Joaquín López Dóriga. En una ronda matutina de radio, ayer por la mañana, Jesús Zambrano volvió a mentir al decir que él nunca ordenó a los senadores de su partido votar en bloque contra la reforma de telecomunicaciones durante la sesión extraordinaria del viernes.
Y luego, en conferencia de prensa, me acusó de llevar a cabo lo que llamó una campaña de linchamiento en su contra, quehacer del que es todo un profesional.
En la misma declaración con los periodistas, reiteró que era absolutamente falso que él hubiera ordenado a los senadores perredistas que votaran en contra en lo general de la legislación secundaria de la ley de telecomunicaciones.
Debo reiterar que quien miente otra vez es Zambrano. Que efectivamente, el viernes, como afirmé, acudió a la reunión de los senadores del PRD y habló con su coordinador, Miguel Barbosa, para decirle que la línea era votar en bloque y en contra, cuando el propio Barbosa habría dado voto libre ante las posiciones encontradas, unos a favor y otros en contra de dicho dictamen.
La situación de descontento en esa bancada llegó a tal punto, que les amenazó con sacar un resolutivo especial del Consejo Político Nacional, que estaba reunido, que les mandatara votar en bloque y en contra, como lo detalló el mismo Barbosa desde la tribuna del Senado.
Así que, no hay duda alguna y hay testigos de su propio partido, que incluso, algunos de los cuales, hablaron en tribuna a favor de la ley, antes de la orden en contra de Zambrano.
Además, el coordinador de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, me dijo el lunes en Radio Fórmula, que su bancada votaría como Zambrano les dijera. Y el mismo Zambrano dijo ayer que los diputados votarían libre, pero que sería mejor que votaran en contra so pena de que el partido, él, claro, se los reclamara y por eso los 94 diputados perredistas votaron contra el dictamen de la ley de telecomunicaciones, como les había dicho Zambrano y adelantaba el mismo Aureoles en la víspera.
Ahora, el presidente del PRD se victimiza, habla de linchamiento y afirma que no dijo lo que dijo, con lo que vuelve a mentir, cuando, insisto, hay testigos de su mismo partido que lo han revelado públicamente, y vuelve a mentir cuando dice que vía tuiter lo califiqué de dictador, lo que también es completamente falso y lo emplazo a que lo demuestre.
En cuanto a la réplica, le recuerdo, porque lo conoce perfecto, que por ley solo se puede invocar cuando se trata de refutar hechos falsos o inexactos, que no es el caso como lo sabe, y no para alusiones personales, o autoalusiones como la que hace cuando se llama dictador.
Por último, no entiendo, Jesús, ¿por qué te quieres pelear conmigo? Tú sabrás.
Nos vemos mañana, pero en privado.
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