El escritor Luis González de Alba fue encontrado muerto en el interior de su casa de la colonia Americana, el mediodía de este domingo.
Murió a los 72 años de edad era escritor y también fue líder del Movimiento estudiantil del 68; a Luis González de Alba, lo encontraron sin vida en su domicilio en Guadalajara.
Fue localizado el cuerpo por uno de sus familiares en el interior del inmueble del perteneciente cruce.
Hasta el momento; y de acuerdo a la zona en la que recibía González de Alba; todo parece indicar que el cuerpo corresponde al del escritor y líder del movimiento estudiantil del 68.
Biografía de Luis Gonzales de Alba
¿Quién fue Luis González de Alba?
José Luis Gonzales de alba, Nació en Charcas, San Luis Potosí, creció en Guadalajara, donde llevó a cabo sus estudios.
Mas adelante; se trasladó a la Ciudad de México para estudiar Psicología en la UNAM.
El escritor Llegó de Guadalajara a estudiar psicología a la UNAM donde fue fundador del Consejo General de Huelga (CGH) del movimiento de 1968; lo detuvieron el 2 de octubre en Tlatelolco y encarcelado en Lecumberri; lugar donde escribió su primera novela “Los días y los años”, contando en ésta los hechos del movimiento.
En el aniversario 48 del movimiento estudiantil del 68 la vida del escritor y fundador del CGH Luis González de Alba se apaga.
Sus obras fueron las siguientes
Publicó en la revista Siempre el primer manifiesto mexicano en defensa de los homosexuales; documento que elaboró con Carlos Monsiváis y Nancy Cárdenas.
El cuento: El vino de los bravos, poesía: El sueño y la vigilia, ensayo, Las mentiras de mis maestros, El burro de Sancho y el gato de Schrödinger, La orientación sexual, La ciencia, la calle y otras mentiras, Niño o niña. Entre sus novelas posteriores se cuentan Y sigo siendo sola, Agápi mu (Amor mío), Cielo de invierno.
En 1997 obtuvo el Primer Premio Nacional de Periodismo; por su labor en la divulgación de la ciencia.
XD
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Luis González de Alba líder del Movimiento del 68, fallece a los 72 años
agosto 07, 2015
Adivinando a Heráclito, 3
Día con día. Por: Héctor Aguilar Camín.
Adivinando a Heráclito, 3
Me hace llegar Luis González de Alba su propia adivinación heracliteana, en realidad una perfecta nuez de historia de la filosofía, que termina no en los linderos, sino en las intimidades, heraliteanas si algunas, de la física cuántica.
Aquí va:
Heráclito está en la línea divisoria de la filosofía oriental, el hinduismo, Buda, Confucio, Lao-Tse, y la occidental.
El pasado ya no existe, el futuro todavía no es, el presente es la línea inaprehensible entre lo que ya no es y lo que aún no es.
Para el hinduismo y budismo el velo de Maia (sánscrito: ma-aia= no es) es el mundo de las apariencias, siempre engañosas porque están en trance perpetuo de dejar de ser.
El velo de Maia es el río de Heráclito. Kant: de un árbol percibimos su forma, color, aroma, pero el árbol “en sí” nos es para siempre inaccesible.
Schrödinger, uno de los padres fundadores de la cuántica, dice que eso es una extravagancia de Kant (en ¿Qué es el mundo?).
El primero en proponer en Occidente ese fluir fue Tales de Mileto. En Heráclito descubre Hegel la dialéctica 25 siglos después, la lucha de contrarios, “armonía de tensiones opuestas”. Pero también síntesis, como en la esfera, sin principio ni fin.
Con esa herramienta Marx y Engels desmenuzan la economía y la historia. Nietzsche habla de maia en El nacimiento de la tragedia.
La física cuántica nos informa que la materia se produce siempre en pares opuestos: una partícula de materia y una de antimateria entran por instantes a la realidad, desde la nada, y vuelven a la nada en una danza que llena todo el espacio-tiempo al ritmo del principio de incertidumbre.
Heráclito dejó de especular sobre la esencia del ser y descubrió que lo único concreto era el devenir, el cambio. (Maravillas y misterios de la física cuántica, Cal y Arena, 2010, p. 241),
Y ese fluir de la nada, propuesto por Hendrik Casimir y Dirk Polder, ha sido medido en los laboratorios Philips. Se llama energía de punto-cero (zero-point energy). (Ibid., pp 170-171, Cal y Arena).
hector.aguilarcamin@milenio.com
Adivinando a Heráclito, 3