Los Miserables. Por: Federico Arellano
Dicen que “de la moda lo que te acomoda”. En el episodio de hoy hablaremos de una moda que cada vez se arraiga más entre la clase política de nuestro país. No, no hablaremos de los matrimonios con actrices de televisión, hablaremos de la moda del “internet y de la conectividad”.
Como el burro que tocó la flauta, muchas administraciones de nuestro país han buscado legitimidad a partir de promover y facilitar el uso del internet doquiera que uno vaya: “conéctate en el parque, en la delegación, en la vía pública”. Algunos osados innovadores han propuesto incluso la conectividad en el transporte público. ¡Qué poca noción del quehacer político!
Dejando de lado las implicaciones presupuestales y de calidad en el servicio, llama la atención que las autoridades consideren el “tener internet” como un bien en sí mismo, esto es, como algo bueno así por que sí. También es notable que definan la “conectividad” como el hecho de poder “conectarse” a internet. Así de ingenuos y simplistas son.
La verdad es que la tecnología en sí no es buena ni mala, es sólo una herramienta. Con ella se pueden realizar exitosísimas cirugías pero también confeccionar sofisticado armamento. El internet, siendo una de las múltiples manifestaciones de la tecnología sigue esta misma lógica.
Los que nos dedicamos a poner la tecnología al servicio de los menos favorecidos, sabemos que la conectividad como política pública no se define como el número de personas que tienen acceso a internet, se define como el acceso a oportunidades que ciertas personas no tendrían de no ser por el internet. Se trata de hacer de la tecnología un elemento democratizador.
¿Qué tanto los mexicanos sabemos usar la tecnología para hacernos de oportunidades? Poco o nada se sabe respecto de esa pregunta, a pesar de que ese debería ser el único indicador importante, sólo el INEGI cuenta con un timorato índice de percepción de utilidad de internet. Nadie más habla del tema, todos seguimos preocupados por generar más y más puntos de conexión para acceder a Facebook y Twitter y exhibir por esa vía nuestra cotidiana miseria.
El día que la tecnología sea vista en nuestro país como la máquina de oportunidades que realmente es, nuestros funcionarios dejarán de preocuparse por nimiedades y comenzarán a capacitar a nuestros jóvenes en el uso del internet, le mostrarán a las amas de casa, a los padres de familia y a la gente de la tercera edad, la cantidad de herramientas que existen en la web para salir de la pobreza, para organizar y organizarse, para crear cosas que valgan la pena, todas esas cosas que pues… no sucederán en un camión.
El día que nos tomemos en serio la tecnología, en las oficinas públicas y privadas dejaremos de reclutar mecanógrafos y capturistas y comenzaremos a demandar verdadera inteligencia y creatividad. Estaremos conscientes que la capacidad creadora consiste en darnos cuenta que las herramientas pueden servir para muchas otras cosas de las que habíamos pensado, un martillo no sólo le sirve al carpintero, también al corredor de autos y al jardinero.
Personalmente hago votos porque las nuevas generaciones mexicanas cobren conciencia de que el internet no debe tratarse como una moda, sino que la conectividad debe tratarse con la prioridad que requiere la única y más barata escapatoria de la pobreza a nuestro alcance.
Nos leemos el próximo viernes en este mismo espacio, en este mismo periódico ¡pídalo a su voceador!
@FedeArellano
Economista económico / Abogado desgraciado / Queretano autoexiliado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario