Seis mitos sexuales que pasan por ciertos
Publimetro. La cuarta definición que dicta la Real Academia Española sobre la palabra mito reza así: “persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen”. Este es el caso de la mayoría de los mitos que rodean al sexo.
El ser humano para tener un bienestar físico y psíquico necesita que se unan un compendio de situaciones que le produzcan esa tranquilidad, bienestar y placer. “Las relaciones sexuales son importantes porque no es sólo el placer de ese contacto íntimo y la comunicación entre dos personas; además en el momento de la relación se liberan una serie de sustancias en el organismo que tienen una importante actividad en el bienestar de la salud y ayudan a la relajación, importantísima para un equilibrio de la salud y social en la persona”, afirma José Benítez, director médico de Boston Medical Group, con quien analizamos los principales mitos del sexo instaurados en nuestras mentes.
1.¿Los hombres tienen mayores necesidades ssexuales que las mujeres?
Mito total. La necesidad de tener relaciones sexuales se entiende por el deseo, la motivación para esa relación… y tanto hombres como mujeres se ven afectados por los mismos factores.
El estrés, la falta de sueño, las condiciones médicas de la persona y el envejecimiento que va sintiendo el cuerpo es igual para todos los géneros. Es cierto que la mujer tiene también otras influencias como la píldora anticonceptiva que disminuyen el deseo o el ciclo menstrual. Pero esa necesidad que hablamos es tan imperiosa para el hombre como para la mujer.
El mito viene de atrás. En épocas pasadas éramos un poco más machistas que ahora; el avance ha hecho que las mujeres entren en la vida cotidiana con el mismo empuje y valor social que el hombre. Los que estamos a diario en contacto con personas de 80, 70 años sabemos que tienen puntos de vista que no tienen nada que ver con los jóvenes. Esto viene desde tiempos inmemoriales y se han mantenido porque a muchos hombres les conviene.
2.A partir de cierta edad, ¿el sexo ya no es importante?
Falso totalmente. El deseo sexual disminuye con el tiempo, me refiero al deseo sexual que es dependiente de las hormonas masculinas o femeninas; tengamos en cuenta que en ambos hay hormonas encargadas de estimular ese deseo y son esas hormonas las que con el tiempo van declinando.
No debemos confundir importancia con frecuencia. El sexo es importantísimo; une, gratifica, mantiene esa relación en la pareja. Yo recuerdo frases como: “en la cama se arregla todo”; no sólo con el sexo sino porque se habla, se relaja la gente, descansamos, hay intercambios sexuales y verbales.
3.La pequeña píldora azul, ¿la solución?
Viagra, la píldora milagrosa. La pequeña píldora azul tiene una gran importancia porque abrió la era de los medicamentos que fueron creados con ese fin. No es lo único, no te salva de todo porque existen pacientes que no pueden usarlo; tiene contraindicaciones.
Lo primero, tiene que ser indicado por un especialista y tras un estudio personalizado, pero no por ello pensemos que está perdido todo porque existen muchos más medicamentos y otras formas de tratamiento. Cualquier persona que tenga disfunciones sexuales puede ser tratada.
4.¿El tamaño importa?
Hay debate; siempre se ha pensado. Volvemos a los tiempos anteriores, pero muy anteriores en los que se hablaba de virilidad según el tamaño del miembro; realmente, eso no es importante.
El tamaño no importa, hablemos de estructuras. Es más importante el grosor del miembro que el largo. Si se saben buscar los puntos eróticos y erógenos de la pareja habrá una buena relación sexual; esto significa que hay una compenetración y ambos llegan a la satisfacción en pareja.
La circunferencia sería mucho más importante para el roce que la longitud; de hecho, el sexo, dicho por los pacientes, con el tamaño exagerado es traumático, incluso limitante.
¿Si es importante para los hombres? Creo que la preocupación existe, aunque ahora no tanto. Esto ha ido disminuyendo, mucha información y en el sexo lo fundamental es la interrelación con la pareja, la identificación, la conexión.
5. La eyaculación precoz, ¿sólo afecta a hombres jóvenes?
En la actualidad se sigue pensando, no tiene que ver con el machismo, no confundamos. Cuando comenzamos la vida sexual en nuestra juventud, ese deseo y ese nerviosismo hace que haya un gatillazo, que eyacules más rápido sin lograr el orgasmo de la pareja.
Eso no significa que haya eyaculación precoz porque eso tanto afecta a jóvenes como a adultos. En el adulto la eyaculación precoz puede aparecer cuando nunca lo ha tenido y en los adultos, por encima de los 40 ó 50, años puede aparecer por trastornos prostáticos.
Comenzar a tener una disfunción eréctil y concomitante a ello aparecer una eyaculación precoz puede pasar porque sabe que no va a llegar la buena erección hasta el final. Todas estas cuestiones son tratables, recuperables y cuanto más próximo a su aparición se acuda al especialista antes será la recuperación. Es un trastorno de la salud como cualquiera.
6.Hoy no, que me duele la cabeza…
Error; el sexo no sólo te relaja sino que alivia dolores y molestias leves, como precisamente, estos dolores de cabeza. La oxitocina y las endorfinas liberadas durante el orgasmo son responsables de calmar estos dolores.
7. Algunos alimentos ¿pueden mejorar nuestra disposición a mantener relaciones sexuales?
No hay prueba científica sobre ello. Hablar de alimentos afrodisíacos responde a sensaciones o imágenes que están ocultas en nuestra memoria, es la parte psíquica de todo esto, al igual que los colores, los sabores es una cuestión psíquica. Si te dicen que las ostras estimulan, esto lo tienes grabado en la mente y psíquicamente desencadena un factor a tu beneficio.
Estos factores son estimuladores de la memoria visual y el sexo se estimula a través del cerebro. La ostra no tiene una composición que te excite; sí sabemos que si te tomas una copa de champagne te relajas, y disminuyen en tu organismo sustancias como la adrenalina; se produce una vasodilatación; se necesita una relajación y una vasodilatación para que las estructuras del miembro masculino se llenen de sangre con la excitación.
La cuestión no es que los alimentos tengan sustancias que te provoquen una erección o una excitación. Por tomarte un plato de ostras no vas a tener una relación sexual impresionante.
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