Horizonte ciudadano. Por: Rosa Esther Beltrán.
Un recorrido por la patria grande
Francisco, el Papa latinoamericano, viaja ahora por varios países de nuestra América, y no son precisamente los más prósperos o acaudalados. Él prefirió visitar a algunos de los más desfavorecidos, Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Ya se le reconoce como el Papa de América, no sólo por ser oriundo de Argentina, sino además porque sus acciones se orientan a cohesionar los intereses geopolíticos de las naciones americanas, promoviendo y potenciando encuentros que construyan puentes y derriben muros.
Labor harto difícil en un continente desintegrado; sin embargo, a pesar de ello, lo ha descrito como el continente de la esperanza, porque fue aquí en donde se fraguó la opción preferencial por los pobres.
En un discurso pronunciado en el Vaticano, el Papa determinó que “el futuro de América Latina tiene que ser forjado por los pobres y por los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia”.
Imposible ignorar que las visitas papales tienen incuestionables connotaciones políticas, porque es aquí en donde se están buscando nuevos modelos de participación y formas de gobierno más representativas, que dan voz también a las franjas de población que hasta ahora no se habían escuchado.
Aunque, hay que decir que el Pontífice enfrenta el problema de que crítica a gobiernos que comparten sus posturas, pero que son vistos cada vez como más autoritarios, ¡vaya dilema!
El Ecuador, primer país que visitó el Papa, cuenta con un 81 por ciento de católicos, y Francisco se encontró con un malestar social que se manifestó en una población crispada que lo recibió gritando consignas en contra del presidente Rafael Correa, lo que puso en duda el éxito del mandatario como anfitrión.
Pero habría que agregar que el Papa no teme que se politice su visita a favor de los pobres, por eso dijo: “La justicia social no es una forma de limosna, sino, una verdadera deuda del Estado con las familias.
La familia es el hospital más cercano, el mejor asilo para los ancianos. Para quien quiera profundizar en este mensaje sólo tendrá que analizar la realidad: ¿A dónde acudirá primeramente de no ser a su familia?”
En Latinoamérica, Francisco ha repetido que “nuestra fe es revolucionaria”. Estando en Bolivia, frente a Evo Morales, el Papa le ofreció un reconocimiento a sus políticas.
Por su parte, Evo expuso: “Bienvenido, hermano Papa, a una parte de la patria grande a la que se le ha mutilado su acceso al mar”, y el Pontífice expuso, estoy pensando en el mar y agregó: “Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica , social y política del país.
Cuenta con una Constitución que reconoce los derechos de los individuos, de las minorías, del medio ambiente, y con unas instituciones sensibles a estas realidades”.
Bolivia es uno de los países más pobres de Latinoamérica y con una enorme carga de problemas nuevos y antiguos, como el analfabetismo. Según datos de la BBC, este país cuenta con un 93 por ciento de católicos.
En Santa Cruz de la Sierra, el Papa celebró su primera misa en una plaza del centro en el oriente boliviano, ante una multitud que se extendía por varios kilómetros entre las principales avenidas.
Hoy Francisco realizará una visita al centro de reeducación Santa Cruz-Palmasola; también estará en un encuentro con los Obispos de Bolivia y una ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de ViruViru para partir a las 13 horas hacia Asunción, Paraguay.
El Papa Francisco es un fenómeno que está impactando al mundo. Su humildad, la pobreza en la que ha decido vivir, su apertura, que se basa en la misericordia cristiana, esa es la identidad que ha mostrado el Papa y es la que le da credibilidad ante el mundo.
Un recorrido por la patria grande