La nueva de Aurelio
En la mira. Por: Carlos Villarreal.
La Reforma Educativa se ha mencionado en muchas ocasiones, como la más importante de las reformas del Presidente Enrique Peña Nieto, incluso por encima de la energética.
La semana pasada, el secretario Aurelio Nuño presentó en sociedad el componente más importante de la transformación de la enseñanza, con el nuevo “modelo educativo”. Dado que la generación a la que pertenecemos tuvo un modelo ya muy lejano al actual, no deja de llamarnos la atención que siga habiendo personas o grupos que le niegan reconocimiento al esfuerzo peñista por mejorar a gran escala nuestra educación.
Se acaba el método de enseñanza basado en la memorización, que generó los estudiantes “macheteros” que repetían hasta el cansancio, casi hasta quedarse dormidos, los conceptos, las definiciones y fechas, dependiendo de si la materia era Español, Biología o Historia.
Todos recordamos los exámenes que teníamos en primaria, secundaria y hasta prepa: todos se basaban en repetir, repetir, y repetir lo que venía en los libros de texto, o lo que el maestro había dicho en el salón de clases.
La buena nueva es que eso se acabó. O se va a empezar a acabar.
Ahora los alumnos deberán comprender, analizar, profundizar, estructurar, e incluso debatir sobre los conocimientos que reciben.
No más preguntas con respuestas de opción múltiple, ni de relación entre la columna izquierda y la derecha.
Desde ahora habrá que hacer monografías, análisis tipo ensayo y razonamientos sobre todo lo que forma parte de los planes de estudio de las materias correspondientes a cada grado.
Habrá nuevos libros de texto a partir del ciclo escolar 2018-2019. Con las nuevas tendencias de la enseñanza mundial, y con la actualización científica y tecnológica que corresponde a nuestro tiempo.
Seguramente va haber nuevamente una gran polémica sobre los aspectos que tengan que ver con la anatomía y fisiología del cuerpo humano, y con sus aspectos reproductivos o eminentemente sexuales.
La historia reciente del país, del mundo, en particular lo que tiene que ver con la política tendrá que ocupar un lugar preponderante en nuevos libros para el nivel básico.
El nuevo modelo, según el secretario Nuño, tardará 10 años en tener plena vigencia en todo el país. Incluyendo las zonas indígenas. (Sería bueno saber qué piensa al respecto la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y sus secciones más combativas, como las de Chiapas, Oaxaca y Guerrero).
Las escuelas normales serán claves en la formación de los nuevos maestros, enfocados y capacitados totalmente para el nuevo modelo. Aquí también será muy interesante ver la reacción de algunas escuelas, como la Normal de Ayotzinapa, por ejemplo.
Hay un sinfín de aspectos que contiene la nueva perspectiva con que se integran y diseñan los contenidos en la educación, algunos de los cuales están muy ligados a las tendencias de uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación.
Lo más importante es que México, como país, como sociedad del Siglo XXI se plantea la necesidad, y reacciona en consecuencia, de sacudirse de una vez por todas la baja autoestima de su sistema educativo, y empieza a adentrarse en la modernidad global, que ya ha dado ejemplos de la potencia social que puede generar la educación, en casos como Singapur, en donde un nuevo modelo educativo fue la clave para convertir en potencia mundial, en tan solo 25 años, a un país que vivía en el atraso y la marginación.
No le pierdan la vista a Nuño, que, con el nuevo modelo, se reposiciona como un funcionario de alto nivel, capaz de entrarle de lleno, y de fondo, a los asuntos más delicados de la agenda pública, como lo es sin duda la educación.
Bienvenido el cambio. Vamos a esperar los nuevos libros de texto. Desde ahí podremos ver hasta donde se le subió la mira a nuestro sistema educativo. Que sea para bien de toda una nación.
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