Todo el país conmovido por el caso de los 43 desaparecidos voces solo exigen "verdad y justicia".
Tras la verdad en unos de los casos mas crueles se vivió la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014; recordando el ataque a normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Aytozinapa, en Iguala, Guerrero.
El saldo de la masacre: seis personas muertas, tres de ellas estudiantes; un alumno que sobrevive en estado vegetativo, y 43 normalistas desaparecidos.
A dos años de la sangrienta noche, el motivo del ataque a los estudiantes sigue siendo un misterio; y el paradero de los normalistas continúa irresuelto.
Desde entonces, miles de voces en México; y en el mundo claman verdad y justicia.
Y los padres y familiares de los estudiantes recorren el país y el extranjero denunciando los hechos y buscando a sus desaparecidos.
La noche de Iguala, con la que inició el descrédito nacional e internacional del gobierno de Enrique Peña Nieto; ha provocado las renuncias de un gobernador y un procurador general de la República; el encarcelamiento de un alcalde y la remoción “por agotamiento” del principal responsable de las pesquisas.
Hasta el día doy se desconocen muchos datos sobre este atentado, dudas, incertidumbres y que a marcado la imagen de los gobernantes en negativo.
A pesar de ello, durante los dos últimos años, el número de asesinatos; y otros delitos vinculados con el crimen organizado en Iguala, ha alcanzado récords históricos.
Según los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública; en 2015, el primer año que Iguala fue vigilada por fuerzas estatales y federales; en esta localidad fueron asesinadas 105 personas, lo que representa un incremento de 45% en el número de homicidios, con respecto al año anterior
A pesar de toda esta violencia e inseguridad; los ciudadanos de varias ciudades del país no olvidan y guardan un momento de silencio, este día se recuerda inolvidable para el caso de estos jóvenes desaparecidos y a pesar de que hay muchas opiniones a favor o encontra padres compañeros seguirán uniendo sus voces: "Ayotzinapan vive".