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abril 24, 2017

Las ganancias de Banxico

Las ganancias de Banxico

Cuentos políticos. Por: Francisco Martín.

La cuenta es sencilla: en lo que llevamos del año, la paridad (Fix) ha pasado de 17.24 pesos por dólar a 19.37 al viernes pasado. Y para finales de este año –según las cotizaciones del mercado de futuros– el dólar podría cerrar a 19.54 pesos.

Es decir, para el 30 de diciembre de este año se pagará, por lo menos, 2 pesos más por dólar.

En suma, la revaluación de los activos en dólares (reservas) del banco central por el tipo de cambio actual genera una utilidad que se transforma en un aumento de capital.

Si se tienen reservas por 175 mil millones de dólares, éstas tendrían una "ganancia" de 350 mil millones de pesos en este año; y es muy probable que buena parte de esa "ganancia" se transfiera al Gobierno como remanente.

Así que nadie se debe sorprender si el Banco de México le entrega a la Secretaría de Hacienda en abril del próximo año alrededor de 300 mil millones de pesos por ganancias cambiarias.

De ser así, Banxico habrá entregado unos 570 mil millones de pesos en tres años consecutivos de devaluación de nuestra moneda.

Así que el incentivo perverso para depreciar al peso allí está, o, por lo menos, el incentivo para no revaluar nuestra moneda.

Y habrá que preguntarse un par de asuntos delicados:

¿Acaso la depreciación del peso se ha convertido en un gran negocio para el Gobierno en un momento políticamente importante para salvar la cara?

Pero también habrá que preguntarse si el banco central es o no, hoy por hoy, el más grande especulador que tiene que enfrentar el peso.

Allí quedan las preguntas en momentos en que la regla de oro de la confianza se ha tirado por la borda.
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El Gobierno apuesta a que Banxico lo rescate

Si las expectativas de los analistas del sector privado que dio a conocer Citibanamex se cumplen, entonces la paridad habrá pasado de 17.24 pesos al cierre de 2015 a 20.50 pesos a finales de este año. Es decir, el dólar costará 3.26 pesos más que a finales del año pasado, una depreciación de 18.9 por ciento en el año.

El continuo encarecimiento del dólar tiene, por supuesto, efectos inflacionarios en una economía con una gran proporción de bienes comerciables como la mexicana. Y si bien el mercado espera una inflación de 4 por ciento para 2017, hay algunos analistas que ven –con razón– una tasa de inflación mayor; de 4.60 por ciento (Citibanamex) o, incluso, de 4.90 por ciento (Scotiabank) para el próximo año.

Así que el asunto de las expectativas inflacionarias es ya altamente preocupante y debe ser abordado con firmeza por parte del banco central (así lo escribimos en “El Peligro de la Inflación” del 16 noviembre pasado).
Sin embargo, hay otro filón de la depreciación del peso que es muy preocupante y que aquí hemos insistido desde hace tiempo en varias ocasiones. Y me refiero a que la depreciación del peso frente al dólar le da recursos al Gobierno Federal a través del Banco de México, en un momento en que los objetivos del déficit público planteados por el Gobierno han sido seriamente cuestionados por los inversionistas y las calificadoras.

Pongámoslo en perspectiva. Una depreciación de 3.26 pesos por cada dólar significarán "ganancias cambiarias" por 554 mil 200 millones de pesos para el banco central. El monto surge porque las reservas internacionales del Banco de México, de 170 mil millones de dólares en números redondos, se expresan contablemente en pesos. Así que el total de las reservas nominadas en pesos crecerán en este año en 3.26 pesos por cada dólar de reservas.

De una cifra similar –poco más de 565 mil millones de pesos– ya da cuenta el Boletín Semanal sobre el Estado de Cuenta del Banco de México que al 15 de noviembre pasado muestra 933 mil 212 millones de pesos en el rubro “Otros pasivos y capital contable”. Al 15 de abril pasado –posterior a la entrega de los remanentes de operación al Gobierno Federal correspondientes a 2015– esta cifra era de 368 mil 048 millones de pesos. Así que el enorme monto del remanente de operación que se entregará al Gobierno Federal ya se vislumbra en el balance del banco central.

Asumiendo que la Junta de Gobierno del Banco de México decide aumentar ligeramente el capital del Banco –no sería por una cantidad muy elevada dado que el banco central tiene capital positivo– podríamos pensar razonablemente que la Junta de Gobierno transferirá una enorme cantidad de recursos en pesos al Gobierno Federal. Hay que recordar que la ley del Banco de México le obliga a entregar los "remanentes de operación" (léase ganancias cambiarias) al Gobierno Federal, principalmente para pagar deudas públicas.

 

 
Así que, con una perspectiva de depreciación del peso como lo están planteando los analistas del sector privado, es razonable esperar que el Banco de México entregue a la Secretaría de Hacienda alrededor de 500 mil millones de pesos por "remanentes de operación" del año 2016.

Estos recursos se transferirían en abril del próximo año y serían "oro molido" para el presidente Peña Nieto, su "asesor" Luis Videgaray, y para el secretario Meade en momentos en que los ingresos fiscales tienden a caer, mientras que los recortes al gasto público han sido más cosméticos que reales.

El 3 de octubre pasado calculamos aquí que los remanentes de operación del banco central que recibiría Hacienda por el año 2016, serían del orden de los 300 mil millones de pesos (aquella columna se titulaba “El Gran negocio del Gobierno con la depreciación del peso”, 3 octubre).

Sin embargo, las expectativas sobre el peso se deterioraron en el último mes y medio por lo que el monto de las ganancias cambiarias que transferiría el banco central al Gobierno Federal podría crecer sustancialmente hasta alcanzar medio billón de pesos.

En el actual contexto de finanzas públicas débiles y con elecciones a la vista, hay un incentivo perverso a depreciar el peso o, simplemente, a no detener su depreciación frente al dólar. El Gobierno está incentivado a cubrir el hueco en las finanzas públicas con las ganancias cambiarias que le entrega el banco central, evitando los recortes que debería implementar en el gasto público.
Sin embargo, estos recortes –que se calculan también en medio billón de pesos– nunca han llegado y el presupuesto para 2017 que aprobaron los diputados tampoco los contemplan.

Así que las preguntas que hacíamos aquel 3 de octubre siguen vigentes:

¿Acaso la depreciación del peso se ha convertido en el gran salvavidas para el Gobierno en un momento políticamente clave?

¿Acaso el banco central es, hoy por hoy, el más grande especulador que tiene que enfrentar el peso?

El asunto es de lo más delicado. Un Gobierno incentivado a depreciar la moneda para financiar su desproporcionado gasto y un banco central autónomo que falta a su objetivo prioritario constitucional (artículo 28) de “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”.

¿Ante qué estamos?

 

enero 27, 2017

Confirman el próximo gasolinazo para el 4 de febrero

La Secretaría de Hacienda confirma un nuevo gasolinazo para el 4 de febrero.


Desde diciembre se ha especulado sobre los precios de la gasolina en nuestro país. Ya se sabía que en 2017 variaría; el jueves 26 de enero se confirmó cuando será el siguiente gasolinazo que tendremos este año.

El secretario de Hacienda y Crédito Público, confirmó que el próximo 4 de febrero habrá un nuevo aumento en el país; solo que no será de la misma magnitud que el pasado.

En entrevista, el funcionario comentó que dicho ajuste fue el mayor incremento, el más importante en épocas recientes; por lo que el siguiente será de menor magnitud, eso dependiendo de las condiciones que haya en el mercado.

Gracias a la liberación de los precios de la gasolina a partir de este año; veremos cómo habrá ajustes en diversos momentos del 2017.

El precio incluirá costos, impuestos y ganancias; que el gobierno federal supone que se observarán en el mercado liberalizado.

Según el funcionario, el gasolinazo de enero fue drástico debido a que se dio en condiciones “inusuales”.

El que se diera un incremento considerable en el precio del petróleo y que, desde hace ocho años; la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no se ponía de acuerdo en un recorte en la producción; “Eso implicó un incremento de poco más del 20% en el último trimestre del año el precio del petróleo”, señaló.

febrero 18, 2016

Videgaray protesta

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Videgaray protesta
 
Alhajero. Por: Martha Anaya.
¿Qué buscan el Banco de México y la Secretaría de Hacienda con esas medidas extraordinarias que anunciaron ayer: recorte al gasto, aumento en las tasas y suspensión de las subastas de dólares?

De entrada, “evitar el pánico”, apunta Eduard
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/videgaray-protesta/

enero 27, 2016

Bajará gasolina Premium en febrero 3 centavos

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Bajará gasolina Premium en febrero 3 centavos
Ciudad de México, 27 de enero de 2016.- Bajará gasolina Premium en febrero 2016, redujo sólo 3 centavos por litro respecto al precio que se observo en enero, añadió.

En cambio los precios máximos aplicables a la gasolina magna y el diesel se manten
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/bajara-gasolina-premium/

agosto 03, 2015

Que las finanzas públicas sean sanas y transparentes

La gran depresión. Por: Enrique Campos.


Que las finanzas públicas sean sanas y transparentes


No hay que defender el peso, hay que defender la transparencia de la información financiera para evitar que algún muerto en el clóset de las fianzas públicas nos vuelva a provocar una crisis sorpresiva en este país.


A toro pasado todo el mundo fue capaz de señalar los evidentes desequilibrios que tenían las finanzas públicas mexicanas a mediados de los 90 y que provocaron la peor crisis bancaria de la que tengamos memoria, además de una abrupta devaluación y una de las más profundas recesiones de la historia.


Ingresos fiscales bajos, gasto público alto, deuda de corto plazo en dólares, paridad fija, un riesgo país creciente por la incertidumbre del aquel terrible 1994. En fin, calamidades que hoy están en los libros de texto de economía pero que en su momento nadie vio.


Por eso es indispensable poder monitorear todo el tiempo y a detalle la información financiera gubernamental. Porque si hay un valor en la economía mexicana es aquello de conservar las finanzas públicas sanas.


Es el mantra que hay que repetir, que nunca hay que olvidar porque ésa puede ser la diferencia al momento de las épocas de turbulencia como ésta.


El reporte de finanzas públicas al cierre del segundo trimestre del año que presentó la Secretaría de Hacienda deja ver que el gobierno federal va a tener que redoblar sus esfuerzos de austeridad durante la segunda mitad del año si quiere evitar algunas calamidades.


No hay responsabilidad local en la baja de los ingresos petroleros por precio, este gobierno inició la corrección de la baja en la plataforma de producción y a su cobrador de impuestos le ponen casa en el gobierno federal.


Donde sí hay que ser exigentes es en la calidad de la información disponible. Adornar un comunicado financiero con los mejores números al principio es cuestión de estilo político.


Puede llamarse el informe de finanzas públicas “Acciones y resultados al primer semestre del 2015”, pero no puede obviar información tan importante como el comportamiento del gasto corriente, por ejemplo.


Hasta el primer semestre de este año hay un déficit público de más de 345,000 millones de dólares, que es 48% superior a lo registrado en igual periodo del año pasado.


La Secretaría de Hacienda nos dice que es un resultado congruente con lo que aprobaron los legisladores.


Sabemos del incremento en el gasto programable de 7.4%, pero en la información para la prensa no sabemos cuánto aumentó el gasto corriente y cuánto el gasto de capital.


Hay que ir a consultar el documento que por ley tiene que mandar el gobierno federal al Congreso para saber que durante el primer semestre de este año el gasto corriente aumentó 5.8% y que dentro de éste hay un rubro llamado ayudas y otros gastos, que aumentó 283 por ciento.


En este último, por ejemplo, hay prerrogativas para los partidos políticos.


El actual gobierno ha sido un poco más heterodoxo con el manejo de las finanzas públicas, al menos con respecto a las tres anteriores administraciones.


A pesar de ello, el compromiso, incluso del presidente Peña Nieto, es mantener la disciplina fiscal como uno de los más grandes valores financieros del país.


Seguro que los recortes prometidos se habrán de recargar en esta segunda mitad del año.


Porque, de acuerdo con los números disponibles para la prensa y los que no están tan a la vista, la parte final del año se perfila para ser muy emocionante en materia de ahorro en el gasto.



Que las finanzas públicas sean sanas y transparentes

julio 22, 2015

El dólar tiene un problema

La gran depresión. Por: Enrique Campos.


El dólar tiene un problema


Sí, el que tiene el problema es el dólar de Estados Unidos, lo que hay que cuidar es que esa fortaleza no sea un pretexto para provocarle dificultades personales a la moneda mexicana, alentando una ola especulativa.


Es muy válido, incluso muy útil, atender el comportamiento del dólar frente a una canasta de divisas para ubicar en su justa dimensión lo que ocurre.


No es un consuelo de tontos ver que el dólar canadiense o el peso colombiano han tenido peor suerte que nuestra moneda en su relación frente al billete verde, porque en la búsqueda de culpables hay que apuntarlos fuera de nuestras fronteras.


Si queremos responsables, despachaban en la Reserva Federal. Y hablo en pasado porque la semilla de lo que hoy vemos se sembró desde que iniciaron los planes de hiperliquidez y tasas en cero que se diseñaron para impulsar el crecimiento de la economía estadounidense.


Cuando la máquina de fabricar dólares trabajaba tiempo extra, nadie se quejaba, porque con esos billetes se financiaban los mercados a precios muy bajos. Pero todos tenían claro que la fiesta se acabaría y todos sabían que los excesos no dejan nada bueno.


Desde la pequeña perspectiva de un turista mexicano, lo que le pasa al peso es una desgracia, porque arruina el shopping en San Antonio; para los exportadores es un sueño hecho realidad y para la mayoría de la población es algo inocuo desde el momento en que no ha afectado la inflación… todavía.


Lo que hay que cuidar es que el peso no se convierta en un objeto del deseo de los especuladores, desafortunadamente hay algunas evidencias de ello.


En el mercado de futuros de Chicago se han incrementado a niveles máximos históricos las posiciones cortas sobre el peso, anticipando una mayor depreciación. Eso se llama especulación dirigida.


Es ahí donde la Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, debe dejarse ver claramente.


No para defender a toda costa el peso, pero sí con la fortaleza suficiente como para que los especuladores vuelen como moscas a otras monedas más débiles.


Si alguien le quiere encontrar culpables dentro del país, será producto de otras motivaciones seguramente políticas. Los que adelantan devaluaciones apocalípticas seguramente tienen dolaritos guardados bajo su colchón y los que se cuelgan del tema para profetizar desde sus tribunas o los medios seguro no tienen nada mejor que decir.


Por lo demás no hay nada que hacer en la relación peso-dólar. La moneda mexicana es un pasajero más en este proceso de reordenamiento de la política monetaria de Estados Unidos.


En todo caso, tiene que ser aquel país el que se preocupe por la fortaleza de su dólar, porque eso inundará de turistas estadounidenses el mundo, pero le pegará a su mercado interno sin lugar a dudas.


Porque si algo está claro es que al menos esta devaluación no es problema del peso, como lo han sido las de los 70, 80 y 90 del siglo pasado. Ésta es importada y focalizada en la relación con la divisa externa más importante con la que comerciamos.


Es, al final del día, un problema del dólar de Estados Unidos.



El dólar tiene un problema