Universidades y Ejército, en lo alto de la estima nacional; policías y partidos, en lo más bajo
Por: Francisco Garfias.
El diputado federal del PRD Guadalupe Acosta Naranjo nos hizo llegar ayer la primera Encuesta Nacional de Opinión Ciudadana 2017 realizada por GEA-ISA. Un documento que refleja afectos y desafectos de los mexicanos en estos tiempos de sobresalto.
Por mucho, las universidades, el Ejército y las iglesias son las tres instituciones a las que más confianza le tienen los mexicanos con 42, 41 y 36 por ciento de opiniones favorables, respectivamente.
En contraste, policías, partidos, sindicatos y Monte de Piedad están muy abajo en la estima nacional: Sólo siete por ciento cree en las tres primeras y seis por ciento en la última.
Son datos que deberían hacer meditar a Andrés Manuel López Obrador. Los mexicanos confían en el Ejército, a pesar de las feroces críticas que el tabasqueño, cabeza en las encuestas de preferencia electoral, ha lanzado a las Fuerzas Armadas.
Otro punto de reflexión es la poca confianza que los ciudadanos tienen en sus policías, partidos y sindicatos. Nomás no les creen.
Ojo gobernante: La encuesta ubica la seguridad como el problema más sentido de los mexicanos (41 por ciento de los interrogados). Seguido de los servicios (29 por ciento).
Otro dato que deja mucho que pensar: 77 por ciento de los ciudadanos desaprueba la gestión del presidente Peña. Sólo dos por ciento lo aprueba. Es decir, ocho de cada diez no están satisfechos con su labor.
Peña Nieto está muy por debajo de la aprobación que Fox y Calderón tenían a estas alturas del sexenio, 45 y 48, respectivamente. Saque usted las conclusiones.
Ernesto Cordero ha sido de los más leales a Felipe Calderón. Hoy mencionan al senador, junto con Roberto Gil, como uno de los principales operadores políticos del grupo panista que impulsa las aspiraciones presidenciales de Margarita Zavala.
El senador no lo niega. Está con la otrora primera dama. Por eso habla con molestia de las formas que, según él, utiliza el CEN del PAN para respaldar la precandidatura del jefe nacional del partido, Ricardo Anaya.
“Hay presiones a alcaldes o integrantes para que apoyen al presidente del partido. Les dicen: ‘jalan con Anaya o se les acaba”, asegura. En otras palabras, no juega limpio.
Cordero alega que Margarita ha mantenido su cota de popularidad con un perfil discreto. El Peje le lleva sólo tres puntos en la intención de voto, según las últimas encuestas.
Tiene su mérito. Margarita no tiene el dinero que gasta López Obrador. No hace declaraciones polémicas todos los días. No jala reflectores. Pero allí sigue.
En las encuestas entre panistas está arriba de Anaya diez puntos y quince de Moreno Valle. “Eso la fortalece”, asegura el exsecretario de Hacienda.
Los senadores que están con ella son mayoría en la bancada azul, a pesar de que el coordinador Fernando Herrera es anayista. No podría ser de otra manera. El jefe del partido lo puso allí.
Los margaritos no son un grupo articulado. Tampoco actúan en bloque. Pero cuando los convoca la senadora Sonia Mendoza, allí están.
Cordero conoce la misógina versión de que, si llega Margarita a Los Pinos, el presidente real será Felipe Calderón.
La ve a su exjefe como un activo para su esposa. Aunque jura que está al margen de su campaña. “Anaya tiene que entender que él no le gana a López Obrador. Sólo Margarita puede hacerlo”, nos dice.
El Peje sabe que ése es el Talón de Aquiles de Margarita y lo explota: “Felipe Calderón también quiere reelegirse, impulsando a su esposa de candidata a la Presidencia. Es realmente una promiscuidad política”, dijo ayer el líder de Morena en Coahuila.
En lo que sí estamos de acuerdo con Andrés Manuel es en lo que dijo ayer sobre la detención del fiscal de Nayarit, Édgar Veytia, en Estados Unidos, por vínculos con el narco. “Es una vergüenza” recalcó.
El rostro de Mario Velázquez Miranda, consejero presidente del IEDF, reflejaba preocupación. ¿Motivo? La Constitución de la CDMX está amenazada por la lluvia de impugnaciones.
Mencionó, en particular, las que presentó la PGR que tienen que ver con el artículo 25, apartados A, G, y H. Hablan de referéndum, plebiscito, iniciativa popular y revocación de mandato.
Morena también impugnó la Carta Magna local. No le gusta la reducción de los distritos en la capital de la República. Los diputados de mayoría relativa ya sólo serían 33. Ya no los 40 actuales.
Los de representación proporcional subirán de 27 a 33.
Los obradoristas sienten que igualar el número de diputados de mayoría con los de representación proporcional los afecta. Son ellos los que mejores expectativas de votos tienen en la capital de la República.
Con la nueva Constitución desaparecen también las 16 demarcaciones. Entran las alcaldías en las que habrá diez consejales. Seis de mayoría relativa y cuatro de representación proporcional. El PRD quiere que el alcalde ganador tenga a los diez consejales. La política de “toma todo”.
Ya encarrerado, revela los problemas que se han presentado para que los ciudadanos acepten ser funcionarios de casillas el día de la elección. Treinta por ciento de los propuestos lo rechaza. “Hay una desafección gravísima hacia los partidos”, subraya.
Se requieren 100 mil personas para hacer una elección en la Ciudad de México.
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