2014.-Los químicos Avelino Corma (España) Mark E. Davis y Galen D. Stucky (EEUU) fueron galardonados hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación por su trabajo en materiales microporosos y mesoporosos.
Estos tres químicos han investigado materiales y procesos que sirven para la reducción de emisiones contaminantes de vehículos y fábricas, la mejora de los alimentos, la depuración de aguas, el desarrollo de nuevos medicamentos y de materiales sanitarios.
El acta del jurado destaca que los tres investigadores han realizado “notabilísimas aportaciones” al diseño y métodos de síntesis de estos materiales, al estudio de sus propiedades y al desarrollo de sus aplicaciones en campos muy diversos.
Entre las áreas de aplicación, detalla el acta, están la industria petroquímica, los plásticos biodegradables y la depuración de aguas, la mejora de la calidad de los alimentos, los nuevos medicamentos y los materiales sanitarios revolucionarios, los materiales optoelectrónicos, los elementos reductores de las emisiones contaminantes.
Esta candidatura había sido propuesta por el Consejo de Gobierno de la Universidad Politécnica de Valencia y apoyada, entre otros, por Santiago Grisolía, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1990.
Los tres químicos galardonados ocupan una posición de vanguardia a nivel internacional en el ámbito de la creación de nuevos materiales, concretamente de los microporosos y los mesoporosos.
Los primeros se caracterizan por poseer una estructura con poro de diámetro inferior a los dos nanómetros, entre los que se encuentran las zeolitas, aluminosilicatos naturales o artificiales, de extraordinarias propiedades absorbentes y como catalizadores industriales.
Los segundos tienen poros de hasta 50 nanómetros de diámetro y abarcan sustancias como diversos tipos de sílice, alúmina u óxidos de diferentes elementos mecánicos.
Corma Canós (Moncófar, Castellón, 1951) se licenció en Química en la Universidad de Valencia y se incorporó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como investigador en 1979 y como profesor de investigación en 1987.
Entre 1990 y 2010 dirigió el Instituto de Tecnología Química, perteneciente a la Politécnica de Valencia y al CSIC, considerado uno de los centros de referencia en el campo de los procesos catalíticos.
Reconocido como una autoridad internacional en el campo de la catálisis heterogénea, Corma trabaja en la creación de nueva materia compuesta de nanoporos que se forman por autoensamblaje de moléculas orgánicas e inorgánicas.
Mark E. Davis (Ellwood City, Pensilvania, EE.UU., 1955) estudió Ingeniería Química en la Universidad de Kentucky, en la que se doctoró en 1981, y hasta 1990 fue docente en la Virginia Polytechnic and State University.
Durante las décadas de los 80 y los 90, inició numerosos programas de síntesis de materiales y creó nuevas clases de catalizadores y tamices moleculares.
A raíz de que su mujer sufriese un cáncer de mama, dirigió sus esfuerzos hacia la búsqueda de nuevas vías de administrar las terapias contra el cáncer de manera más específica.
Galen D. Stucky (McPherson, Kansas, 1936) se licenció en Química y Física en el McPherson College en 1957 y se doctoró en Química Física en 1962 en la Iowa State University y en 1985 ingresó como docente en la Universidad de California, en Santa Bárbara, donde actualmente es profesor.
El trabajo de Stucky figura en la vanguardia de la demostración de cómo los materiales porosos pueden ser selectivamente convertidos en las morfologías deseadas para aplicaciones ópticas, de catálisis y de separación.
También ha desarrollado estudios in vivo de biomineralización que, actualmente, está aplicando a la síntesis de materiales in vitro.
La candidatura de los tres químicos se impuso en las últimas votaciones a la integrada por los españoles Carlos López Otín y Elías Campo, junto al británico Michael Stratton por sus trabajos para la secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica.
El galardón está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, así como por 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia.
En los últimos años han sido distinguidos con el premio los físicos Peter Higgs y François Englert y la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN); los neurólogos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti; los neurobiólogos David Julius, Linda Watkins y Baruch Minke y los pioneros de Internet Lawrence Roberts, Robert Kahn, Vinton Cerf y Tim Berners-Lee.
En esta XXXIV edición de los galardones se han fallado ya los premios de Artes (Frank Gehry), Ciencias Sociales (Joseph Pérez) y Comunicación y Humanidades (Quino).