*#YoSoy17 y las Carencias en el Sector Salud
*“Modernizan” Unidades, Pero no Aumentan Médicos
Política Al Margen. Por Jaime Arizmendi
Argonmexico / Sin recursos no hay salud… Medio siglo después del movimiento médico que movió las estructuras del sector salud; la reciente criminalización de 22 empleados del IMSS en Jalisco, entre directivos, galenos y enfermeras (16 de ellos ya en proceso judicial), desencadena una nueva movilización nacional que el pasado domingo 22 se tradujo en que miles de ellos tomaran las calles y plazas públicas de más de 50 ciudades del país.
Enfundados en su bata blanca y con un moño negro, miles de doctores incorporados al #YoSoy17 protagonizaron manifestaciones en solidaridad con 16 de sus colegas del Centro Médico de Occidente, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Guadalajara, sujetos a proceso penal por una supuesta negligencia médica.
Los manifestantes coinciden en denunciar que trabajan bajo la amenaza de un sistema de salud que está colapsando, porque en las instituciones se trabaja con alarmantes carencias, no sólo de medicamentos, sino también de médicos y hasta de equipo y demás implementos urgentes para atender debidamente a los derechohabientes o asegurados.
En el Distrito Federal, los médicos iniciaron al filo de las 10:30 horas del domingo su marcha desde el Ángel de la Independencia. Su objetivo era llegar al Zócalo capitalino con las consignas: “Somos médicos, No somos Dios. No somos criminales”. Una y otra vez, los manifestantes fueron detenidos por granaderos, en busca de impedirles continuar la marcha.
De su lado, Rafael Cervantes López, miembro de la organización no gubernamental Colegio Médico de México, expuso que el caso de sus colegas en Jalisco es un síntoma más de un sistema de salud enfermo. “Sin recursos no hay salud”, replicaron muchos de ellos casi hasta la afonía.
Afirman que ante las graves carencias que afectan a muchas instituciones del sector salud, miles de galenos en repetidas ocasiones tienen que utilizar sus propios equipos e implementos, para atender a los pacientes.
Por ejemplo, en el Hospital General de Zona No. 29 del IMSS, en el DF, se carece de una Unidad de Terapia Intensiva por lo que, cuando los enfermos llegan infartados o muy graves, no se les puede dar el servicio que requieren realmente por no contar con la mencionada unidad, y eso provoca la muerte de asegurados.
Esta situación no es singular, ya que otras unidades del mismo Instituto tampoco cuentan con la Unidad Especializada de Terapia Intensiva. En este nosocomio se realizó una “modernización”, se duplicaron los quirófanos, y pasaron de tres a seis; pero tres quirófanos permanecen cerrados por falta de personal.
Peor aún, a las graves carencias en instituciones públicas, hay que añadirles otras situaciones como el que médicos internos de pregrado, verdaderamente estudiantes que no están titulados, son responsabilizados de fungir como si ya estuvieran acreditados para ello.
Para muchos galenos es en verdad preocupante incongruencia, el que al existir la Ley General de Salud, en la cual se establecen las condicionantes para que se autorice a funcionar a una unidad médica privada, en las mismas instituciones públicas del Sector Salud no se cubren los requerimientos que determina esa legislación.
Asimismo, con la nueva legislación aprobada durante el mandato de Felipe Calderón, que regula al IMSS, y la del ISSSTE, de un plumazo se ampliaron los años de servicio de 30 a 35, para que el personal se pueda jubilar.
Sin embargo, pocos entienden que un médico cirujano con alguna especialidad empieza a laborar cuando alcanza en promedio los 28 años de edad o más; y tres décadas después muchos doctores ya tienen disminuida su capacidad visual, o hasta presentan padecimientos ligados al servicio de su profesión; y sólo se pone en riesgo a los enfermos que les toca atender.
En el marco de la movilización de batas blancas, Rafael Cervantes aseguró que los médicos están unidos en la defensa de sus derechos, ante la peligrosa criminalización de su profesión. “Pretendemos que esta manifestación sea un aviso a las autoridades sanitarias de que nos mantendremos unidos para no permitir más atropellos a nuestros derechos profesionales.
Sí, ese domingo en el DF, al igual que en más de medio centenar de ciudades del país, los médicos de diversas instituciones, tanto públicas como privadas, marcharon para exigir que se pare la criminalización de su profesión mediante la mejora de los reglamentos que afectan el ejercicio de su quehacer diario.
Denuncian de forma insistente las carencias y condiciones laborales de los galenos y un creciente reproche de los ciudadanos, cuando éstos no son responsables de todo lo que ocurre al interior de un hospital.
En Puebla, Genoveva Ramírez, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), repuso que médicos del sector público y privado participaron en esta marcha en solidaridad con sus colegas de Jalisco. Partieron del Gallito, en el paseo Bravo, y llegaron al Zócalo de la ciudad. Iban ataviados con sus batas blancas y un moño negro en la manga.
Aparte del caso de los 16 médicos jaliscienses sujetos a proceso penal, las reivindicaciones del movimiento de batas blancas incluyen la defensa de su legítimo derecho a ejercer su profesión de forma segura; pero también está la denuncia del accionar irresponsable de los mandos en el sector porque han dejado al garete el mantenimiento de instalaciones y equipos sanitarios, léase unidades de salud de las 32 entidades; mientras la Secretaría de Salud no asume su responsabilidad.
En sus movilizaciones, los “galenos” (llamados así en honor de Galeno, precursor griego de la práctica médica), han manifestado su rechazo a que se les culpabilice a ellos, sin considerar las adversas condiciones en que laboran.
Si bien, entre los miles de médicos que trabajan en el sector puede haber casos de actuación irresponsable, lo cual es materia de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed); en términos globales es también una verdad que la negligencia institucional es de mayor alcance, porque pone en peligro a millones de derechohabientes.
Tan sólo en el IMSS hay cerca de 50 millones de asegurados, tomando en cuenta a los casi 15 millones de trabajadores afiliados y a sus familiares. ¿De qué se trata?, de empujar al Sector Salud hacia un abismo, para luego aducir que por su falta de buen servicio hay que privatizarlo. Las elecciones están más cerca de lo que se estima y nos observan los de la Internacional Socialista…
jarizmx@yahoo.com.mx y argonpolitico@gmail.com