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mayo 12, 2015

Evasión, violencia o compromiso

Claraboya. Por: Luferni.


Evasión, violencia o compromiso


Las actitudes son diversas.


De ellas parten –como serpentinas– las expresiones, las perspectivas, los lenguajes,  En situaciones críticas se van haciendo dominantes algunas posturas existenciales. Se da la evasión.


Hacia una interioridad casi autista, autorreferencial, encapsulada. Se renuncia al viaje intergaláctico de la presencia, de la acción, del empuje transformador en la circunstancia y se viaja al espacio interior. Ahí están los horizontes de la imaginación, de la memoria y de la incansable razón.


Los más indignados buscan caminos de violencia en el pensamiento, en la palabra, en un inquieto activismo Se inventan enemigos para que no falten los combates.


En extremos, se intenta destruír y  exterminar. En una manifestación son los anarquistas, los encapuchados. En los medios son quienes esgrimen la ironía cáustica y demoledora, la que no solo descalifica sino sataniza. Es el salvajismo de la fuerza en selva pavimentada, ejerciendo un canibalismo con tenedor.


Una actitud existencial frente a la crisis es también el compromiso. Ni se da la espalda en evasión ni se toma al toro por los cuernos intentando ganar Zamora en una hora.


Los comprometidos usan todo, sí: la imaginación, la memoria, la razón. Pueden tener vigor, energía, reciedumbre pero no destruyen. Solo tienen tenacidad y perseverancia. Descubren el ritmo de cada avance y la ley interna de cada crecimiento. No intentan hacer crecer la planta jalándole las hojas.


La evasión deja la época y desprecia la coyuntura, toma un rumbo opuesto al de la campana que llama, no voltea a ver al viajero asaltado y herido al lado del camino y pasa indiferente, absorbida en sus ensoñaciones, casi siempre egolátricas.


La violencia es como una espada sin mango. Al acometer hiere también a la mano que la empuja. Su resultado es la devastación porque no sabe construír. Su aparente triunfo es solo la ruina del adversario y su aniquilación.


Solo el compromiso encuentra los caminos de la esperanza con la consistente terquedad de las germinaciones, de las gestaciones, de los crecimientos orgánicos, de los procesos vitales.


Es el valor de la feminidad, de esa plenitud de poder que es la ternura. Esa actitud existencial es mejor vivida por esa bella parte de la humanidad que es hembra, que es mujer, que es madre. Cree más en la flexibilidad de la rama que resiste al huracán que en la rudeza del tronco quebradizo.


Es la gente comprometida con la verdad, la justicia, la libertad y el amor la que puede hacer de una crisis una gran oportunidad de vida plena para todos…



Evasión, violencia o compromiso