El cristalazo por: Rafael Cardona
Resulta muy complicado –y debe haberlo sido también para la Procuraduría General de la República–, abordar estos temas donde los grandes personajes son, por un lado el abandono y por el otro, la piedad o la aparente piedad. ??
Todos hemos conocido algunos casos del dominio del público, algunos muy afortunados, de personas realmente usando la palabra exacta, de personas piadosas, bondadosas, capaces de ayudar a los abandonados, a los niños huérfanos, a los expósitos , pero también otros convertidos en negocio inicuo; negocio cruel. ??
Todos recordamos este escándalo muy reciente en la Ciudad de México con esa organización llamada “Casitas del sur”, parte de toda una trama internacional de tráfico de menores. También recordamos otros casos, como aquel de Cuernavaca donde las cosas siempre funcionaron con normalidad, llamado “Nuestros pequeños hermanos”. ??
Supimos el caso del “Padre Chinchachoma”, Alejandro García Durán de Lara.; en fin muchos casos, algunos muy estimables y otros muy reprobables, ¿Frente a cual categoría nos estamos enfrentando en este momento?
Es un caso muy raro porque es muy difícil creer que 15 personas cerca de la tercera edad o sobrepasando esos años ya cerca de la ancianidad, siguieran en ese grupo tan grande, como si fueran beneficiarios del rescate de la orfandad. Si fueron huérfanos, lo fueron hace muchísimos años. ??
Había más de 138 personas mayores, había 50 mujeres adultas.
Entonces ¿cuándo una casa de huérfanos sostenida por una piadosa mujer, a la cual todo mundo buscaba y procuraba en las campañas electorales de Michoacán, la señora Rosa, la “Mamá Rosa” era una visita obligada, se convirtió en esa jaula monumental cuyas fotografías de hacinamiento hemos visto?
No nos olvidemos, por ejemplo, las fotografías de la “Mamá Rosa” con Martha Sahagún oriunda de allá y su conocida de tiempo, veámosla en inauguración del Centro Fox en otras cosas, recibiendo donativos.
Entonces hay una especie de corriente atractiva a aciertos grupos políticos con simpatía por esas expansivas organizaciones como la “Casa sobre la roca” cuya fundadora ahora está metida de lleno en las denuncias sobre trata de personas.
Pero la autoridad solamente puede actuar con base en los hechos y los hechos son, para comenzar, las condiciones como la autoridad encontró en esa casa, o en ese campamento, o en ese albergue, o en ese centro de reunión de tantas personas eran según dice la información publicada, absolutamente deplorables. ??
Se habla de abusos sexuales, se habla de abusos económicos.
Esta será una prueba muy interesante para confirmar lo dicho tantas veces por el Procurador General de la República Jesús Murillo Karam: “nosotros no fabricamos delincuentes, nosotros no inventamos culpables, nosotros investigamos sobre los hechos incontrovertibles”. ??
Vamos a ver si estos hechos y estas evidencias le permiten a la Procuraduría armar un caso total. ??
Es muy difícil abordar esto críticamente por la absolución previa. Muchas buenas conciencias respaldan ahora a Mamá Rosa.
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