Alhajero. Por: Martha Anaya.
Bailongo priista
Los priistas están que pegan brincos de contento. A partir de los resultados que tuvieron el pasado 7 de junio, prefiguran ya buenos resultados para el 2016… y para el 2018.
Y es que, por lo pronto, de las 12 entidades donde habrá elecciones para gobernador el año entrante –Coahuila, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Quintana Roo y Zacatecas– los priistas prácticamente arrasaron en los distritos que se jugaron esta vez.
En coalición con el Partido Verde, se llevaron carro completo en cinco de los estados que renovarán gubernaturas: Coahuila (siete de siete), Durango (cuatro de cuatro), Hidalgo (siete de siete), Quintana Roo (tres de tres), Zacatecas (cuatro de cuatro).
El PRI solito, sin alianzas, ganó los tres distritos de Tlaxcala y los ocho de Tamaulipas (además de los tres de Nayarit, aunque en este último no habrá elección el año entrante).
Por lo que toca a Chihuahua y Sinaloa, los tricolores se quedaron a un pasito de arrebatar todos los distritos. En la tierra que gobierna César Duarte Jáquez, el PRI se llevó ocho de nueve distritos y en la de Mario López Valdés, Malova, seis de ocho.
En cambio en los estados donde se elegirá gobernador por sólo dos años –para empatar la renovación de poderes con el calendario electoral del 2018–, Puebla y Veracruz, los resultados fueron desiguales:
Donde gobierna Rafael Moreno Valle –aspirante a la candidatura presidencial por el PAN–, los priistas celebraron triunfos en ocho de los 16 distritos poblanos.
Más no tanto en Veracruz. Porque aunque el PRI ganó 16 de los 21 distritos de la tierra de Javier Duarte, el Revolucionario Institucional perdió algunos espacios significativos, como Xalapa urbano, Coatzacoalcos y el puerto de Veracruz.
Pero la pintura completa, advierten, les augura una buena cosecha para el año que viene. Al menos así lo prefiguran en estos momentos –más lo que ya prevén para el 2018–. Por eso ya andan en pleno bailongo.
Ah, y como cereza del pastel en la fiesta tricolor, súmenle que consideran el 29.1% de votos que obtuvo su partido –de un padrón que no convocó ni a la mitad de los ciudadanos–, como ¡un refrendo inequívoco a la gestión de Enrique Peña Nieto!
-0-
CORDERO DESENTONA.- Desde hace días el senador Ernesto Cordero viene insistiendo en descalificar a Ricardo Anaya para la presidencia del PAN:
“Es lo mismo que (Gustavo) Madero”, “no veo que vaya a cambiar nada en el partido”, “nunca hizo nada por evitar los moches…; al revés”, “será un candidato único, no de unidad”, acusa el ex secretario de Hacienda ante cámaras y micrófonos.
Sólo que sus denuncias se quedan cada vez más solitarias. Sus compañeros de bancada –incluidos aquellos que en su momento fueron corderistas– no se han sumado a sus quejas. ¡Al contrario! El apoyo al queretano para encabezar el partido blanquiazul luce apabullante.
Y el apoyo no es gratuito. Tanto en su labor al frente de la secretaría general del PAN, como en su tarea como coordinador de los diputados de Acción Nacional en San Lázaro, Anaya supo conciliar.
Su voz, a lo largo de la pasarela de medios que realizó ayer para posicionarse, se escucha fresca y, a diferencia de la de Cordero, sin tantos gatos en la barriga.
-0-
BARBOSA, DIRECTOR DE ORQUESTA.- El presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa, ya se la creyó.
No sólo lanza admoniciones sobre Andrés Manuel López Obrador, Morena y el futuro de la izquierda, sino que ahora le dice a Miguel Ángel Mancera cómo rediseñar su gabinete.
Según su batuta, el jefe de Gobierno del DF –quien ya se destapó para el 2018, aunque no necesariamente por el PRD– debe pedir la renuncia de su secretario de Gobierno, Héctor Serrano; de la titular de Desarrollo Social, Rosa Icela Rodríguez, y del director del Metro, Joel Ortega.
Ajá. ¿Algo más, senador Barbosa?
-0-
GEMAS: Obsequio del secretario de Educación, Emilio Chuayffet: “Llueve o truene habrá evaluación docente”.
Bailongo priista
No hay comentarios.:
Publicar un comentario