XD

Mostrando las entradas con la etiqueta Miguel Ángel Yunes. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Miguel Ángel Yunes. Mostrar todas las entradas

marzo 14, 2017

Flavino huele a chivo

Flavino huele a chivo

Ventana. Por: José Cárdenas.


A Miguel Ángel Yunes le gustan el circo, la maroma y el teatro. Una y otra vez, nos ha mostrado su pasión por el escenario mediático y la venganza política ¿Es como el mago que promete liebre, saca gato y acaba de garabato?


La captura de Flavino Ríos, su antecesor inmediato, cae en el terreno del escepticismo sazonado con ruido. El fugaz ex gobernador interino está acusado de tráfico de influencias, abuso de autoridad y encubrimiento, por facilitar la ruta de escape a Javier Duarte, –acusado por desvío de recursos, enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada­– quien se dice podría estar escondido en Centroamérica, en Europa o bien en algún paraje nacional; la inteligencia policial solo atina a dar palos de ciego.


El cautivo Flavino Ríos admite que prestó el helicóptero del gobierno estatal al ex mandatario prófugo; que lo hizo como una cortesía; que desconocía la existencia de una orden de aprehensión contra su ex patrón.


El sentido común y la sospecha fundada contradicen al nuevo presidiario, alojado en el penal de Pacho Viejo. Nadie podría creer que Flavino desconocía, o al menos no intuía las intenciones de Duarte, el 13 de octubre del año pasado, cuando se esfumó. ¿Conociendo a su ex jefe, no le pasó por la cabeza el apremio de “volarse”, o acaso Flavino tuvo más miedo que cabeza?


Arely Gómez, entonces titular de la PGR, dio a conocer la orden de aprehensión contra Duarte, el 19 de octubre, pero una semana antes la acción judicial se filtró, rompiendo el sigilo y propiciando la fuga. ¿Lo dejaron ir para que no soltara la sopa del dineral que aportó a la campaña presidencial?; ¿por eso la abogada de la nación fue removida?


Así las cosas, Flavino Ríos tendría razón al señalar que no facilitó la huida, por la simple razón de que en ese momento Duarte aun no era un prófugo; el cargo de encubrimiento quizá no sea tan evidente. Los demás, quién sabe.


Sean mangos o papayas, el próximo sábado la justicia decidirá la formal prisión del acusado; se adelanta que Ríos podría pasar un año antes de ser sentenciado, a menos que la defensa impugne con éxito.


Miguel Ángel Yunes da otro golpe mediático, aunque no tan contundente; no es lo mismo pescar al tiburón que al “charalito”.


Cuestionado por el PRI y Andrés Manuel López Obrador, Yunes tampoco logra convencer a la opinión pública que comienza a tomarle la medida. Pensar que Flavino no apoyó a Duarte resultaría ingenuo, pero de ahí a creer que el detenido sea la pieza clave del rompecabezas veracruzano hay un mar profundo de distancia.


Flavino huele a chivo… expiatorio.


EL MONJE FUTBOLERO: Los árbitros meten golazo, azo, azo; la Comisión Disciplinaria de la “liga de la patada” castiga un año al “diablo Triverio, y al “águila” Aguilar; además de la vergüenza, ambos jugadores extranjeros pagarán una multa de cacahuate (33 mil 970 pesos). Volverá a rodar el balón… sin pitos parados.


PUNTO Y APARTE: Miguel Barbosa se salió con la suya; puso en ridículo al PRD. El poblano pinchó el globo del escándalo al renunciar “voluntariamente” a la coordinación de la bancada perredista en el Senado.


Usted dirá, ah bueno, entonces llega Dolores Padierna a llenar el hueco. Pues fíjese que no. Quince senadores que apoyaron a Barbosa en la batalla, le pintaron cuernos a La Barrales y Los Chuchos dominantes; desinflaron las ínfulas de los fulanos; nombraron al michoacano Raúl Morón Orozco, nuevo coordinador de la bancada amarilla.


Padierna trina porque “no convocaron a quienes tenemos derecho de voto y sí convocaron a otros que no tienen derecho de voto”. Barrales mienta ilegalidad. La rebelión en la granja perredista no terminará con esta fragorosa batalla que dará para mucho más, rumbo a 2018.


Le adelanto que en agosto Miguel Barbosa renunciará PRD, no antes, ni después, pero no emigrará al nido de víboras de Morena, sino a tragar camote con los poblanos… a quienes quiere gobernar.

marzo 13, 2017

¿Y Duarte?

¿Y Duarte?

Historias de reportero. Carlos Loret de Mola.

Fue detenido el exgobernador de Veracruz”, circuló por la mañana de ayer domingo. Un suspiro de asombro… pero no. No era Javier Duarte. La Fiscalía del Gobierno de Veracruz, que encabeza el panista Miguel Ángel Yunes, había aprehendido al exmandatario priísta Flavino Ríos, acusado de facilitar la fuga de Javier Duarte.

Pero, ¿y Duarte? La noticia de su captura es la que se espera. En el Gobierno Federal hay prisa por encontrarlo y detenerlo. Y quieren que suceda en menos de 100 días.

Saben los estrategas políticos de Enrique Peña Nieto que durante las campañas con miras a las elecciones del primer domingo de junio de este año, el tema de la corrupción va a ser muy mencionado y la mancha de Duarte impactará duramente al PRI.

Saben también que la administración federal falló al no detenerlo antes de que se fugara y que eso ha generado una percepción generalizada entre la población de que “lo dejaron ir porque sabe mucho”.

Indudablemente, la desprestigiada figura de Javier Duarte influirá no sólo en las elecciones para 212 presidentes municipales de su Estado,
Veracruz, sino también en las de gubernaturas del Estado de México, Nayarit y Coahuila. Su aprehensión daría argumentos de defensa a los candidatos del partido tricolor que podrían intentar convencer al electorado de que en el PRI-Gobierno Federal hay autocrítica, que las “manzanas podridas” terminan en la cárcel y que nadie dejó ir o encubre a nadie. No es una explicación que vaya a conquistar en automático, pero por lo menos ofrece a los tricolores una narrativa para buscar desactivar los misiles de sus opositores.

Así que para el Gobierno Federal la prioridad es que Duarte aparezca vivo y se le arreste en menos de 100 días. Antes del 4 de junio. No está sencillo.

Después de que le incautaron sus pasaportes falsos y cortaron el flujo de dinero que recibía a través de un mensajero que le era leal, no se ha sabido mucho de Javier Duarte. Dentro del Gobierno Federal hay quien piensa que está escondido en México, otros aseguran que en Centroamérica, hay quien sostiene que en Europa. Les han llegado pistas por distintos lados.

Hace algunas semanas se sospechó que estaba en Costa Rica. Las autoridades de ese país cooperaron con las mexicanas para establecer vigilancia en torno a una zona primero, en torno a una casa después, pero, según mis fuentes, esas labores de inteligencia no arrojaron los resultados que se esperaban.

Según mis fuentes, la estrategia ha sido irle cerrando el círculo de contactos políticos, profesionales y, más recientemente, familiares. Se ha sospechado desde un inicio que huyó con su esposa, Karime Macías, pero no con sus hijos. Ahí hay una clara vulnerabilidad. La otra es que embarró a muchos familiares en sus tropelías, que quizás estén dispuestos a delatarlo con tal de salvarse.

Están buscando a Duarte los mismos que lograron recapturar a Joaquín “El Chapo” Guzmán después de que se fugó del penal del Altiplano en 2015: las élites del Cisen y la Marina. Constituyen una dupla probada.

@CarlosLoret