La tragedia de Humberto
Panóptico. Por: Luis García Abusaíd.
Humberto Moreira vive, cual personaje trágico, atormentado por el sufrimiento, la venganza y la traición.
Sabedor que nunca fue rey de su silencio. Hoy sufre por ser esclavo de sus palabras que lo persiguen por doquier.
Contra toda prudencia, fuerza su candidatura como diputado local plurinominal por el Partido Joven, de su propia creación.
Méritos político electorales le sobran; pero no posee la credibilidad moral mínima, entre amplios sectores del País y de Coahuila, para arroparla.
Dicha credibilidad quedó sepultada por la indefinición del origen y destino de la deuda que heredó por 36 mil millones de pesos. Y entre litigios, demandas, exoneraciones, contrademandas y encarcelamientos que le siguieron. Sin restar, claro, “los periodicazos letales” que ocurrían cuando Humberto flexionaba sus bíceps o mostraba su abdomen de lavadero.
Humberto no sólo busca el fuero de la Diputación Local; él va por su reivindicación política y moral. En un sentido total y absoluto.
Poco le importa la fragilidad política que se le avecina: su expulsión automática del PRI por buscar la candidatura en un partido alterno (Artículo 149 del Código de Justicia Partidaria).
Sueltas las amarras de su salida, llegará la andanada de ataques de sus enemigos al interior del tricolor. Continuarán con mayor fuerza las denuncias basadas en periodismo de investigación de medios nacionales como Reforma y Sin Embargo. Y no parará tampoco el torrente de insinuaciones amenazantes de la Corte Judicial de San Antonio, Texas.
Pero Humberto no teme. Está convencido que los ataques en su contra son una fabricación de sus enemigos.
Misma que ignora su trabajo visionario como Gobernador, apuntalado por una estricta transparencia y rendición de cuentas.
Empero, el giro de la historia va en sentido contrario al de su convencimiento personal. Hoy, el sufrimiento, la venganza y la traición que Humberto anida en su inteligencia y su corazón le impiden ver su realidad tal cual es. Por eso, mientras sus palabras lo alcanzan, su destino trágico aproxima su fin.
