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septiembre 05, 2015

Sí, sí pero no crecemos

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Sí, sí pero no crecemos
Cuentos políticos. Por: Francisco Martín Moreno.
Tenemos fuentes de crecimiento balanceadas, todo ello dentro del primer semestre del dolorido 2015; los sectores del producto interno bruto: el agropecuario, la producción industrial, el sector de servicios tuvieron una tasa
Ver nota completa: http://notimundo.com.mx/si-si-pero-no-crecemos/

julio 16, 2015

El pecado original del Euro

Sin fronteras. Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza.


El pecado original del Euro


La crisis griega es sólo una manifestación de los defectos congénitos y errores de diseño de la Unión Monetaria Europea, que se han hecho más evidentes con el paso de los años y la rápida inclusión de nuevos miembros a la eurozona.


La introducción de una moneda común tuvo como consecuencia la centralización de la política monetaria de toda la eurozona, mientras que las decisiones de política fiscal son facultad de cada uno de los estados miembros.


El plan original consistía en que la autonomía de la política fiscal fuera relativa, ya que los estados miembros de la eurozona deberían comprometerse a cumplir con ciertos criterios de déficit público y endeudamiento.


La realidad es que varios países, como Grecia, violaron sistemáticamente esos principios básicos de política fiscal con la complicidad parcial de las grandes potencias de la zona.


Para los euroescépticos, la combinación de la centralización de la política monetaria y un marco de política fiscal que sigue siendo facultad de cada uno de los estados miembros es un régimen que simplemente está condenado al fracaso.


Aunque por el momento el fuego de la crisis griega se ha calmado con el acuerdo alcanzado hace unos días, el problema de fondo no se ha resuelto y la eurozona debe hacer una introspección profunda.


Sus líderes deben decidir si están dispuestos a caminar hacia una mayor integración fiscal para mantener el proyecto del euro como moneda común o vivir en el statu quo, enfrentando crisis como la griega de manera recurrente.


Aunque en el 2012 los líderes de los 25 países miembros de la Unión Europea (UE) lograron un pacto histórico que encamina a la UE a una mayor integración fiscal, el pacto probablemente se quedó corto ante las diferencias tan drásticas de productividad entre los diferentes países de la eurozona.


El pacto obliga a los países a mantener su déficit presupuestal como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en un máximo de 0.5% -en promedio- a lo largo del ciclo económico; exige que la deuda total del gobierno no exceda 60% del PIB durante dicho ciclo y además otorga poderes a la Corte Europea de Justicia para imponer multas significativas a los países infractores.


Para los euroescépticos, Europa tendrá que escoger uno de dos caminos: una integración fiscal completa -que termine en la creación de los Estados Unidos de Europa- o un desgajamiento de la eurozona con un bloque de países ricos del norte -encabezados por Alemania y Francia- manteniendo al euro como moneda común, y la salida de los países con niveles de productividad inferiores.


La integración fiscal completa implica el establecimiento de un régimen de transferencias fiscales en el que los países miembros fungirían como estados y la política monetaria y fiscal se dictaría centralmente.



El pecado original del Euro

junio 03, 2015

El boom automotriz: el éxito y los asteriscos

Caja fuerte. Por: Luis Miguel González.


El boom automotriz: el éxito y los asteriscos


La industria automotriz produce más divisas que la petrolera y genera más empleos que toda la industria energética.


¿Es la industria automotriz un espejo de la economía mexicana? Si fuera así, en vez de hablar de ajustes a la baja en los pronósticos del PIB, estaríamos revisando hacia arriba los cálculos del Producto Interno Bruto.


En vez de sudar para alcanzar 2.5%, estaríamos arriba de 5%, hablando de tú a China e India, las estrellas de la otrora brillante constelación BRIC.


Las ventas de automóviles en el mercado mexicano han crecido más de 20% en los primeros cinco meses del 2015.


Por primera vez en un mes de mayo, las ventas internas superaron las 100,000 unidades.


En este año, vamos rumbo a un récord en las ventas en el mercado nacional. Las exportaciones se han incrementado 14% en el periodo enero-abril.


La industria automotriz es una historia de éxito, si consideramos la capacidad de atracción de inversiones y la presencia creciente de lo Hecho en México en el mundo.


México era el noveno exportador del mundo en el 2008 y está a punto de convertirse en el número tres.


Aun considerando los costos del traslado, es más barato producir un auto en México para el mercado estadounidense que producirlo en Estados Unidos. Uno de cada ocho vehículos que se venden allí es fabricado en México.


Entre los importados, la participación de los “mexicanos” llega a 35 por ciento. Son dos puntos más que Japón, líder en este rubro hasta el 2014.


Es una historia de éxito, no exenta de contradicciones. Son alrededor de 700,000 empleos directos los que genera la industria en México. Este número crece a tasas cercanas a 10% anual desde el 2010.


El trabajador mexicano es reconocido en todo el orbe por su calidad, pero esto no se refleja en los salarios. Un obrero de las armadoras en México gana apenas 10% de lo que gana su contraparte en Estados Unidos.


Para quienes piensan que este parámetro es muy alto, valga decir que un trabajador taiwanés gana 2.1 veces lo que un mexicano; un polaco, 2.4 veces más; un checo, el triple.


La industria automotriz produce más divisas que la petrolera y genera más empleos que toda la industria energética.


Estos prodigios de competitividad y eficiencia no anulan algunas disfuncionalidades.


Desde el 2009, el sector ha vivido un auge sin precedente, con la apertura de ocho grandes plantas, además del anuncio de la instalación de seis plantas más.


En ese mismo periodo, la productividad por trabajador ha crecido a tasas de 6 o 7% anual en promedio, pero las remuneraciones de los trabajadores han pasado de 36 a 23% del valor agregado de la producción.


¿Podrían mejorar los sueldos sin perder competitividad y capacidad de atracción de inversiones? Ésa es la cuestión.


México ahora es una especie de paraíso de la manufactura automotriz.


Está cerca de Estados Unidos, tiene mano de obra calificada que es tan productiva como la de Europa, Estados Unidos o Japón, pero cuesta menos incluso que la de China. Además tiene baja conflictividad laboral.


¿Es esto sostenible? Quizá. Hay riesgos de intentar cambios bruscos, pero también hay peligro en la inacción. Tarde o temprano vendrá presión por la parte laboral para buscar una mejora de las condiciones.


Eso ha ocurrido en otras partes del mundo donde la industria automotriz se ha desarrollado.


¿Cuál es la estrategia laboral de mediano y largo plazo? ¿A quién le toca? ¿A quién le importa?


www.lopezdoriga.com



El boom automotriz: el éxito y los asteriscos