Dómina. Por: Esther Quintana Salinas.
Es muy fea y cada día se pone peor… (2)
La semana pasada iniciamos un análisis del problema de la pobreza en México, recordando que, actualmente, en nuestro País los pobres han aumentado en lugar de disminuir.
Según Coneval, de 53.3 millones de pobres que había en 2012, la cifra aumentó a 55.3 millones, en 2014.
De entonces a la fecha, sucedió que el presidente Enrique Peña Nieto realizó cambios en su gabinete, entre ellos Rosario Robles salió de la Secretaría de Desarrollo Social -que debería ocuparse de combatir la pobreza.
Y llegó a hacerse cargo de ese reto, José Antonio Meade.Con esa aclaración, continuamos con la reflexión iniciada el sábado pasado.
Los beneficios de los programas para abatir la pobreza que se inventa la Sedesol ni siquiera llegan a quienes debieran llegar y, el colmo, hay quienes no los necesitan y los reciben puntualmente.
La lideresa de la colonia reparte a los cofrades del PRI; esa es la primera de las inequidades, y se los escatima a quienes no lo son, no obstante su estatus de marginación critica.
Esa es la queja sempiterna y sin atención alguna, porque se repite y se vuelve a repetir, y como quiera no pasa nada.
Y con un adenda: No resuelven la pobreza. No han vuelto autosuficientes a sus beneficiarios ninguno de esos programas.
¿Por qué? Porque no basta con los programas asistenciales para volver iguales a los desiguales.
El Estado tiene el deber, la obligación, de generar condiciones para que ese desarrollo se alcance. Pero en México no ocurre esto.
Para que las personas seamos autosuficientes, tenemos que recibir EDUCACIÓN de calidad, formación cívica, porque los conocimientos te abren la cabeza para que aprendas muchas cosas que te van a servir para que te expliques y entiendas la realidad de otra manera.
Para que tengas elementos de juicio razonados y razonables que te van a orientar en la toma de decisiones, porque vas a desarrollar una serie de habilidades que te van a ser útiles toda la vida.
Porque vas a descubrir que tienes talentos que ni imaginabas, porque vas a soñar y a implementar esos sueños que en mucho serán definitivos para tu realización como ser humano.
Y la formación con principios y valores cívicos son pilar y sustento para que nunca se pierda la condición de persona ni a título individual, ni como parte sustantiva de una colectividad con la que te identificas y te importa.
Usted dirá si el Estado se ha ocupado de esto a cabalidad. Lea el artículo tercero constitucional por favor, luego compulse con la realidad, y saque sus conclusiones.
La autosuficiencia individual no tiene sentido si no se vincula a una autonomía organizacional a nivel colectivo.
La autosuficiencia individual comienza por lo más básico y se extiende a todas las otras áreas de la vida, satisfaciendo de manera paulatina las diversas necesidades individuales y colectivas, en un paradigma en el que la integridad y la ayuda mutua son puntales para generar el bien común.
La riqueza surge de la producción, del trabajo, de la creatividad, de la cooperación, no de los programas asistenciales ad perpetuán con los que han encadenado a los pobres de este País a la dependencia de por vida y a la marginación consentida.
La corrupción tiene mucho que ver en esta domesticación de voluntades, porque hay recursos millonarios que jamás llegan a sus destinatarios porque se quedan en los bolsillos de los sinvergüenzas que gobiernan, y de ribete en la absoluta impunidad.
Estamos ante un problema de proporciones gigantescas que está afectando gravemente la vida entera de nuestro País, como es el de la pobreza a la alza, con un gobierno a años luz de resolverla.
Y defiende a capa y espada sus erradas políticas fiscales, también por así convenir a sus intereses. Se ensancha la brecha entre pobres y ricos, todos los días… ¿Hacia dónde lleva al País, presidente Peña Nieto?
Es muy fea y cada día se pone peor... (2)
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