El asalto a la razón. Por: Carlos Marín.
Reportero mata especulaciones
Me asombra siempre la facilidad con que periodistas y medios replican chismes y fabrican patrañas.
Sucedió con el caso Colosio: se inventaron cuatro Aburtos, se fabricó un “segundo tirador” y Paquita la del cráneo (Monsiváis dixit) profanó la tumba de su consuegro; con el suicidio de Digna Ochoa, que se quiso convertir en “crimen de Estado”.
Con el falso “fraude electoral” de la verdadera derrota de López Obrador frente a Calderón; con la vacilada de la viejita de la Zongolica “violada y asesinada” por soldados pero muerta de un mal gastrointestinal.
Con el cuentazo de la “red de prostitución” del mal afamado ex líder del PRI en el DF, o la miserable acusación contra el Ejército en el asesinato y carbonización de los 43 muchachos levantados en Iguala.
Las atrocidades “periodísticas” son más, y ahora las rolleras especulaciones amenazan con ensuciar de política el multihomicidio del viernes en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.
Por eso, en vez de confiar en quienes imaginan o interpretan, opto por leer a reporteros como Rubén Mosso aquí, en MILENIO.
cmarin@milenio.com
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