La rebelión de los “barbosos”
Ventana. Por: José Cárdenas.
Las Memorias de Adriano, emperador romano, dejan claro que la venganza es un plato que se sirve frío… eso sí, en caliente.
Miguel Barbosa no tardó en cobrar agravios pendientes a Alejandra Barrales, Dolores Padierna, Los Chuchos (Ortega y Zambrano) y demás leales a la tribu perredista dominante.
El astuto senador poblano, a quienes muchos veían como figura de ornato, mostró no ser un político de ocurrencias. Aniquilado tras declarar su amor a la causa de Andrés Manuel López Obrador, respondió cada golpe con tiros de precisión que dejan al partido-partido como el despojo de lo que algún día fue… ¿y ya no será?
Barbosa amarró lealtades con nueve compañeros, perredistas y ex perredistas, a grado tal que formó un bloque parlamentario en torno a su figura. Algo inédito en el Poder Legislativo.
Tan pronto como él y su prole quedaron huérfanos, con la bendición papal del dueño de Morena, construyeron una alianza con un grupo que no pintaba ni pesaba, pero ahí estaba, presto para el “arrimón”. A los rebeldes “barbosos” no convenía quedarse sin emblema; hicieron al PT una oferta que no pudo rechazar el frío y calculador Manuel Bartlett, brazo armado de AMLO en el Senado; se trata de un matrimonio de conveniencia, una acción de ganar-ganar, llámele oportunista, cínica… o como más le disguste.
La maniobra de los tránsfugas perredistas es hábil, maciza y precisa; busca quitarle al PRD posiciones: la vicepresidencia y una de las secretarías de la Mesa Directiva; la presidencia del Instituto Belisario Domínguez; la presidencia de ocho comisiones… y las secretarías de otras tantas.
Ahora, Bartlett y Barbosa tendrán que trabajar juntitos como tamalitos. ¿Dejarán atrás aquella sonora confrontación –hace un año– por la “pepena” de legisladores entre sus respectivas bancadas, a grado tal que el entonces coordinador perredista llamó “chillón” a Bartlett, su homólogo petista, quien a su vez califico a Barbosa de “provocador”?
La integración de los refugiados brinda a la bancada del PT una fuerza inimaginable para sacar el máximo beneficio sin necesidad de detenerse en cuestionar principios. En automático, el PT se convierte en la tercera fuerza política del Senado con 16 legisladores, deja al PRD en un lejano cuarto lugar, sólo con 8, apenas 1 más que el Verde; (PRI con 55 y PAN con 38, dominan de calle).
A diferencia de 2015, cuando el PT perdió el registro por una centésima y lo recuperó de milagro –al reponerse una elección en Aguascalientes–vaya sorpresa que hoy le da la vida; tendrá ingresos mensuales por 6 millones 128 mil pesos, en lugar de los 2 millones 681 mil pesos a los que tenía derecho por siete senadores. La repentina fuerza petista desde luego beneficia a López Obrador.
En cambio, Alejandra Barrales queda en ridículo. De nada sirvió el retorno de la jefa nacional del PRD al Senado, dizque para poner orden. En los hechos, Barrales queda de adorno… como florero… y Dolores Padierna se hunde con ella en calidad de golpista frustrada, quien por quererse comer todo el pastel habrá de conformarse con las migajas.
Esto aún no acaba. Barbosa dirige su propia orquesta bajo el paraguas de Bartlett, a su vez mecido por el señor López; sus compañeros harán campaña por Morena y golpearan con todo al PRD que un día los calentó con sus rayos de sol azteca, que si para mal se veía eclipsado, ahora, para peor, se hunde en el ocaso.
EL MONJE SOLOVINO: Miguel Barbosa, diestro y siniestro, juntó al hambre con las ganas de comer; ¿dirán que estará cojo, pero no manco?
