El imperio de las redes sociales
Rebasando por la derecha. Por: Jesús Ramírez Rangel.
Tanto en México como en Coahuila estamos por vivir las primeras campañas electorales bajo el dominio de las redes sociales.
La irrupción de esta nueva forma de comunicación se ha ido traduciendo en un declive del poderío de los medios de comunicación que van pasando a un segundo plano.
De acuerdo con una encuesta de Parametría, Gallup y de Pew Research Center, el poder noticioso de los medios de comunicación se ha desplomado. En México, sólo el 17% confía en la Televisión, el 18% en la Radio y el 19% en los Medios Impresos.
Compare usted, en junio de 2002, el nivel de confianza en los medios era de 70%, 64% y 58% respectivamente. La Televisión dejó de ser la fuente primaria de información para los mexicanos menores de 50 años.
Antaño no había candidato ganador sin que su elección pasara por el beneplácito, tácito o explícito de los medios de comunicación. Los propietarios de los medios se convirtieron en verdaderos caciques en estados y en cientos de municipios.
Era la época del Cuarto Poder, de “las vacas gordas” para televisoras, radiodifusoras y prensa escrita. Hasta el pasquín más insignificante sacaba tajada. En tiempos electorales no se escatimaban recursos, el dinero fluía a raudales. Eso se acabó. Dejó de ser necesario para ganar.
Primero fue “El Bronco” en Nuevo León, después Corral en Chihuahua, y así seguirá siendo para los gobernantes que vengan. Lo predijo Moisés Naim en “El Fin del Poder”: En el futuro será más fácil llegar al poder y más fácil perderlo.
Las elecciones serán más baratas, no ganará el que tenga más dinero, esa ha sido la norma en los últimos procesos, tanto en México, como en otras naciones.