Da inicio el Año Nuevo Lunar, la celebración más importante de ese país.
Los pueblos y ciudades de toda China se preparaban este fin de semana para celebrar el Año Nuevo Lunar; aunque muchas de estas festividades se verán afectadas por la crisis económica que ha golpeado duramente a este gigante asiático en el último año.
Sin embargo, pocos festejos son tan elaborados como el que se llevó a cabo en Liuminying; una aldea en los alrededores de Beijing.
Cuatro hombres en ropajes tradicionales de color amarillo tocaban grandes tambores; para anunciar el inicio del banquete de Año Nuevo en el pueblo de Liuminying.
Dentro de la sala de reuniones del pueblo había 100 mesas puestas con una docena de platos llenos de salchichas, frutos secos y fruta.
Después de varios platos llegó el manjar estrella; las empanadillas, o jiaozi, que la gente de todo el norte de China considera una pieza obligada de la celebración del Año Nuevo
En un almacén externo esperaban miles de empanadillas con forma de media luna; preparadas a mano el día anterior, listas para ser cocidas y servidas.
Lo que comenzó con una comida discreta patrocinada por la rama local del Partido Comunista; se ha convertido en un festival que este año sirvió comida a más de mil personas durante un espectáculo de tres horas, con cantos y bailes.
El espectáculo comenzó a las 10 de la mañana con música y aplausos. Un grupo de niños agitaba pompones en un baile sincronizado. Después hubo un sorteo, se presentó un gran cartel conmemorando el Año Nuevo y se ofrecieron otras canciones y discursos.