Si de algo no existe duda, es que el estado de Guerrero esta mal, bastante mas mal desde hace diez años con una economía que ha sido vendida a pedazos a empresas propias de los funcionarios en el poder, con un crecimiento desproporcionado de la economía informal, como la respuesta a la falta de empleos y del reducido crecimiento económico, con un indicé educativo propio de los estados mas atrasados del planeta.
Invadidos por el crimen organizado, el trafico de drogas y gobernado por individuos corruptos, ineptos, superfluos, y cínicos, cuyos mayores ejemplos, no mas los únicos, es desde luego, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que han gobernado en estos diez años con su parentela.
Esta realidad especifica ha sido en parte construida por la mayoría del pueblo de Guerrero que con singular entusiasmo y escaso análisis votó por ellos, luego de sus campañas mediáticas que nos vendió a ladrones que con dolo y mala fe nunca han prometido nada, solo hablaban y siguen hablando ahora de que el PRI, no vuelva al poder.
El error cometido fue inmenso, los tíos no contaban con los atributos mínimos en un gran estado para grandes problemas como el nuestro, ahora en este tiempo de elecciones pretenden lo mismo.
Los guerrerenses no vimos ni quisimos ver sus limitaciones, su falta de carácter, su pobreza intelectual, y sobre todo sus relaciones con algunos de los intereses mas obscuros que operan en Guerrero y en el país.
No hay duda de que el pueblo de Guerrero en su conjunto se equivocó hace diez años. Son los riesgos de la democracia. Seguramente dirán algunos; yo pienso de manera distinta y creo que mas bien son los riesgos de la estupidez y del engaño, situación que no debe repetirse.
Todo esto viene a cuento porque tan solo en diez años después, con el estado hecho añicos, con un vacío de poder en su maxima expresión, con los escándalos de corrupción como parte del escenario cotidiano, y con una escasez turística en crisis.
Un amplio sector de la población continúa inmersa en un proceso que mezcla el entusiasmo y la frustración, la esperanza y el enojo, la democracia y la manipulación, la visión y el descontento, el patriotismo y la demagógia, la seriedad y la farsa, el orden y la violencia.
Desde luego me refiero a las elecciones donde la candidata perredista, Beatriz Mojica Morga, es la que, junto a personas respetables y queridas aparecen criaturas deleznables, cuyos antecedentes e incongruencias nada bueno pueden augurar para el futuro de nuestro estado, lamento que la ceguera parezca ser allí la realidad dominante.
Con la razón puesta a un lado, por los personajes que la dirigen y por las incongruencias dominantes. ¿Qué acaso la situación actual no nos pide cordura y serenidad? ¿Qué podemos esperar del futuro, dirigido por una mujer que nació en pañales de seda y no comprende lo que es el hambre y la miseria?
Como quiere ser gobernadora de Guerrero a alguien que no difiere de ella? ¿Acaso es necesario destruir el estado, para luego esperar que de sus cenizas surja otro mejor?
¿De veras Beatriz Mojica Morga es la mujer que podrá con todas estas macabras muertes del crimen organizado, la corrupción que arrastra en su partido el PRD, que impera en su persona y quien la impuso desde México, y el desprecio que siente ella y sus obsecuentes hacia los miserables de Guerrero?
¿Acaso no existen señales claras de que su gobierno en caso de ganar, no haría sino sustituir una corrupción por otra? ¿De verdad es posible creer que ella representa a la democracia? Hoy el PRI, tiene un gran reto quizás el mayor que ha tenido desde hace diez años, ganando como todo apunta a ello, sacar al estado de la enorme crisis y de muerte que lo tiene postrado.
El camino no debe ser de violencia ni de destrucción, sino de reflexión e inteligencia. Nunca antes las posibilidades de éxito fueron tantas. Con un Guerrero con Orden y Paz como lo pretende Héctor Astudillo Flores, candidato a Gobernador por Guerrero.
Guerrero esta mal, bastante mas mal desde hace diez años
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