Ventana. Por: José Cárdenas.
La batalla por Sonora
¿Quién tendrá más grabaciones –ilegales–, más explosivos fulminantes, más “parque” para ganar esta guerra electoral?
¿Los panistas quienes denunciaron a la candidata priista Claudia Pavlovich por andar volando bajo en campaña con avión prestado por su “cuate” el empresario constructor Samuel Fraijo.
A quien la aspirante tricolor –siendo senadora– habría ayudado para licitar una carretera, o por pedirle al rico camaronero Carlos Gallegos “ponerse guapo” con siete millones de pesos para la contienda?
¿Los priistas que hacen cera y pabilo del candidato panista Javier Gándara Magaña ahora muy famoso por su envidiable colección de nueve codiciados inmuebles en California y Arizona valuados en 117 millones de pesos.
Un avión jet Citation Bravo de dos millones de dólares, patrimonio ocultado en su obligatoria declaración patrimonial cuando fue alcalde de Hermosillo (2009-2012), y sólo ganaba 285 mil pesos al mes, entre sueldo y rentas?
Sólo faltan tres semanas para saberlo.
PUNTO Y APARTE: Si la ley sonorense se cumpliera, el candidato Gándara purgaría una pena de seis meses a seis años de prisión y la inhabilitación multianual para el desempeño de cargos públicos por ocultar su riqueza, aunque él alegue que las propiedades exhibidas por Milenio Diario están a nombre de su esposa, el hijo, la hija, y el yerno…
Y califique el reportaje de calumnia vulgar. Sin embargo el error es de Gándara por haber declarado a su señora –y prole– como dependientes económicos y haber falsificado la realidad. Gándara debió haber dicho exactamente lo contrario, que el dependiente económico de su esposa es él Total.
La señora es muy rica, y problema resuelto; no es delito ser un mantenido, lo grave es usar a la familia y las influencias para ocultar la verdad.
EL MONE LOCO: Atención señor Peña Nieto, esta frase me la regalaron para usted que padece los tiempos del cólera presidencial: “Gobernar es velar; gobernante que cierra los ojos, da a guardar sus ovejas a los lobos; gobernante que duerme, gobierna entre sueños; y cuando mejor le va, sueña que gobierna”.
La batalla por Sonora
