Ventana. Por: José Cárdenas.
Chuayffet, con orejas de burro
El secretario de Educación ha cambiado de chamba; supera la comicidad de Eugenio Derbéz, Jojojorge Falcón y Polo Polo, juntos. Cada declaración del funcionario suma sonoras carcajadas burlonas del magisterio rebelde en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas.
Cuando Emilio Chuayffet dijo que la evaluación docente se aplicaría “llueva o truene”, nadie le creyó; ahora, menos. En Oaxaca y Michoacán sí llovió, sí tronó, y la evaluación no pasó.
Bastó con que los fieros profesores disidentes pelaran los dientes para que la Coordinación Nacional del Servicio Docente huyera despavorida.
El Gobierno Federal ha claudicado –otra vez– ante la fuerza de un gremio invencible que asume el doble papel de sindicato y autoridad; que impone su propia ley en afán de dinero y privilegios; que ofende al Presidente de la República, según Chuayffet, quien ha logrado convertir la oficina de José Vasconcelos en auténtico mausoleo.
Negligencia, corrupción, complicidad e intereses políticos entre autoridades y maestros protestantes, se acumulan para atropellar los Derechos Humanos de los alumnos, y dejan a los padres un solo camino…
Hace unos días, el Tribunal Colegiado del XXVI Circuito en de Baja California Sur otorgó un amparo a padres de familia de la primaria Prof. Arturo Guerrero González de Cabo San Lucas, para que las autoridades educativas –estatales y federales– garanticen la presencia de los maestros en las escuelas. Allá, un paro loco de maestros hizo perder 23 días de clases a 120 mil alumnos de educación básica.
El amparo otorgado por el tribunal reconoce el interés superior de la infancia a recibir una educación continua como lo marca el artículo 3º. De la Constitución y el respeto la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. La educación es un derecho superior, reconoce el laudo que sienta precedente.
En Oaxaca ya se organizan movimientos de familiares de 1 millón 300 mil niños –afectados por las protestas magisteriales– para desaparecer al Instituto Estatal de Educación, y obligar al Gobierno federal a rescatar a los alumnos secuestrados por el demonio de la CNTE.
EL MONJE LOCO: ¿…y ahora quien podrá defender al secretario de Educación quien volvió a negociar la ley en un acto de simulación política frente al boicot de los maestros de pesadilla? Mañana, Chuayffet –y los consejeros de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Evaluación Educativa– pasarán al pizarrón legislativo sin haber hecho bien la tarea; los reprobados merecen orejas de burro.