Humildad y honestidad, credenciales de Terán Porcayo
Comienza la guerra sucia, comienza la extorsión en algunos medios, son lamentables los señalamientos sin prueba alguna contra el Doctor Marco Antonio Terán Porcayo, candidato a la presidencia municipal de Acapulco.
La sociedad no debe caer en el engaño de los señalamientos periodísticos sin sustento alguno, quien puede señalar, denunciar y detener por la probable comisión de un delito, es la autoridad ministerial y federal.
La dirigencia nacional del PRI encabezada por el licenciado César Camacho Quiroz, el candidato a la gubernatura de Guerrero, Héctor Astudillo Flores y el senador René Juárez Cisneros, respaldan al candidato a la alcaldía del municipio de Acapulco, al doctor Marco Antonio Terán Porcayo, saben de la calidad humana de la que goza este hombre, de haber tenido un probable delito, sería separado de inmediato de la candidatura.
La vileza de políticos que pagan para que se publiquen en algunos medios rumores para afectar al Doctor Marco Antonio Terán, no lograran su propósito, porque las miles, y miles de gentes agradecidas, conocen sus manos, conocen sus ojos, conocen su bondad, conocen su humildad, porque a muchos, los ha curado.
Quizás algunas gentes dentro de su apasionamiento político que es normal, dicen no conocer al Doctor Porcayo, que quien es ese, que solo lo conocen en su casa, totalmente falso.
yo, el que escribe, en mi humilde opinión, sugiero que es mejor tener un servidor honesto y pulcro, que siempre a ocupado sus manos para curar a la gente, para hacer el bien, y que nos va a servir para poder sacar a este hermoso puerto turístico que se encuentra sumido en la miseria, muerte, sin policías y en el abandono gubernamental de los últimos gobiernos municipales.
Sería impensable que la sociedad acapulqueña quiera un político ladrón, que ya sabe para que son los cargos públicos, para robar, para saquear y para enriquecerse con sus amigos y aliados que lo acompañan en su campaña.
Si eso quiere la sociedad de Acapulco, entonces no hay problema, hay varios candidatos ladrones que ya saben lo que se hace al llegar al poder, robar, el que no transa no avanza.
Pero sí la sociedad realmente quiere un hombre Probo, que cuando a tenido un cargo público, como lo fue siendo director del Hospital de Cancerología, llegó a servirle ala sociedad en algo que es una enfermedad muy cruel, el Cáncer.
Juramento Médico de Marco Antonio Terán Porcayo.
Declaración de Ginebra, versión 1983. Asociación Médica Mundial. En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, juro comprometerme a: Consagrar mi vida al servicio de la humanidad.
Brindar a mis maestros el respeto y la gratitud de los que son merecedores. Practicar mi profesión con conciencia y dignidad. Hacer de la salud de mis pacientes la Primera de mis preocupaciones.
Respetar los secretos que me hayan sido confiados, aun después de la muerte del paciente. Mantener por todos los medios a mi alcance el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica.
Considerar a mis colegas como hermanos. No permitir que, entre mi deber y mi paciente, se interpongan consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, de partido o de clase social.
Mantener aún bajo amenazas, absoluto respeto por la vida humana desde su concepción, y no utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. He prestado este juramento solemnemente, con libertad y por mi honor.
En Acapulco, contamos con un Cáncer maligno que a diario mata a muchos de nuestros jóvenes por la falta de trabajo y oportunidades, Marco Antonio Terán Porcayo en conjunto con la sociedad, empresarios y medios de comunicación, podrán realizar importantes avances para lograr extirpar esta enfermedad.
Esto que se escribe, no es pagado, solo que conozco a Terán Porcayo, en una ocasión mi esposa se encontraba muy enferma, me cobraban 50 mil pesos por curarla, no los tenía, en ese momento me acordé que mucha gente comentaba de la humildad y capacidad del director del hospital de Cancerología, fui a verlo para solicitarle su ayuda, no lo conocía personalmente.
Al entrevistarme con el Doctor Marco Antonio Terán Porcayo, le comenté de mi problema, y saben qué, curó a mi esposa y no me cobró un solo peso.
Humildad y honestidad, credenciales de Terán Porcayo