Fundador Armando Corona Robles falleció en Jalisco
Guadalajara. - Armando Corona Robles, fundador de Grupo Corona, una de las destiladoras más importantes de Jalisco, falleció este miércoles, informó la familia del empresario.
El dirigente de la empresa que elabora marcas como Tonayán o Rancho Escondido, fue uno de los impulsores de destilados diferentes al tequila.
La empresa, ubicada en Tonaya, tiene presencia en México, Estados Unidos y algunos países de Centroamérica.
Además de licores de agave también elaboraba algunas marcas de tequila y comercializa diferentes marcas de vino tinto y brandy.
La firma fue fundada en 1955 y desde entonces se convirtió en una de las líderes en el sector de bebidas alcohólicas con el portafolio de más de 20 marcas entre destilados de agave, vinos y licores.
DATO:
El mezcal Tonayán nace como el primo pobre del tequila. En los primeros años del México independiente las clases populares del país tomaban tequila para celebrar, olvidar las penas y envalentonarse para chupar.
Pero el tequila se volvió mainstream por culpa de José Alfredo Jiménez y las películas de la época de oro del Cine Mexicano, quienes convirtieron en aspiracional el emborracharse con este licor. Como todos los mexicanos querían emborracharse como Pedro Infante y Jorge Negrete, el precio del tequila se elevó a las nubes.
Los mexicanos comenzaron a buscar otro tipo de bebidas de alta graduación y bajo precio. Probaron con el alcohol de farmacia, pero solo podían consumirlo una vez ya que el esófago quedaba destruido, aunque libre de microbios y bacterias. Encontraron un licor no tan venenoso como el alcohol curativo y no tan caro como el tequila. Este fue el mezcal.
El mezcal es como el tequila, con la diferencia que no se fabrica en la ciudad de Tequila, Jalisco. En pocas palabras, el mezcal es un tequila pirata. El mezcal comenzó a ganar adeptos entre el pueblo de México y algunas industrias que se estaban beneficiando de este consumo.
Entre las industrias más beneficiadas estaban la de los oftalmólogos, por la gran cantidad de gente que quedaba ciega después de una borrachera con mezcal, y la de los doctores de hígado, ya que tenían más pacientes con cirrosis de los que jamás habían podido soñar.
