Gobierno del estado, ha delineado medidas para suavizar los efectos del gasolinazo
Gasolinazo
Epístolas Surianas. De Julio Ayala Carlos
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Julio Ayala Carlos[/caption](Carta a Don Héctor)
MIENTRAS POR UN LADO las protestas en contra del llamado gasolinazo prácticamente han desaparecido, por el otro, es decir, por el lado del gobierno ya se anuncian las primeras acciones para mitigar sus consecuencias, principalmente entre los que menos tienen.
Así, por ejemplo, mientras los que estaban seguros que ahora sí el pueblo se levantaría en armas por el incremento a las gasolinas, ya guardaron las consignas sesenteras para otra ocasión, el gobierno del estado, para situarnos en la entidad, ya ha delineado algunas medidas para suavizar los efectos del gasolinazo.
Por supuesto, nunca serán suficientes, en razón de que el poder adquisitivo del salario cada vez es menos; sin embargo hay que resaltar que en el caso de Guerrero, sus autoridades, encabezadas por Héctor Astudillo Flores, ya delinearon algunas acciones al respecto, y lo que es más, ya concretaron alguna de ellas, es decir, el no incremento al precio de la tortilla.
En efecto, la reunión sostenida entre el mandatario estatal con dirigentes de los empresarios de la masa y la tortilla, con quienes acordaron que el precio de la tortilla no tendrá ningún incremento, es sin duda un gran anuncio, en virtud de que es el alimento base de los guerrerenses.
Incremento
Cierto es que tras el incremento a los combustibles se disparó el precio de una gran cantidad de productos, muchos de los cuales son regulados por las autoridades, y en tal sentido toca a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) actuar en consecuencia y no esperar a que haya una denuncia de por medio, pero también es cierto que el gobierno del estado, hablando de Guerrero, está obligado a hacer lo necesario en favor de los sectores de la población más necesitados.
Y uno de ellos, indudablemente que es el mantener el precio de la tortilla como está, sin incrementos, pues como decía, es el alimento principal de los guerrerenses, de tal forma que en la mesa de la gran mayoría de la población puede faltar cualquier otra cosa, pero no la tortilla.
En fin que habrá que esperar otras acciones de las autoridades estatales en favor de la población para disminuir los efectos del llamado gasolinazo. De acuerdo al mandatario estatal, también mantiene un acuerdo con los transportistas para no incrementar las tarifas del servicio urbano.
Y claro, la disminución de los sueldos y salarios de los funcionarios de primero y segundo nivel del gobierno del estado, y por supuesto de quienes integran el poder Legislativo y Judicial, y claro, de los organismos autónomos, como el IEPC, incluyendo a los partidos políticos, pues no puede haber funcionarios ricos, con sueldos que son un insulto a la población, cuando los tiempos son de crisis.
Domingo Salgado
EN OTRO ASUNTO, NI DUDA cabe que el dirigente del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, Domingo Salgado Martínez, no quita el dedo en el renglón. Quiere dinero para dejar trabajar al alcalde Marco Antonio Leyva Mena, como aquel que pide un millón de pesos al gobierno del estado para no bloquear la autopista del Sol, aunque no cargue con no más de 50 seguidores.
Claro, al consejero estatal del PRD no le importa que en el gobierno municipal capitalino no haya recursos. Él quiere dinero para sus agremiados, pues sabe bien que si no lo logra lo van a dejar sus seguidores, y para ello, como muchos dirigentes sociales, a los que el entonces gobernador Zeferino Torreblanca Galindo llamó "lucradores sociales", amenaza al alcalde con un paro de labores indefinido a partir del lunes próximo.
Hay que decirlo. Solo ocurre en México, y por supuesto en Guerrero, el que dirigentes sociales y de sindicatos de trabajadores de gobierno, consigan de las autoridades lo que quieren por la vía de la amenaza, del chantaje o de la toma de edificios públicos y cierre de calles, porque no ganan el salario que suponen deben ganar.
Deben renunciar
Y uno se pregunta que si no están a gusto con el salario que tienen, que si no les gusta su trabajo, por qué carajos no renuncian y se van a donde les paguen mejor? ¿Por qué jijos están donde no quieren estar, ya por los bajos salarios o porque no les gusta lo que hacen? Lo coherente es que renunciaran al trabajo y se fueran donde les paguen más, y en consecuencia el espacio que ostentan lo ocupen quienes tienen necesidad de un ingreso aunque sea pequeño, seguro.
Pero claro, Domingo Salgado, como muchos otros, difícilmente encontrarían trabajo en otro lado, y lo que es peor, sin hacer nada. Y es que es muy cómodo cobrar, como los maestros cetegistas, sin hacer nada. Y es que, además, como consejero del PRD que es, el secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, tiene la mira puesta en una regiduría en la próxima elección; en consecuencia, necesita de adeptos, y de votos.
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