Petaquillas: polvorín a punto de estallar

Petaquillas: polvorín a punto de estallar

Petaquillas

Perspectiva Ciudadana por José Alberto Morales

El estado y la federación tienen que actuar ya en la comunidad de Petaquillas, puesto que se ha convertido en un polvorín que puede estallar en cualquier momento.

En esa localidad, el Frente Único para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) está fragmentado; se han conformado dos grupos donde uno de ellos es comandado por el comisario Mario Flores Castrejón y el otro por el coordinador de consejeros, Alejo Espinoza Silva, ambos mantienen una disputa por la comisaría a pesar de que el primero fue elegido por los habitantes de esa comunidad.

La trifulca que dejó heridos el sábado, se originó cuando los comunitarios allegados al comisario municipal, detuvieron a cinco jóvenes que se trasladaban en un automóvil y a quienes les encontraron varias bolsas con marihuana, según el comisario, los comunitarios de Alejo Espinoza intentaron rescatar a los detenidos y de ahí vino el enfrentamiento.

En Petaquillas, la paz brilla por su ausencia por los conflictos que ha desencadenado la fragmentación del FUSDEG, pues ambos se acusan de tener vínculos con el crimen organizado y de permitir por esa ruta el trasiego de drogas por parte de grupos delictivos.

El sábado, quienes viven en Petaquillas dicen que parecía zona de guerra por la balacera que se suscitó entre policías comunitarios, que para desgracia del comisario sus adversarios fueron apoyados por los comunitarios de El Ocotito, quienes son comandados por Salvador Alanís.

Lo lamentable es que en el momento en que se desarrolló una pelea a golpes entre comunitarios, estaban presentes policías estatales y municipales y ninguna de las dos corporaciones hizo algo para evitarlo.

En Petaquillas impera la "ley" de los comunitarios,            quienes andan armados con AK-47 conocidas como cuerno de chivo de uso exclusivo del ejército y actúan al margen de la ley, puesto que en la entidad este tipo de policías son legales en las zonas indígenas, amparados en la ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Guerrero.

En la entidad estos grupos se han negado en todo momento a incorporarse a la Policía Rural de Guerrero que inició a operar en abril de 2014; solo algunos pueblos que tenían autodefensa se han integrado a ésta.

Es urgente que el estado y la federación trabajen para incorporarlos a la policía rural, donde se les apoya con capacitación, uniformes, armamento y salarios, para que así las autodefensas actúen dentro del marco de la legalidad, respetando las instituciones oficiales responsables de la seguridad pública en Guerrero.

Estos grupos de autodefensas nacieron por la incompetencia de los tres niveles de gobierno para bridar seguridad a los guerrerenses, pero en lo que va del tiempo de su aparición fuera de las zonas indígenas, han prevalecido los excesos en el abuso de poder contra la población.

En Petaquillas o actúa de inmediato el estado y la federación o van a terminar matándose los comunitarios del FUSDEG. Ojalá y el gobierno estatal no tarde tanto; el sábado a punto estuvo de terminar todo en tragedia y afortunadamente solo hubo heridos.

O se da prisa para actuar el estado o no quiera después de ahogado el niño tapar el pozo...

Nos leemos mañana, mientras trabajadores del Sindicato Independiente Sección XIV del Ayuntamiento de Chilpancingo cumplieron seis días en paro; exigen la entrega del bono por el día del servidor público municipal, 90 días de aguinaldo y la reactivación del seguro de vida; a punto están de cumplir una semana de protestas y el alcalde Marco Antonio Leyva Mena sigue sordo ante sus peticiones.

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