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julio 02, 2015

Una de las dos en gravísima falta

El asalto a la razón. Por: Carlos Marín.


Una de las dos en gravísima falta


En cuanto que no es delito la portación de padre prohibido, sería criminal que se persiguiera por ese motivo al joven Rubén Oseguera González, hijo del jefe de la banda Jalisco Nueva Generación.


Y no por los cargos, indicios y evidencias que constan en la consignación formal, pero que la juez Nadia Villanueva Vázquez desestimó.


Pero, si como alega la PGR, la juzgadora dio más crédito a la versión de unos policías de Zapopan (mucho más vulnerables a la delincuencia organizada) que a la Policía Federal.


Si niega que el muchacho tuvo ante el MP quien lo defendiera cuando lo cierto es que contó con abogado y asistencia consular (nació en EU); si entre las armas que le fueron aseguradas no valoró siquiera el prohibido AR-15 grabado con al acrónimo CJNG.


El número 02, la abreviatura JR y la palabra Menchito y, finalmente, si no entendió por qué el detenido fue trasladado a la Seido (en el DF) y no presentado en la también vulnerable delegación estatal (en Guadalajara).


El Consejo de la Judicatura Federal debe investigar el proceder de la señora… o probar que la PGR fabrica culpables…


cmarin@milenio.com



Una de las dos en gravísima falta

mayo 26, 2015

Una banda sin “base” en Michoacán

El asalto a la razón. Por: Carlos Marín.


Una banda sin “base” en Michoacán


El mismo día del enfrentamiento en que resultaron muertos un policía federal y 42 probables delincuentes en un rancho de Michoacán se lanzó, en volantes y redes sociales, una convocatoria para que la población se manifestara contra la presencia de las fuerzas federales en esa región.


Bajo el título Salva a tu pueblo, no quiero otro Michoacán, la incitación se hizo en nombre de la Unión de Comerciantes Grullenses, cuya directiva legítima, ipso facto, se deslindó.


A diferencia de lo que sucedió de manera recurrente en Nuevo León o Michoacán, donde las consignas de bandas con arraigo eran acatadas por sus bases sociales, nadie de El Grullo le hizo el juego al asediado y recién llegado grupo Jalisco Nueva Generación.


La convocatoria, dicen los que saben, fue operada por gente de un ex director de Seguridad Pública de la localidad, quien dejó el cargo en cuanto supo que la Policía Federal había detenido a un hermano suyo señalado como presunto jefe de plaza de la organización en Puerto Vallarta.


cmarin@milenio.com


www.lopezdoriga.com



Una banda sin “base” en Michoacán

mayo 25, 2015

Tanhuato

Día con día. Por: Héctor Aguilar Camín.


Tanhuato


En la noche del viernes 22 de mayo, luego de oír en el noticiario la versión oficial del choque en Tanhuato entre la Policía Federal y miembros del cártel de Jalisco Nueva Generación, escribí en mi cuenta de Twitter:


“Enfrentamiento en Tanhuato. Tres horas de tiros. 42 muertos de un lado. Uno del otro. Ningún herido. ¿Enfrentamiento?”.


Según la versión oficial, el enfrentamiento se dio en una propiedad llamada Rancho del Sol, por cuyas 112 hectáreas los delincuentes se dispersaron obligando a una persecución de tres horas, al cabo de la cual, la Policía Federal y sus refuerzos dieron muerte a 42 y detuvieron a tres.


No hubo parte de heridos, salvo el de un policía federal, al principio del enfrentamiento, auxiliado por un compañero suyo que cayó muerto. La única baja mortal de la fuerza pública en el operativo.


Las notas aparecidas al día siguiente añadieron poco al hecho. El diario Reforma apuntó que según “los testimonios gráficos, la mayoría de los cuerpos de los presuntos delincuentes abatidos tienen disparos en el torso o en la frente y quedaron inertes boca abajo”.


Associated Press dijo: “La disparidad de resultados es similar al controvertido caso del 30 de junio anterior en el cual el Ejército mexicano dijo que sus tropas se habían enfrentado en un tiroteo con supuestos criminales donde fueron muertos 22 sospechosos y sólo un soldado fue herido”. Se refiere al caso de Tlatlaya.


Los diarios de ayer domingo recogieron dudas de diversos expertos sobre la misma disparidad. Una observación penetrante fue de Alejandro Hope: se decomisaron en el Rancho del Sol 36 armas largas, menos que los 42 muertos.


En Tanhuato hay tres detenidos, pero una inquietante ausencia de heridos, normales en cualquier enfrentamiento, donde la letalidad total, de un bando u otro, es simplemente contraria a la estadística.


La letalidad total de un bando sobre otro indica ejecuciones o emboscadas, como en el caso de los 15 policías de Jalisco muertos el 7 de abril pasado en el kilómetro 56 de la carretera Mascota-Puerto Vallarta.


Y como en el caso de Tlatlaya.


hector.aguilarcamin@milenio.com


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Tanhuato