26 de julio del 2014. El Papa nuevamente elige el sur, la periferia, para llevar aliento y esperanza a los habitantes de esta localidad cercana a Nápoles, castigada también por la mala administración y la corrupción, por la colusión entre el narco y los políticos.
La visita de Francisco, este sábado, ha generado una gran expectativa y movilización. Los organizadores calculan que más de 200 mil fieles están en Caserta para ver y escuchar al Papa.
El Papa se reunirá con los sacerdotes de la diócesis y luego oficiará una misa en público, a las 18, hora italiana. Será en la plaza frente al palacio Real de Caserta. Luego de la ceremonia retornará al Vaticano.
Pero volverá a Caserta, 48 horas después, el lunes, esta vez, para encontrarse con un amigo, el pastor evangélico Giovanni Traettino, a quien conoció en Buenos Aires en el año 2006.
En cuanto a la visita de este sábado, monseñor Giovanni D’Alise, nombrado obispo de Caserta el pasado 21 de marzo por el propio Francisco, dijo que la presencia del Papa es “un gran regalo” para la diócesis y la ciudad. “Francisco presta atención una vez más a la realidad del sur italiano, a las preocupaciones pastorales y espirituales”.
También expresó su deseo de que la visita del Papa sea una sacudida a las conciencias adormecidas y anticipó que Francisco hablará de la delincuencia organizada, la inmigración, y los problemas sociales como el incremento del desempleo.
Reuters.
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