El síndrome del intestino corto es una afección que ocurre cuando falta parte del intestino delgado.
Una dieta con alto contenido de vitaminas y minerales como hierro, ácido fólico y vitamina B12, además de carbohidratos, proteínas y grasas, son algunos elementos que contribuyen a disminuir los síntomas del síndrome del intestino corto.
Estos malestares son: diarrea, fatiga, hinchazón (especialmente en las piernas); pérdida de peso, deshidratación y vómito con olor muy fétido.
El síndrome del intestino corto es una afección que ocurre cuando falta parte del intestino delgado; o ha sido extirpado mediante una cirugía, y es en ese momento cuando los nutrientes no se absorben.
De acuerdo con un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT); de dos a cinco personas por cada millón de habitantes padecen el síndrome del intestino corto, lo que indica que no es un problema frecuente, pero suele ser delicado y costoso.
El presidente de la Academia Mexicana de Cirugía (AMC), señaló que el tratamiento; por paciente representa en promedio cuatro millones de pesos año al año.
Además, cerca del 35 por ciento de los enfermos requieren hospitalización prolongada; y nutrición parenteral (aportación de nutrientes básicos vía intravenosa).
El intestino delgado es esencial para absorber la gran cantidad de macronutrientes y algunos micronutrientes, explicó el especialista en cirugía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).