Miles de personas despiden al emblemático Shimon Peres al pasar delante de su ataúd
Miles de personas hacían fila el jueves para pasar delante del ataúd de Shimon Peres cubierto por la bandera israelí y rendir homenaje al emblemático; ex presidente y ex primer ministro que se ganó el reconocimiento mundial por sus esfuerzos para lograr la paz con los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente del país, Reuven Rivlin, colocaron el jueves por la mañana coronas de flores junto al ataúd; del noveno presidente de Irán, Shimon Peres, dentro de los preparativos para su funeral.
Peres murió el miércoles por complicaciones derivadas de un derrame cerebral. Tenía 93 años.
El féretro, envuelto en una bandera azul y blanca; permanecerá todo el día en la plaza del Parlamento israelí para que los israelíes puedan acudir a presentar sus respetos.
El funeral se fijó para el viernes en el cementerio nacional, en Jerusalén.
Decenas de líderes mundiales indicaron que asistirían; como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Bill Clinton o el presidente de Francia, François Hollande.
La policía cerró varias calles en Jerusalén en preparación del evento.
Decenas de miles de personas esperaban para pasar delante del ataúd de Peres durante las 12 horas de homenaje; que se llevaban adelante el jueves en la plaza parlamentaria, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin dejaron coronas florales.
"Vinimos para rendir nuestro homenaje a un hombre maravilloso que pensamos que seguirá por siempre" con nosotros; dijo Michael Leon, un trabajador bancario nacido en Londres. "Él era un hombre con un gran sueño de traer paz a esta región, al nuevo Oriente Medio. Lamentablemente, no hemos logrado esa meta aún pero continuaremos con sus objetivos", agregó.
Peres compartió en 1994 el premio Nobel de la Paz con el fallecido ex primer ministro Yitzhak Rabin; y el difunto líder palestino Yasser Arafat, por haber logrado un acuerdo de paz preliminar en 1993 -conocido como los Acuerdos de Oslo-, que luego nunca pudo ser convertido en un tratado definitivo.