Trump, el mesías del Bronx, y su “talismán milagroso”
Trump
El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
Poder y Dinero por: Víctor Sánchez Baños
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Víctor Sánchez Baños[/caption]Desde el primero de enero de 1994, que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica, hubo un beneficio generalizado para las economías de los tres países participantes. Aunque también reconocer que hay pérdidas en algunos sectores.
El discurso de Donald Trump en contra de los tratados comerciales y especialmente el que tiene Estados Unidos con México y Canadá, es motivo de reflexión como sus socios comerciales. Han pasado 22 años de la implementación de ese Tratado para México (que tiene implicaciones federales) o Acuerdo para EU (con libertades para los Estados de aceptarlo o rechazarlo).
En la evaluación para México, se entregaron a los grandes capitales estadounidenses, para su desarrollo tecnológico, los sectores energéticos; para Canadá el minero. El sector alimentario y de materias primas fue el más beneficiado, en nuestro país.
En sectores específicos, los mexicanos logramos exportar nuestros productos con sin aranceles; se hicieron inversiones en varias entidades mexicanas y se generó un clima de competencia en el mercado interno. Sin embargo, otros como el juguetero, calzado, servicios, entre otros, resultaron afectados. Por ejemplo, el bancario quedó en manos de España, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos.
Varias empresas canadienses y americanas se instalaron en México y perdieron empleos. Sin embargo, el bienestar generado por estos convenios comerciales se derramó en sus sociedades.
Las condiciones de las relaciones comerciales entre los 3 países en el marco del TLCN, cambiaron y ahora se podrían modificar las reglas del juego comercial. Por ejemplo, a 22 años no se aplicó el convenio camionero y los transportistas mexicanos no pueden incursionar en el vecino del Norte.
Trump, culpa al TLCN de la caída en el bienestar de los estadounidenses. Es fácil encontrar “culpables”. Pero, a diferencia de lo que asegura el político republicano, no son los inmigrantes, ni los tratados comerciales. Son los políticos como él que privilegian la demagogia y las promesas falsas.
El TLCN no debe renegociarse globalmente, sino por sectores, como está estipulado en sus cláusulas.
La propuesta de Donald Trump, como el “mesías del Bronx” que encontró el talismán perdido del bienestar, simplemente es imposible. Y, en caso de llegar a la presidencia e instrumentarlo, el daño no sería únicamente para México y sus socios comerciales en el mundo. El sistema económico se colapsaría. Llegaría el apocalipsis de un demagogo.
PODEROSOS CABALLEROS.- Ayer, ante el anuncio de la salida de OHL de la Bolsa Mexicana de Valores, se desató una ola de compras. A las 11 de la mañana llegó a ganar 15.8% y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que preside Jaime González Aguadé, no intervino. Cada paso que da esa empresa llama a sospecha. *** El resultado de la evaluación de la pobreza se pospuso, debido a la metodología que usó el INEGI, al mando de Alfonso Santaella, no tiene una metodología para medir referencias históricas, lo que hace imposible establecer un avance y retroceso. El asunto se convirtió en político, irremediablemente. *** Hace unas semanas una discusión bizantina se desarrolló entre los diputados de diversas facciones por el uso de los automóviles híbridos y los totalmente eléctricos. El motivo no es para menos. Se trata del vehículo que usarán sus “altezas” legislativas y que comprará la Cámara Baja. El debate está entre el Toyota Prius y el Nissan Leaf. El primero lo propone el PRI y el segundo el PAN, encabezado por Marko Cortés. Los priistas al mando de César Camacho, aseguran que el costo unitario es conveniente para el Toyota Prius Base, un vehículo híbrido que tiene un precio de 339 mil 700 pesos, mientras que el Nissan Leaf, que defiende Cortés, cuesta 714 mil 786.80 pesos. El jugoso contrato para arrendar 80 vehículos para los legisladores rondará los 38 millones de pesos y ya fue licitado. Pero si las cuentas no fallan, el contrato implica una erogación de 475 mil pesos por vehículo, más caro que el Toyota base Prius. Este negocio huele muy mal.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA.- El equipo de Alejandro Ramírez, en la principal cadena de cines de América Latina, lanzo una iniciativa de cine gratuito. Ruta Cinépolis es un programa de Fundación Cinépolis que lleva el cine al aire libre y de forma gratuita a distintos sectores vulnerables de la población a lo largo de toda la República, con la misión de ofrecer entretenimiento y crear conciencia social por medio de contenido que aborde temáticas sociales o valores importantes para la comunidad.
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