Contraesquina. Por: Jesús R. Cedillo.
Con sorna e ironía, por estos días circula un chiste en Saltillo con motivo de las vacaciones del alcalde Isidro “Chilote” López Villarreal en Europa: da igual que gobierne o ande de vacaciones, no hay diferencia.
Realmente Saltillo tiene una especie de autogobierno, como en los temidos Ceresos del País.
Pues sí, no hubo ni hay diferencia alguna entre su mano al frente de la Alcaldía o cuando no estaba. Da igual.
Y casi pasa lo mismo con las frecuentes giras a Asia del gobernador Rubén Moreira. Por inercia todo se mueve.
¿Qué pasa entonces con la supuesta calidad de vida que tenemos, qué pasa con los gustos y esperanzas en un futuro mejor y en los días venideros, los cuales son motivo de brillo en los ojos e ilusiones que tenemos cifradas para nuestros hijos, nuestra pareja y para nosotros mismos?
No sé si usted lo ha notado lector, pero dicha esperanza y en Coahuila es letra muerta.
Tenemos el gobierno que merecemos. Así de sencillo. La gente votó por Rubén Moreira para padecer 12 años de un moreirato sin salida.
La gente votó por un Alcalde panista el cual, repitiendo la historia de Calígula, nombró cónsul a su burro o caballo, éste alcalde López Villarreal, nombró candidato a su caddie, Ángel Berkowitz: un fiasco.
Los pueblos tienen el gobierno que votan y se merecen. Por estos días el humor de Rubén Moreira está más oscuro y negro que nunca.
Sólo él sabe por qué. Hace apenas días salió a la palestra pública una y otra vez para defender su gobierno y el de su empleado favorito, Miguel Ángel Riquelme de Torreón.
La cabeza de VANGUARDIA y la información de la corresponsal de este diario en tierra ardiente y vacía, como lo es La Laguna, lo decía todo: “Pide Gobernador revisar resultados del Coneval”, a un lado.
En una entrevista, en una nota menor era más contundente su rabia: “Buscan debilitar al gobierno: RMV”.
Si la Coneval ubicó a Coahuila entre los estados con mayor crecimiento de pobreza, sus razones científicas ya las ha esbozado. Si la inseguridad y homicidios no bajan y los ciudadanos así lo percibimos, es porque esto pasa en la realidad. Punto.
Hace poco un amigo mío sufrió un robo en su residencia. Fue a poner la denuncia.
No fue atendido y quien lo recibió le puso todas las trabas del mundo para no recibir la queja ni dejarla por escrito: dijo que tal vez era una broma de un vecino, que algún familiar había ido por algún enser doméstico que le había prestado, que tal vez debía una deuda a alguna tienda departamental, que… largas al asunto.
Nunca le levantaron un acta. Mi amigo cansado, desistió. Y claro, esto no quedó registrado.
ESQUINA-BAJAN
El aguerrido empresario de Monclova, Jorge Kalionchiz tiene toda la razón entonces en lo siguiente: las estadísticas que semanalmente presentan las autoridades sobre la disminución de índices delictivos, dista mucho de la realidad.
La sociedad, dijo (jueves 30 de julio), no denuncia por recelo y porque no cree en las autoridades.
Lamentó que el Ministerio Público no atienda los casos de robos, a menos que sean sucesos violentos, con sangre y muertos.
En Coahuila no funciona nada. Y con los discursos de Rubén Moreira, Miguel Ángel Riquelme y Chilote López Villarreal, los delincuentes no van a parar. Las formas de delinquir han cambiado.
Los delincuentes han cambiado. No tienen carta aborrecida y prueba de ello es que el párroco de la Catedral de Saltillo, en un llamado desesperado y público, pidió mayor vigilancia en los alrededores del principal templo católico del Estado.
Declaró que ha habido intentos de forzar las puertas de Catedral y entrar a robar. Sacrilegio se le nombra a eso. A los delincuentes no les interesa estar fuera del paraíso prometido por Dios.
Y claro, ni a Raúl Vera le interesa la problemática de su Diócesis. Así de sencillo.
Según el estudio “Homicidio: una mirada a la violencia en México” del Observatorio Nacional Ciudadano, debido a la alta tasa de homicidios en el estado de Coahuila, aquí se han perdido cuatro meses de “esperanza de vida.” Y este estudio se basa en los registros administrativos y estadísticas de mortalidad del INEGI.
Desde un avión sobrevolando Asia, la vida es más sabrosa. Así como el Gobernador va a “traer empresas” a Corea, debería de encabezar un operativo en la colonia “Las Tetillas” para abatir el hampa. Es lo mismo. Es su trabajo. Así de simple.
LETRAS MINÚSCULAS
¿Por qué los rostros de los coahuilenses lucen mustios y sin brillo? Porque no hay esperanza de que las cosas cambien.
Autogobierno
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