Marchas y manifestaciones en varias partes del mundo
Claraboya. Por: Luferni.
Es lenguaje multitudinario y contagioso.
Se da en varias partes del mundo. Salir; reunirse y gritar; cantar; pancartear; caminar; protestar; reclamar; exigir. Algunas veces se cuelga; de la marcha o la manifestación; el grupo encapuchado que rompe vidrios; fuerza puertas y anima saqueos. Y entonces la fuerza pública; no sabe quién es manifestante y quien es demoledor y saqueador.
Esta expresión callejera llega a todas las pantallas de todos los tamaños gracias a las cámaras que captan las imágenes y las desparraman como espectáculo perceptible en todas las ventanas cibernéticas; digitales; electrónicas.
Así la manifestación está en la sala, en el comedor; en la alcoba o en la cocina y en la oficina; en la mini pantalla del teléfono celular; de la computadora portátil; o de las pantallas murales de muchas pulgadas.
Es un gran desahogo; una válvula de escape de las tensiones individuales que se suman solo para decir:” ¡aquí estamos!”; indignados; inconformes; presentes; unánimes reaccionando y resistiendo. Pretende ser un peso moral de los que dan el mandato frente a quienes lo han recibido para que promuevan el bien común.
Las marchas resistentes están siendo abundantes en la vecina Unión de Estados y en este territorio nacional. Un ejercicio del poder del jefe de la Casablanca —recientemente electo— ha emitido órdenes ejecutivas tajantes sin el filtro parlamentario. Ya el poder judicial; con cimiento constitucional; suspende su cumplimiento por considerarlas anticonstitucionales.
Las redes atrapan los peces de los memes y los mensajes de texto en el océano de las comunicaciones.
Por ahí; sin salida ni aglomeración física; se da el entramado de las mutuas invitaciones; los acuerdos y el vocerío; sin estruendo ni estridencia audible; para reforzar y hacer posible el clamor de opinión con repercusiones mundiales.
Marcha y manifestación es un plebiscito o referéndum de presencias ciudadanas para que el régimen no finja sordera ni practique una indiferencia impune. Los cauces legales tendrán que recoger esta avalancha clamorosa para convertirla en propuestas para la promulgación de normas saludables.
Tiempo; vida; presencia y confluencia es poder de la no violencia ciudadana y popular para que la democracia no sea solo una gracia sin demo o una disimulada oligarquía de privilegios que exhibe y promueve desigualdad…
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