Huracán va por delante del Barcelona
Valencia.- Huracán del Valencia lleva por delante al Barcelona quien disputará su quinta final de la Copa del Rey ha ganado una tras imponerse en un partido que dio demasiadas vueltas.
Acabó por marear a conjunto azulgrana; solo presente en el segundo cuarto del partido y barrido en el tercero por el huracán naranja.
Parecía que al Barça esta vez le tocaba divertirse en ese tobogán en el que anda metido y en el que unas veces se desliza como un guante y otras se da unas culadas de las que adormecen todo el cuerpo. Tan a gusto parecía encontrarse que solo la vorágine del Valencia; con sus arranques (un parcial de 7-0 sin despeinarse) le nubló la vista.
Cuando salió Ante Tomic fue como si tocara el silbato y se acabase el recreo; sobre todo para Dubljevic que amenazaba con convertirse en el dueño del patio.
Los 12 centímetros de ventaja del croata sobre el montenegrino y el savoir faire del primero frente a la fuerza del segundo acabaron parando al Valencia.
El Barcelona jugó un partido con reloj de arena y no con el reloj digital del conjunto valenciano. A ese ritmo; los azulgrana tenían tiempo para pensar, para buscar a Rice; a Renfroe, a Peno y los triples del enfadadísimo (no se sabe por qué) Vezenkov.
Los triples de San Emeterio, otro con el saber hacer a flor de piel; con esos quiebros imparables que le permitieron recuperar el aliento e incluso acabar dominando el primer cuarto (17-19). La defensa, sobre todo; pegajosa como un chicle en el zapato, daba vida a los chicos de naranja.
Pero en el segundo cuarto, el Barcelona se quitó ese residuo del zapato como si hubiera adquirido la fuerza que antes había mostrado el conjunto toronja: tanta fuerza obtuvo que los de Pedro Martínez tardaron siete minutos en anotar una canasta en juego, para acabar encajando 21 puntos y anotar solo 10 en ese periodo.
Renfroe era un martirio para el Valencia con su dirección y sus penetraciones.
Las constantes vitales cambiaron el partido. Treinta puntos metió el Valencia en el tercer cuarto, uno más que en los dos anteriores. El dato era elocuente: la locomotora se enfrentaba al tren de mercancías. El Barcelona apenas resistió por la intensidad de Tomic y el acierto del finlandés Koponen. El resto se había dormido; aturdido por el zumbido permanente de los jugadores rivales.
El Valencia topó con la frontera de los 11 puntos sin rebasarla por su propia equivocación. Pudo hacerlo Van Rossom en el último latido del tercer cuarto; pero se enredó y la mano ágil de Renfroe se la robó para que Koponen anotase un triple. Pudo el Valencia cerrar el tercer cuarto con trece puntos y se quedó con ocho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario