El 98% de los habitantes de grandes ciudades pertenecen a las clases media-baja y enfrentan una contaminación de aire excesiva.
La contaminación del aire es un problema que aqueja a gran parte de la población mundial; y es prioridad de las autoridades buscar una solución al respecto.
Se estima de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); que nueve de cada diez personas del mundo vive en lugares con una alta contaminación de aire; lo que resulta nocivo para la salud.
Nuevas investigaciones descubrieron cómo afecta la contaminación del aire a nuestro cerebro; lo que ha servido para explicar algunas enfermedades neurodegenerativas y anomalías cerebrales.
Si bien muchas personas ya son conscientes del problema y utilizan máscaras faciales para combatirlo; no se tienen pruebas que estas reduzcan la exposición a las partículas finas peligrosas del aire contaminado.
La inhalación de estas partículas y gas NO2 se relaciona con problemas respiratorios y cardíacos; por lo que es necesario generar medidas preventivas de salud y realizar estudios que profundicen sobre los efectos de la contaminación en los humanos.
Para responder esta cuestión, la Universidad de Lancaster desarrolló un estudio con muestras cerebrales; de 37 persona, 29 de ellos mexicanos, buscando los efectos que la contaminación del aire genera en el cerebro.
Se descubrió que algunas partículas de metal desprendidas de los gases de los automóviles pueden afectar negativamente en el tejido cerebral, facilitando la aparición de anomalías y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Hallaron nanopartículas de magnetita en diferentes cerebros que se desprenden de los gases de los automóviles; lo que hace suponer a los investigadores que estas pueden ser las causantes de las enfermedades cerebrales que sufren tanto niños; como adultos en gran parte de las ciudades más pobladas, como Ciudad de México.
Estudio de la Universidad Southern California
En esta misma línea, un estudio de la Universidad Southern California realizó un seguimiento a mujeres embarazadas y sus hijos para estudiar la relación entre la exposición prenatal a los contaminantes del aire y los problemas cognitivos de los niños. Se realizaron escáneres cerebrales a los jóvenes que mostraron datos sorprendentes, como reducciones de volumen cerebral, particularmente en el hemisferio izquierdo, que podría haber sido causado por la contaminación que sus madres sufrieron en el embarazo.
Encontraron además menos materia blanca cerebral en aquellos niños “contaminados”. Estas anomalías causaban problemas de procesamiento de información en los niños, lo que los hacía más impulsivos y desatentos, como si sufrieran trastornos por déficit de atención.
Una vez más, la ciencia ha trabajado a favor de la sociedad; explicando algunos de los fenómenos más peligrosos de la contaminación del aire a largo plazo. Se espera que estas investigaciones sirvan a autoridades; y ciudadanos para tomar verdadera consciencia sobre los riesgos de la contaminación del aire en la salud; e impulsar medidas efectivas para combatirla.