Contraesquina. Por: Jesús R. Cedillo.
El vacio, la nada ½
Nuestra apatía es del tamaño de nuestra ignorancia. O comodidad. O desdén. O sumisión. O miedo. O abandono… o todo junto. Usted lo sabe mejor que yo. Nunca abordo un tema a bote pronto. Lo hago ya luego cuando tengo el corazón frío, pero la pluma caliente.
Si los hechos merecen ser abordados, mis letras abonarán una parcela a esa huidiza verdad y encontrarán eco mis tesis cuando usted me las comenta, señor lector. Nada caduca, todo tiene qué ver con todo para formar un rompecabezas.
Un Informe puntilloso de la Cámara de Diputados sobre la matanza de Tlatlaya el 30 de junio de 2014, establece dinámicas aterradoras. La más grave, “Las ejecuciones extrajudiciales son una práctica recurrente y con patrones comunes, que ameritan una política preventiva de Estado”.
Y lo anterior se da en el marco del análisis de los últimos cuatro años de Felipe Calderón al frente de la Presidencia de México y de los dos primeros años de Enrique Peña Nieto como Ejecutivo de la nación. Nada ha cambiado.
Y no tendría por qué cambiar cuando nuestra apatía es del tamaño de nuestra comodidad. O recelo, o rencor, o miedo, o todo junto. En épocas de mayor comunicación e intercambio de información (Internet y sus redes sociales las cuales todo lo pudren), estamos más aislados y demostramos nuestra ignorancia como pocas veces antes se había visto.
Nos conmueve e irrita ver a la cantante y actriz Lucero retratada con una presa de talla alta de cacería en África, pero no he visto que miles de ciberadictos intercambien las imágenes aterradoras en las costas de Italia, cuando hace apenas días (jueves 16 de abril), se desató una guerra religiosa a bordo de una petera procedente de Libia, donde 15 musulmanes africanos que buscaban refugio y comida en Europa, mataron y lanzaron al mar abierto a 12 cristianos.
La persecución y el viacrucis de Jesucristo se vuelven a repetir una y otra vez. Todo, en un ritmo sordo, lento, mortal. Harto mortal.
Llegando a Italia, los 15 musulmanes fueron arrestados y acusados de homicidio múltiple agravado por odio religioso. La pelea se desató en una lancha (petera) con 105 personas con destino a Sicilia.
Las investigaciones corrieron a cargo del Ministro de Justicia de Italia, Andrea Orlando y su documentación del caso, es uno más de horror en una región (África) asolada por guerras tribales, hambruna bíblica y crímenes y masacres de odio religioso. No es la mejor hora de tiempo en el mundo para la tolerancia y el respeto a las ideas.
¿Ya lo notó? No estamos lejos de lo anterior aquí, precisamente aquí en Saltillo y en Coahuila, donde en teoría, habitamos el paraíso. Intolerantes, la Asociación Civil Jóvenes Prevenidos busca “tumbar” la candidatura a Diputado federal del aguerrido ciudadano Eduardo Pacheco, quien no ha dudado en criticar el homosexualismo, las uniones del mismo sexo y las adopciones de niños por “familias” homoparentales.
Se ha desatado una persecución de odio y racismo en contra de él. Nadie dice nada.
Las redes sociales arden y buscan sangre fresca en qué cebarse. Pasada la moda de Carmen Aristegui, cada vez menos los jóvenes intercambian memes y apoyos a la locutora estrella la cual va para un litigio largo, tan largo como el protagonizado en su momento por el más influyente periodista radiofónico, José Gutiérrez Vivó al cual ya nadie recuerda.
Sus deudas y litigios circulan en tribunales nacionales y extranjeros (una de varias: fue condenado a pagar en diciembre de 2008 a MVS, 10.5 millones de pesos más los costes judiciales del litigio, 835 mil pesos…). Nadie lo apoya ahora.
Si una mariposa aletea en Libia, debe de tener un impacto en México. No es así. Estamos aislados y en soledad. Los jóvenes usan todo el día y todo el tiempo audífonos los cuales los bloquean del mundo real. ¿Supo usted de la mayor tragedia de una embarcación de refugiados en las costas del Mediterráneo? Más de 900 personas muertas. ¿Ha visto el racismo en USA?
Letras minúsculas
En México, en Coahuila, en Saltillo existe sólo el vacío, la nada. La boca seca. Nadie dice nada.
El vacio, la nada ½
