El mantra ‘ciudadano’
Panóptico: Por: Luis García Abusaíd.
Los candidatos a la Gubernatura pasaron las mismas pruebas y penurias que Buda, y tuvieron que “conseguir su ropa en la basura, para lavarla, teñirla, coserla y hacer su primer hábito de monje”.
Su humilde gesto conllevaba una meta: destacar que “entre lo más sucio y los desechos, puede nacer la pureza y la santidad”.
Los siete formaron un círculo y, sentados en el piso, adoptaron la posición de flor de loto para meditar. Una estupa budista al centro emanaba “la armonía y la perfección de los principios universales para despertar en los siete una mente compasiva y sabia, abierta a su máximo potencial”.
Los siete repetían el mantra “ciudadano”, una y otra vez, pero cada uno lo cultivaba de diferente manera en su mente. Mientras se escuchaban cánticos y sonidos de cuencos, platillos y tambor.
Esto es lo que cada uno pensaba en su interior, mientras luchaba por desenmascarar su EGO y diluirlo.
Memo Anaya: “Formaremos una Fiscalía Ciudadana Anticorrupción con autonomía para investigar y consignar a los culpables. Han sido años de caminar por el desierto de la impunidad la corrupción y las malas prácticas”.
Miguel Riquelme: “La ciudadanía es necesaria para gobernar Coahuila y enfrentar sus desafíos los próximos seis años”.
Javier Guerrero: “Mi compromiso con la ciudadanía forma parte de mi plataforma presentada ante el Instituto Estatal Electoral”.
Armando Guadiana: “Debemos lograr una simbiosis entre ciudadanos y autoridades” para gobernar Coahuila. “Los ciudadanos se merecen un Gobierno de altura”.
Mary Telma Guajardo: En mi Gobierno “habrá mas participación de la gente, ya que está cansada. La gente está consciente de que si vota por el PRI o por el PAN, será lo mismo. De ellos depende que se de el cambio”.
José Ángel Pérez: “Sólo los ciudadanos pueden extirpar la corrupción que nos azota en el Estado”.
Lucho Salinas: “Es hora de que la sociedad civil forme parte de la gobernabilidad. Ya no más cinismo y más de lo mismo. Los ciudadanos decidimos actuar”.
Mientras repetían el mantra “ciudadano”, cada uno, iluminado de tanta ciudadanía, empezó a levitar.
Pero, ya en serio: ¿usted les cree? Yo tampoco.