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mayo 21, 2017

Zancandiles y acróbatas del Acamoto 2017

Zancandiles y acróbatas del Acamoto 2017, repuntar la ocupación hotelera y levantan fuertes debates en redes sociales

Por Juan Manuel Millán


Empujados por el sentimiento de emancipación, manumisión, álter ego y libre albedrío, más de cuatro mil moteros encuentran en la zona Dorada de Acapulco su Proyecto X, emulando la película llevada a la pantalla grande, comedia escrita por Miguel Bacall, cuando esa gran fiesta organizada por una tercia de verriondos se sale de control.


Para muchos deportes como en el antiguo Tlachco, se necesitó de una pelota; pero, para montar una moto, los motoqueros necesitan necesariamente dos para sentir el rigor entre las piernas, esa tenacidad que solo la destreza y voluntad de Dios puede mantener, sobre todo cuando se juntan estados emocionales que van más allá de la diversión en la unidad motriz de dos ruedas.


En el Acamoto 2017,  volvió a correr el alcohol a su máxima expresión, ante un calor por momentos extremadamente sofocante, principalmente en algunos puntos en donde la concentración de personas, la mayoría boquiabierta, al ver desfilar  raros cuerpos tatuados, travestis, esculturales jovencitas y uno que otros mamertos,  hizo posible seguir el vaivén  a un ritmo como el baile de la cinta de Triller, de Michael Jackson o cualquier otra de zombíes.


Zascandil sería el término para el motociclista que va de un lado a otros sin ningún provecho, y mucho menos habría de respetar al recién inaugurado paso peatonal con la “bandera arcoíris”, que pintó el 17 de mayo la comunidad lésbico gay en Acapulco, con motivo del Día Mundial en contra de la Homofobia, a la altura del restaurante del americanista Javier “Piojo” Herrera.


Las escalinatas a la playa, contiguas al siempre vacío negocio de “El Piojo”,  esta vez contaron con 10 letrinas móviles, siendo la novedad, pues el año pasado se convirtió en gigantesca letrina (para ambos sexos y diversos), distinto al foco de infección que observó en la bahía de Acapulco la escritora Manú Dornbierer en tiempos del almirante y alcalde de Acapulco, Alfonso Argudín Alcaraz.


Pero también hubo varios motociclistas que más que ruido, ofrecieron un espectáculo acrobático que desató aplausos entre miles de noctámbulos,  entre ellos niños, mujeres y uno que otro ya entrado en la ancianidad y que logró hacer de la moto y su cuerpo a un solo ser, como literalmente vieron los aztecas al llegar los españoles montados a caballo.


Para los organizadores, se calcula una afluencia de más de 20 mil personas, entre motociclistas con sus familias, con lo que se arroja una ocupación hotelera de más del 50 por ciento; sin contar al turismo que visita al puerto para otros fines.


En el Acamoto 2017 deambulan al menos 30 personas recogiendo latas vacías de cerveza y refresco para su venta por kilo y otra treintena más de acapulqueños con la venta de frituras y cigarros a granel;  mientras que la vendimia mayor, como semifijos en las banquetas de la Costera, se incrementó en un cien por ciento, con respecto al año pasado, estando en manos de fuereños, principalmente del barrio de Tepito, la venta de distintivos, ropa, gorras, chamarras, cascos, guantes, pulseras y collares.


Si bien no es posible ver circulando por la avenida Costera a la famosa ECOSSE SPIRIT ES1 que tiene un costo de $3,690,000 millones de dólares, como 74 millones de pesos, según el tipo de cambio, en la que su velocidad proviene de su diseño aerodinámico y ultra ligero, además de su potente motor. Pesa alrededor de 265 libras, y se puede ir a unas 370 km/h.


O por lo menos la MV AGUSTA F4CC, que tiene un costo de $120,000 dólares, algo así como 2, 400 millones de pesos;  que cuenta con un motor de 1078cc lo suficientemente competentes para producir 203PS de potencia y permitir a esta moto alcanzar una velocidad máxima de 315 km/h (196 mph).


Si es posible ver las famosas Harley-Davidson, provenientes de las armadoras de Chicago, que pasan de más de un millón de pesos, hasta la sencilla Italika proveniente de la armadora de Toluca y que vende la tienda Elektra, entre otras tiendas, en 14 mil pesos y en pagos.


Hasta el mediodía de este sábado 20 de mayo, se han registrado un muerto y 23 lesionados, todos ellos relacionados con el Acamoto 2017, lo que ha provocado un fuerte debate en redes sociales, en donde la principal crítica, es la basura que dejan los motociclistas. Y la principal defensa, es la derrama económica que deja esa tipo de afluencias de visitantes, en un destino turístico al que tiene varios años que le cancelaron los llamados spring breakers y no se logró amarrar la temporada de cruceros, ante la ola de inseguridad que azota al puerto.


En tanto que un tipo, sin camisa, que al parecer no es motociclista, de un corte de pelo similar al personaje caracterizado por Héctor Suarez, conocido como “El Flanagan”, consume-_al parecer_  una bachita de mariguana, ante la mirada atónica de uno de los transeúntes que les llegó el clásico olor a petate quemado, como lo ilustra la gráfica; otro joven, cuyo video circula en redes sociales, saca un arma de fuego y tira balazos al aire, sin que los presentes se atemoricen, ni mucho menos atrajo a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que vigilan el evento.


Así transcurre la segunda noche de exhibición, en la que, para hoy, además se ofrece la rifa de 3 motos en la playa “Tamarindos”, música, playeras mojadas y “sexo, motos, cerveza, desmadre”, como dice una playera impresa en la venta de los tepiteños semifijos.

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