El Secretario General de la ONU aseveró en este Día Mundial contra la Pena de Muerte que ese castigo constituye una práctica cruel e inhumana que no tiene lugar en el siglo XXI.
El tema central de este año hace hincapié en que las medidas de lucha contra el terrorismo para ser legítimas y eficaces deben basarse en el respeto de los derechos humanos y hace referencia a que 65 países aún mantienen la pena capital por esos delitos: ONU
En un mensaje con motivo de la fecha, Ban Ki-moon explicó que a menudo los tribunales especiales o militares imponen esa condena por actos de terrorismo en juicios rápidos y sin las debidas garantías.
También obtienen confesiones bajo coacción o tratan de reprimir el ejercicio de libertades fundamentales con definiciones legales vagas cuando se trata de atentados de este tipo.
Ban indicó que es erróneo creer que la pena capital reducirá el terrorismo ya que la experiencia ha demostrado que ese tipo de condenas no hace sino alimentar la propaganda de los movimientos extremistas.
Eso genera mártires y ayuda a que las campañas de reclutamiento de los terroristas sean más eficaces, puntualizó.
Por el contrario, señaló Ban, el mantenimiento del estado de derecho fortalece la capacidad de la sociedad de hacer frente a esas amenazas.
El titular de la ONU llamó así a abolir la pena de muerte en todas las circunstancias y a guiar las acciones por la brújula moral del respeto de los derechos humanos.
El Día Mundial contra la Pena de Muerte está impulsado por una coalición internacional que se opone a esta medida.
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